viernes, septiembre 30, 2022

"Guíame, Señor, por el camino eterno "...Salmo 139.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 30 de Septiembre del 2022

El evangelio de hoy acentúa y amplía tanto el envío como las amenazas a los que no aceptan recibir la Buena Noticia. El mismo Jesús nos invita a asociarnos a su misión. Pone en nosotros una inmensa confianza: El que los escucha a ustedes, me escucha a mí. Lo hizo con los Doce, luego con otros setenta y dos discípulos, y lo hace ahora con nosotros mismos y con todos sus seguidores de todos los tiempos.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 10, 13-16, Jesús reprocha la actitud de  los habitantes de algunas ciudades que estaban lejos de la conversión y no pensaban cambiar.

Como lo dice el texto del Evangelio, Jesús se lamenta  de esa ciudades donde realizó un sinnúmero de milagros y predicciones, y les dice: "¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidas de sayal y sentadas en la ceniza. Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno. Quien a vosotros os escucha a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado." Lc 10, 13-16.

Los discípulos habían llegado decepcionados del resultado de esa larga jornada de evangelización a las que Jesús les pidió ir de dos en dos a prepararle el camino.

Esas ciudades donde fueron no respondieron como se esperaba pues persistían en su infidelidad y maldad sin hacerles caso alguno para recibir el Reino de Dios. 

Hermanos, este Evangelio es un aviso muy importante para nosotros hoy como también, para aquellos que cierran sus oídos y su mente  para escuchar la Palabra de Dios. Además, porque se cierran en sus hipocresía.

El llamado de Jesús no es tanto para los discípulos que le seguían sino también para nosotros. Hoy Jesús nos invita a ti y a mi a asociarnos a su Misión y desea poner en nuestras manos toda confianza, por eso nos dice: "El que los escucha a ustedes, me escucha a mi" pero nos recalca que el cumplimiento de la misión acarrea dificultades, pero bajo su guía y amparo todo se hará más llevadero.

Señor, No somos dignos de ser tus discípulos misioneros, por eso te pedimos que nos ayudes a crecer en la sinceridad y en la honestidad, para que sepamos aprovechar los medios espirituales que nos ofreces.

 
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jueves, septiembre 29, 2022

"Delante de los Ángeles ganaré para ti, Señor. "...Salmo 138.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 29 de Septiembre del 2022

Los grandes arcángeles de Dios testimonian para nosotros la fidelidad y la pasión y celo con que los hijos de Dios han de alabar a su Creador. Ellos, lejos de ser seres desconocidos y “mitológicos” representan los mejores compañeros de viaje, los mejores sanadores del corazón, los mejores defensores de los intereses de Dios en el mundo. De los tres hemos de aprender a saber servir más que ser servidos. Porque los ángeles son ministros de Dios. Y de los tres a estar pendientes de su cierta acción en favor nuestro. ¿Quién sabe si un día cualquiera hemos sido ayudados por un ángel del Señor? No cerremos las puertas a nadie, no sea que se las estemos cerrando a uno de estos mensajeros, o más terriblemente, al mismo Señor de la vida y de la historia.

Hoy celebra la Iglesia la fiesta de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, príncipes de la corte celestial, quienes las Sagradas Escrituras revelan con misiones singulares. Son seres espirituales creados por Dios dotados de inteligencia y voluntad. Ellos nos definen y nos fortalecen para combatir las fuerzas del mal.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 1,47-51, nos presenta la promesa que Jesús hace a sus discípulos en la que les manifiesta su gloria, su plenitud de gracia y verdad como el verdadero templo.

Nos dice el texto del Evangelio que: "Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: *“Éste es un verdadero israelita, un hombre sin doblez”. “¿De dónde me conoces?”, le preguntó Natanael. Jesús le respondió: “Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera”. Natanael le respondió: “Maestro, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel”. Jesús continuó: “Porque te dije: «Te vi debajo de la higuera”, crees. Verás cosas más grandes todavía”. Y agregó: “Les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre” Jn 1,47-51.

La misión de los ángeles es amar, servir y glorificar a Dios, ser sus mensajeros y ayudar a la humanidad.

Lo que en este Evangelio se resalta es el reconocimiento  que Jesús le hace a Natanael, cuando dice que es un hombre sin doblez, es decir, un hombre transparente, sin cosas ocultas, un hombre coherente, un hombre de una sola pieza. Es decir, lo invita a ser como un Ángel a "Ver cosas más grandes "

Hoy hermanos, la invitación que nos hace este Evangelio  es que aprendamos a saber servir más que ha ser servidos por otros, que no le cerremos las puertas a nadie y mucho menos a los mensajeros de Dios. 

Señor, como Natanael, queremos ser sinceros y auténticos, de mente y  corazón, para tener así, la posibilidad real de vivir un encuentro de amor contigo.
 
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miércoles, septiembre 28, 2022

 "Llegue, Señor, hasta ti mi súplica"...Salmo 88.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 28 de Septiembre del 2022

Con la imagen del camino de que habla el Evangelio de hoy, se nos recuerda que seguir a Jesús es desinstalarnos, superar las dificultades, comprometerse con la justicia, acercar el amor de Dios a los más pobres y marginados, renunciar a la violencia en todas sus formas y abrir caminos a una fraternidad en la que toda la humanidad está invitada a participar sin excepciones ni exclusiones.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 9, 57-62, Jesús  había emprendido el camino a Jerusalén, su meta final y allí, debe morir y resucitar para así, cumplir la misión de salvación que le fue dada por su Padre. 

Como lo leemos en el texto del Evangelio de entre los discípulos salen tres interesados para ir detrás del Maestro. Uno le dice "Te seguiré", al segundo, antes de que se expresará,  Jesús le dijo: "Sígueme" y el tercero lleno aún de dudas y con miedo le dice: "Te seguiré, Señor, pero primero déjame despedirme de mi familia". A lo que Jesús le responde: "El que ha puesto la mano en el arado y mira atrás no es apto para el Reino de Dios".  Lc 9, 57-62.

Hermanos este Evangelio de hoy nos muestra claramente, que el llamado que nos hace el Señor, es exigente por tanto, hay que tomar de plano, la contundente decisión de dejarlo todo. Y ello comprende un olvido total a nuestras comodidades, a seguir embelesados en las ventajas terrenales y económicas, como también, en el logro de posiciones sociales o religiosas para estar dispuesto en todos los momentos a empuñar con verraquera el arado que Él nos brinda para preparar la tierra y sembrar su semilla en nuestros corazones,  sin mirar nunca más hacia atrás. 

Hoy se nos hace importante, meditar esta Palabra y reflexionar sobre nuestro querer de Ser seguidores del Salvador, porque muchos queremos ser hombres y mujeres buenos, pero, no estamos dispuestos al sacrificio extremo como nos lo presenta hoy este Evangelio. 

¿Estamos dispuestos a dejar comodidades, riquezas, padre, madre, hijos para seguir de lleno a Jesús?

Jesús quiere sacudir nuestra conciencia porque desea que seamos seguidores comprometidos que le sigan sin reservas. Por ello, seguir a Jesús es toda una aventura porque trabajar en el proyecto de Dios pide dedicación total y no a medias.

Señor, que nuestra decisión siempre sea seguir de tu mano, con la esperanza en tus promesas y en el cumplimiento de tu Palabra.

 
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martes, septiembre 27, 2022

"Llegue hasta ti mi súplica, Señor"...Salmo 88

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 27 de Septiembre del 2022

Es el contexto en el que se narra el texto de hoy. Nos impacta la resolución que tanto Santiago como Juan le presentan a Jesús: bajar fuego del cielo para acabar con quienes no les acogen, destruir a quienes piensan diferente, a quienes optan por no recibirles. Y una vez más, vemos cómo Jesús les regaña y sigue el camino hacia Jerusalén y buscan posada en otra aldea. Son múltiples preguntas que nos pueden abordar. Desde la acogida que tenemos frente a las enseñanzas y vida del maestro, hasta cuál es mi actitud frente a la ausencia de acogida y del rechazo que puedo experimentar al vivir el discipulado.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 9, 51-56, nos relata el episodio que sucedió en el camino hacia Jerusalén cuando Jesús con sus discípulos habían iniciado  la misión que le fue dada por Dios.

Dice el texto del Evangelio que "cuando se estaba cumpliendo el tiempo de ser elevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino, entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: "Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?". Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea". Lc 9, 51-56.

Sabemos, que entre los judíos y los Samaritano existía una vieja revalidad y ante esa dificultad, renació en ellos el deseo de venganza. Pero Jesús ante la actitud de Juan y Santiago de darle un castigo bien merecido a ese pueblo, les brinda una gran enseñanza diciéndoles: No hacer ninguna venganza ni ira pues esta debe ser confortada a través del Espíritu Santo, pues su venida no estaba condicionada al juzgamiento del mundo sino a que muchos hombres y mujeres se salven por Él

Así Él quiere resaltar que el camino que seguimos como sus discípulos no está exento a las dificultades y para darnos ánimo desea que entremos en una lógica diferente a la que hemos venido acostumbrados: valorar lo que significa ser misericordiosos pues para ello, es necesario despojarse de los viejos conceptos y vicios a los que venimos acostumbrados y que nos hacen ver como egoístas y vengativos. 

Hermanos, Hemos decidido seguir los pasos de Jesús y nuestra vida debe estar direccionada por el Evangelio donde se nos enseña a amar y servir a nuestros hermanos como Dios nos ama a todos. 

Padre bueno, que fácilmente juzgamos a los demás en vez de estar más alerta sobre nuestro propio comportamiento, por eso nosotros hoy si queremos recibirte en nuestro corazón, sabemos que tu presencia en nuestras vidas logrará cambiar las actitudes negativas que nos alejan de la santidad.
 
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lunes, septiembre 26, 2022

"Inclina el oído y escucha mis palabras "...Salmo 17.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 26 de Septiembre del 2022

¡En cuantas ocasiones queremos ser más que los demás! Los más altos, los más guapos, los más inteligentes, los más buenos, en fin, los mejores en todo. Nuestro afán de protagonismo no tiene límite, estar por encima de todo el mundo, y no queremos asumir que lo más importante en la vida es vivirla con naturalidad, aceptando nuestras carencias e intentando superarlas, y poniendo nuestras virtudes al servicio de los demás.

 La actitud de Jesús ante esta situación es decisiva, pone a un niño en medio de ellos y les invita a ser sencillos y humildes como el niño, pues así el más pequeño será el más importante, ya que el ejemplo que les pone no admite discusión: “el que acoge a este niño en mi nombre, me acoge a mí, y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado”.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 9, 46-50 se muestra de manera evidente  una discusión entre los discípulos de Jesús sobre quien de ellos, sería el más grande e importante en el Reino de Dios y Jesús, sabiendo lo que a ellos les preocupaba, acercó a un niño, lo colocó junto a si y les dijo: "Quien recibe a este niño en mi nombre, a mi me recibe; y quien me recibe a mi recibe al que me envió. El más pequeño de todos ustedes, ése es el mayor" Lc 9, 46-48

Se hace evidente entre los discípulos los celos y las ambiciones por ocupar los primeros puestos y planeaban reclamarle a Jesús un lugar de privilegio dentro de su reinado. 

Pero, Él se les adelanta y les da una magistral  lección: " Les aseguro que si no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de Dios"

Es esta una gran enseñanza que nos transmite hoy a ti y a mi que estamos realizando el seguimiento: No estar llenos de ambiciones, ni de orgullo por alcanzar reconocimientos u honores. Jesús conoce perfectamente nuestros corazones y sabe muy bien lo que pensamos y sentimos.

Con ello, hermanos, Jesús nos está invitando a trabajar por el bien sin importar a qué grupo pertenecemos sin  buscar rivalidades.

Pidámosle al Espíritu Santo que nos haga unos verdaderos discípulos llenos  de amor, de alegría y sobre todo de una gran humildad como la de un niño. 

Jesús, haznos misionero de tu amor, que ayudemos a los demás con un espíritu de alegría y humildad, sabiendo tener la apertura sencilla de un niño ante los demás. Ver en ellos lo bueno, lo que nos une, en vez de buscar defectos.
 
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domingo, septiembre 25, 2022

"Alaba, alma mía, al Señor"...Salmo 146.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 25 de Septiembre del 2022

Hoy tenemos otra de las grandes parábolas de Jesús: la del pobre Lázaro y el hombre rico de banquete diario. Sabemos –porque lo hemos visto varias veces- que las parábolas no son historias inocentes, sino historias críticas, que tienen rupturas narrativas y lógicas. Y en ellas se encierran las mayores enseñanzas de la parábola.

La mayor ruptura que hay en esta parábola es precisamente que el hombre rico no tiene nombre, mientras que el pobre tiene nombre; se llama Lázaro. ¿Qué hay en ello? Una fuerte ruptura, que no es ruptura de la lógica ni narrativa, como en otras ocasiones, sino social. En aquel mundo los que tenían nombre –nombre y apellido- eran los ricos; los pobres no tenían nombre. Y resulta que Jesús rompe esta costumbre –que era prácticamente ley- y hace exactamente lo contrario: le da nombre al pobre y al rico lo deja sin nombre. Pone al revés la práctica habitual de aquel mundo. Así, son las cosas del Reino de Dios. 

El Evangelio de hoy tomado de Lc 16, 19-31 nos presenta la parábola del Rico Epulón y el pobre Lázaro donde Jesús pide a sus seguidores a tomar conciencia de lo que significa ser un auténtico discípulo.

Dice el texto del Evangelio que Jesús utilizando una parábola, le dice a los Fariseos: "Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo llamado Lázaro que estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico, pero nadie se lo daba. Y hasta los perros se le acercaban a lamerle las llagas. Sucedió que se murió el mendigo y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán. Se murió también el rico y lo enterraron. Y estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando los ojos, vio de lejos a Abrahán y a Lázaro en su seno, y gritó: –Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas. Pero Abrahán le contestó: –Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida y Lázaro a su vez males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces." Lc 16, 19-25.

La exhortación que proclamaba Jesús está enfocada a la vivencia de la solidaridad con aquellas personas que lo necesitan todo y que viven olvidados de la sociedad en situación de pobreza. 

Se hace entonces necesario que miremos algo muy importante en el Evangelio: El hombre rico no fue capaz de ver ni de escuchar las súplicas del pobre Lázaro, quien hambriento, estaba echado a la puerta de su residencia y ansiaba saciar su hambruna con las migajas que caían de su mesa. 

Podemos observar en esta parábola, a ese hombre rico que muestra una actitud egoísta y sus ínfulas de adinerado; a él, no le importa otra cosa sino ese dinero que posee olvidándose de su sensibilidad para mirar a los demás con afecto.

Hoy Jesús nos está invitando a que rechacemos estos estilos de vida y aprendamos a descubrir en estas situaciones el llamado de salvación y conversión, a las que con insistencia nos invita  como Hijo de Dios. 

Hermanos, no podemos olvidar que de Dios hemos recibido bienes y talentos para vivir y servir a nuestros hermanos; y estos, son los medios o herramientas precisas que nos ayudan a hacer conocer a otros el espíritu salvador de Jesús.

Señor, ayúdanos a ser consciente de que estás siempre a nuestro lado, de que cada oración es un nuevo encuentro contigo, nuestro Mejor Amigo. Señor, Tú sabes que somos débiles y que muchas veces nos olvidamos de ti, buscando nuestra satisfacción en las cosas de este mundo. Sabes que solemos pensar en nosotros mismo, en nuestros planes, en nuestros gustos, en nuestra voluntad. Por eso, te pedimos, Señor, que cambies nuestro corazón de piedra en uno de carne y hueso, para así cumplir la misión de ser sal de la tierra y luz del mundo.
 
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sábado, septiembre 24, 2022

"Señor, tu has sido nuestro refugio de generación en generación"...Salmo 90.

REFLEXION DEL EVANGELIO DE HOY

Sábado 24 de Septiembre del 2022

Tenían miedo de la Cruz. El mismo Pedro, después de esa confesión solemne en la región de Cesarea de Felipe, cuando Jesús dice esto otra vez, reprendía al Señor: '¡No, nunca, Señor! ¡Esto no!' Tenía miedo de la Cruz, pero no solo los discípulos, no solo Pedro, ¡el mismo Jesús tenía miedo de la Cruz! Él no podía engañarse, Él sabía. Tanto era el miedo de Jesús que esa tarde del jueves sudó sangre; tanto era el miedo de Jesús que casi dijo lo mismo que Pedro, casi... «Padre, aparta de mí este cáliz. Pero que ¡se haga tu voluntad!» ¡Esta era la diferencia!". La Cruz nos da miedo también en la obra de evangelización, pero está la regla que el discípulo no es más grande del Maestro. Está la regla que no hay redención sin la efusión de la sangre, no hay obra apostólica fecunda sin la Cruz.


En el Evangelio de hoy tomado de Lc 9, 43b-45, Jesús le comunica a sus discípulos por segunda vez el anuncio de su pasión y muerte en una cruz. 

Les dice: "Presten atención a estas palabras: "El Hijo del Hombre va a ser entregado en mano de los hombres". Lc 9, 43b-44. Y como lo comunica el texto, ellos no entendían este asunto y esas palabras les produce desconcierto, frustración y miedo; y no se atrevían a hacerle ninguna pregunta.

Y es que cuando nos hablan de la Cruz; y que te hay que aceptarla, nos da miedo. Y Jesús como humano no podía engañarse a sí mismo, pues era tanto lo qué sentía que en esa tarde del Jueves anterior a su pasión sudó sangre y le pidió a su Padre-Dios que alejará de Él ese cáliz.

Hermanos, hablar de la muerte, no es fácil para nadie porque enfrentarse a ella, causa miedo. Hoy Jesús nos enseña que la cruz, aunque es dura y pesada, tenemos que aceptarla con Fe, Firmeza, Decisión y Confianza; abandonándonos en las manos de Dios.

No tengamos miedo y fortalezcamos mucho más nuestra Fe en la Divina Providencia, pues nadie más  vela y se preocupa por nosotros. 

Señor, alegre por este nuevo día, vengo a tus pies en adoración y alabanza, con un corazón agradecido, dolido por ofenderte, pero con la disposición de continuar avanzando de tu mano y proclamar con el salmista: *Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación*.  Refugio mío y de todos los que creen que estás vivo, que confían en tus promesas, que escuchan la buena noticia de tu Palabra, que no solo son oidores sino hacedores de ella. Refugio de nuestra familia, descendencia de generación en generación, de todo el que se une a esta oración y con corazón contrito y humillado te busca, es testigo de tu obra y te da gloria con su testimonio. Con la alegría de saber que eres nuestro Refugio y agradecidos por el regalo de mamita María, recibimos tus bendiciones en el Nombre de Jesús.

 
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viernes, septiembre 23, 2022

"Bendito el Señor, mi roca"...Salmo 144.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 23 de Septiembre del 2022

El Señor dirige a sus discípulos una pregunta muy personal e íntima «¿Qué dicen que soy?» Esta pregunta seguramente viene dirigida a cada uno de nosotros. Es claro que no se trata de una pregunta académica. Es una pregunta que va dirigida a nuestra vida, a nuestra existencia. Es verdad que puede haber respuestas claras o que nos iluminan, pero en este pasaje podemos experimentar cómo el Señor desea que la respuesta nazca desde el corazón de sus discípulos.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 9, 18-22, Jesús estando a solas orando, se le acercaron los discípulos y Él les interrogó diciéndoles: "¿Quién dice la gente que soy yo?". Ellos contestaron: "Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros dicen que ha resucitado uno de los antiguos profetas". Él les preguntó: "Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo?". Pedro respondió: "El Mesías de Dios". Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie, porque decía: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día".

Ayer, fue Herodes Antipas quien estaba preocupado por saber quién era Jesús y de dónde provenían sus poderes. Hoy, es Jesús quien pregunta a sus discípulos que dice la gente de Él; y les hace esa pregunta por el contacto directo que tenían ellos con la gente y lo que ellos comentaban a cerca de su predicación y los milagros que realizaba.

Hermanos, hoy Jesús nos hace esa misma pregunta: "¿Ustedes que decís que soy yo?" ,"¿Quien soy para ti, ahora?" preguntas que nos llevan a meditar porque se constituye de vital importancia en el seguimiento que hacemos a sus pisadas.

Cuando decimos que conocemos a Jesús tenemos que vivirlo desde lo más profundo de nuestra intimidad y experiencia de fe. Es reconocerlo como nuestro Salvador porque sus Palabras nos salvan y sus criterios y estilo de vida nos han de comprometer a dar incluso la vida, en una cruz.

Por lo tanto estamos invitados a unir nuestros esfuerzos y abrir caminos para reafirmar mucho más la centralidad de Jesús en nuestras vidas. 

Señor, Tú supiste buscar el mejor lugar y el mejor momento. Hoy queremos hacer lo mismo. Y te pedimos: Ven, Espíritu Santo, te pedimos que al comenzar la meditación de este Evangelio enciendas en nosotros el fuego de tu amor. Haznos dóciles a tus inspiraciones y ayúdanos a corresponder a ellas con generosidad.

 
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jueves, septiembre 22, 2022

"Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación" Salmo 90.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 22 de Septiembre del 2022

En nuestra andadura cristiana es preciso tener claro lo que Jesús enseña y las obras que realiza. Porque en una y otras se está revelando quién es. Si lo que dice no se acepta fácilmente, no se cree, él mismo dirá: al menos creed las obras. La simple curiosidad, en la que la vida no queda comprometida, sirve para muy poco. Comparemos estas dos figuras: el tetrarca Herodes y Zaqueo. Los dos están situados, tienen su mundo. Pareciera que a los dos les mueve la curiosidad. Zaqueo solo quería ver cómo era Jesús y él comparte sentado a la mesa, y con sólo ese gesto, la curiosidad se trueca en justicia y compromiso. Herodes, por el contrario, “tenía ganas de verlo”, por lo que oía decir. Oye hablar de él y lo que la gente dice: Juan ha resucitado de entre los muertos; otros que había aparecido Elías; otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Siempre se mueven sobre imágenes conocidas, incapaces de reconocer la novedad que se les está presentando.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 9, 7-9, nos presenta cual fue la reacción de Herodes Antipas ante la fama que había comenzado a tener Jesús en toda la región y no sabía dónde situarlo. 

Como nos lo dice el texto del Evangelio: "Herodes se enteró de todo los sucedido y estaba desconcertado; porque unos decían que era Juan resucitado de entre los muertos, otros que era Elías aparecido, otros que había surgido un profeta de los antiguos. Herodes comentaba: "A Juan yo lo hice decapitar. ¿Quién será éste de quien oigo tales cosas?". Y deseaba verlo. Lc 9, 7-9.

Herodes Antipas es el mismo que había mandado a matar a Juan Bautista por haber denunciado abiertamente su adulterio con Herodías mujer de Filipo hijo de Herodes el grande. Él tenía la obsesión de que Juan había resucitado de entre los muertos y que había venido con poderes milagrosos. Llevaba consigo el remordimiento de conciencia por haber cometido una falta grande y ello, no lo dejaba tranquilo. Por eso quería ver a Jesús para controlarlo, limitarlo, perseguirlo y mandarlo a matar por constituirse en un riesgo para su reinado. 

Hermanos: Hoy existen muchos que vienen actuando como Herodes y se sienten "poderosos" y desean que la vida sea un producto del mercado, donde se negocia, se compra y se vende. La quieren dominar a través de las publicidades, las drogas, el sexo, el alcohol; para tener así lugar a dominarla e incrementar la pobreza, la opresión y la marginación entre la gente.

Quienes seguimos las huellas del Salvador, estamos comprometidos en hacer revivir una Iglesia que va en contra de esos sistemas y hacerlo denunciando esos pecados y anunciando la salvación y la vida nueva. ¿Nos medimos  a ese gran compromiso?

Señor, Lo mismo que la historia se cuenta ahora a partir de tu nacimiento, queremos también que nuestras vidas se cuenten a partir de este encuentro contigo. Ayúdanos a llevar esta Buena Noticia a los hombres, a cambiar la historia como Tú lo hiciste. Te buscamos, ven a encontrarte con nosotros y colma nuestros anhelos.

 
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miércoles, septiembre 21, 2022

"A toda la tierra alcanza su pregón"...Salmo 19.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 21 de Septiembre del 2022

Al llamar a Mateo, Cristo agrega un publicano al grupo de sus discípulos. Los publicanos tenían mala reputación, eran mirados por los judíos fervientes como pecadores públicos con quienes habrían que evitar todo trato. Jesús no está de acuerdo con este prejuicio y no duda en llamar al corazón generoso de un publicano para atraerlo en su seguimiento. Esto revela la libertad absoluta de la elección divina de una vocación. ¡Dios no juzga como los hombres! Llama aún a individuos que parecen indignos. Escoge al que quiere, sin tener en cuenta las apreciaciones humanas.

Hoy la Iglesia celebra a San Mateo, llamado Levi por los evangelistas Marcos y Lucas. Era hijo de Alfeo y su profesión: Recaudador de impuestos para los romanos.  A él se le atribuyen la composición del Evangelio que lleva su nombre. Jesús lo llamó a seguirle y fue capaz de dejar su oficio para hacerse su discípulo. 

El Evangelio de hoy, tomado Mt 9, 9-13, precisamente nos narra cómo fue el hecho del encuentro de Jesús con Mateo y, este dice así: "Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa de recaudador de impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él se levantó y lo siguió. Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos. Viendo esto, los fariseos preguntaron a los discípulos: “¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?” Jesús los oyó y les dijo: “No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores” Mt 9, 8-13.

Esta escena sucede en Cafarnaún, ciudad que estaba bajo las órdenes de Herodes Antipas. Esa ciudad era un puerto aduanero y los comerciantes pagaban anticipadamente al fisco, un impuesto aduanero. Y quienes ejercían el cargo de recaudar impuestos eran considerados unos ladrones y eran despreciados.

Hermanos, cuanta enseñanza nos muestra este Evangelio. Mateo deja todo lo que tiene y sigue a Jesús.  Un llamado que exige Ruptura de todas las cosas que nos mantienen atrapados y encarcelados.

Jesús llama a los que están tristes y agobiados y a los que creen que ya no tienen esperanza. 

Señor, de nada sirve decir que estoy dispuesto a seguirte si no estoy dispuesto a servir y a entregarme a los demás. Gracias por haberme mirado y escogido para seguirte, estoy seguro que solo Tu eres capaz de ver más allá de mis pecados.

 
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martes, septiembre 20, 2022

"Guíame, Señor, por la senda de tus mandatos"...Salmo 119.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 20 de Septiembre del 2022

Jesucristo insistió a sus discípulos en el tema de la fraternidad universal. Por este motivo, cualquier persona que sufre debe constituir un reclamo para ti y para mí. No podemos quedar indiferentes, porque ¡se trata de nuestro hermano! ¿Cómo puedo abandonarle?

Este es el fundamento de la caridad cristiana. Todos los actos en favor de los demás, por ejemplo dar limosna a los pobres, no son un gesto filantrópico, sino que deben ser la respuesta a la necesidad de alguien que es como yo y es también, hijo de Dios.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 8, 19-21, Jesús usa una forma pedagogía para invitar a la gente para que le conozcan más a fondo y formen parte de la familia del Reino de Dios. 

El relato del Evangelio de hoy nos presenta una situación muy particular. En ella, aparece María su Madre junto a los discípulos, los parientes y amigos de Jesús,  quienes van al lugar donde Él se encontraba enseñando, pero por la cantidad de gente que había en el lugar, no pudieron acercarse a Él. Entonces uno de entre la gente, le avisó: "Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren verte". Él les replicó: "Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen" Lc 8, 19-21.

Jesús quiso ir más allá de los afectos; y utiliza el término de hermano y de madre para expresar a todos los que le escuchaban que forman parte de una fraternidad universal. El quiere que todos nos sintamos miembros activos de esta nueva familia y quiere aprovechar este Evangelio para afirmarnos que esta, se  engendra a través de la Palabra, sin necesidad de excluir de ella,  a la de los vínculos de sangre.

Hermanos, hoy Jesús nos hace ver en este mensaje, que no basta con escuchar la Palabra de Dios, sino que tenemos que tener un mayor compromiso con ella haciéndola visible en todo tiempo y lugar donde nos encontraremos. 

Señor, haznos verdaderos apóstoles que logremos encender en muchos corazones el fuego de tu amor. Para así, dedicar mas nuestro tiempo para Ti. Señor, esa es la forma en que podemos dar a nuestras vidas un sentido real y trascendente. 
 
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lunes, septiembre 19, 2022

"El justo habitará en tu monte santo, Señor"...Salmo 15.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes Septiembre 19 del 2022

La Palabra de Dios es la Luz que ilumina al mundo. Recibirla con verdadera fe implica hacerla arder en el candelero de mi vida a la vista de todos, pero ocultarla por miedo o vergüenza es poner en evidencia nuestras oscuridades, mediocridades, hipocresías. Por eso es importante descubrir que la Palabra de Dios se dirige personalmente a cada uno de nosotros y en nuestras circunstancias concretas y es una Palabra de Salvación, de felicidad, pero que ciertamente implica una respuesta sincera y comprometida: la mía, no la de mis contextos familiares o de conveniencias…

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 8, 16-18, Jesús le dice a la muchedumbre que le seguía: "Nadie enciende una lámpara y la tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; la pone en el candelero para que los que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. A ver si me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener" Lc 8, 16-18.

Jesús les da a entender a quienes le siguen, que el que crea en Él, vivirá en la luz; y este, como iluminado por su presencia, se transforma y hace nuevas todas las cosas, pues la luz que Él irradia es signo de la transformación y lo convierte en Buena Noticia para la humanidad. 

Hermanos, Jesús nos ha dicho: "Ustedes son la luz del mundo" y con estas palabras ha encendido una luz y la ha puesto en nuestras manos para que vayamos a todos los lugares a iluminar a otros. Y, al ser portadores de su Luz, nos convierte en testigos del Evangelio para que con su gracia hagamos retroceder la oscuridad que hoy se hace visible en el mundo y nos invita a descubrir su dimensión y su profundidad. 

Miremos algo muy importante del documento de Aparecida No.29, que dice: "Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado   es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestras palabras y obras, es nuestro gozo"

Señor, ayúdanos a hacer esta meditación con un corazón desprendido, consciente que todo lo que tenemos es don y gracia recibida de ti, destinada a iluminar nuestro camino y el de los demás. Que sepamos superar todas las dificultades, temores o tribulaciones que nos aparten de cumplir la misión de ser luz para los demás.

 
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domingo, septiembre 18, 2022

"Alaben al Señor que ensalza al pobre"...Salmo 113.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 18 de Septiembre del 2022

Jesús hoy en el Evangelio estaría usando una expresión coloquial, como cuando en español decimos “el vil metal”, aludiendo a las pasiones (la avaricia, la codicia, la ambición…) que suscita, sin que queramos decir que toda relación con el dinero haya de ser deshonesta.
Es en el trato con estos bienes, reales, pero no definitivos, donde se pone a prueba si somos realmente hijos de la luz o sólo hijos de este mundo. Los que son sólo hijos de este mundo se entregan a estos asuntos en cuerpo y alma, y, por obtener este género de bienes, son capaces de vender su alma al diablo, de hacer todo tipo de pactos con el mal, de cometer todo género de injusticias. No sólo “usan” el dinero, sino que se inclinan ante él como si fuese Dios; no se sirven de él, sino que “lo sirven”: se hacen siervos del dinero y de los bienes que desean poseer. 
Si somos hijos de la luz, entonces estamos llamados, no a inhibirnos de estas dimensiones de nuestra vida , sino a llevarlos a la luz, a iluminarlos con la sabiduría que proviene de Dios, a usarlos sin entregarles nuestro corazón ni hacernos servidores suyos.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 16, 1-13 nos presenta la parábola del mayordomo infiel y las riquezas injustas y nos dice que: "Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando". El administrador se puso a decir para sí: “¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”. Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: “¿Cuánto debes a mi amo?”. Este respondió: “Cien barriles de aceite”. Él le dijo: “Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”. Luego dijo a otro: “Y tú, ¿Cuánto debes?”. Él contestó: “Cien fanegas de trigo". Le dice: “Toma tu recibo y escribe ochenta”. Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz. Y yo os digo: "ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas." Lc 16, 1-9.

Jesús quiere hacernos ver con la parábola de hoy la sagacidad del actuar de los hombres cuando buscan a toda costa las cosas que le convienen; se convierten en hombres astutos y rápidos ; pero nos hace ver como muchos de nosotros no actuamos de la misma manera cuando se requiere actuar en la administración de los talentos y dones que gratuitamente nos ha regalado el Señor. 

Él nos enfatiza sobre la importancia que debemos tomar en nuestro actuar por defensa de los más excluidos de la sociedad por quienes Él se entrega con amor y pasión por hacer visible la justicia de Dios.

Hermanos, hoy se nos hace muy importante que revisemos de manera sincera como estamos administrando todas las cosas de Dios, porque quizás tengamos un problema mucho mayor del que tenía el administrador de la parábola; es por ello, que Jesús nos recalca con firmeza, que no se pueden servir al mismo tiempo a dos señores (Dios y el dinero) pasando la vida solo preocupados por las cosas materiales, creyendo que estas cosas, son más importante que Dios.

Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a partir de hoy a seguir firmes en el esfuerzo de vivir con autenticidad nuestra Fe.

Señor Jesús, queremos tener la audacia y habilidad para saber darte el lugar que te corresponde en nuestra vida. Creemos en Ti, confío y te amamos, ilumina este rato de meditación para que nada nos distraiga y sepamos guardar el silencio que nos permita realmente conocer tu voluntad.

 
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sábado, septiembre 17, 2022

"Lo mantendré eternamente a mi favor.".. Salmo 89.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 17 de Septiembre del 2022

Una vez más Jesús nos habla de su Padre, nos revela su paternidad, su amor infinito, su ternura que le hace inclinarse hacia nosotros, sus débiles hijos, necesitados siempre y en todo de su ayuda. Y es, precisamente, nuestra pequeñez, nuestra debilidad humana, nuestra fragilidad lo que se convierte en nuestro llamamiento a la misericordia de Dios. Así que estamos llamados a reconocer la presencia y acción de Dios en nuestra vida, en nuestra historia.  La proposición de Jesús es muy clara y evidente: nos invita a seguirle abandonándonos a la providencia amorosa de Dios nuestro Padre, a todos, nos dice hoy «no estén, ni anden agobiados…». Esto sólo se entiende si el Reino de Dios llega a ser el centro de todas nuestras preocupaciones, porque el Reino pide una convivencia, donde no haya acumulación, y donde haya compartir, para que todos tengan lo necesario para vivir.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 6, 24-34, Jesús le señala a los discípulos que el mayor obstáculo para que las personas sean más cercanas y progresen hacia una convivencia más humana y fraterna, es cuando se compromete a dejar a un lado el  culto al dinero. Y les dice: 

"Nadie puede servir a dos señores, porque odiará a uno y amará al otro, o bien obedecerá al primero y no le hará caso al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero. Por eso les digo que no se preocupen por su vida, pensando qué comerán o con que se vestirán. ¿Acaso no vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?" Mt 6, 24-25.

La posición de Jesús es contundente y no deja lugar a discusión, cuando dice: "No se puede servir a Dios y al dinero" porque cuando el dinero está de por medio, las ansias de tener y de acumular riquezas absorben  y dejan a un lado la solidaridad hacia los más débiles y abandonados que viven entre el hambre y la miseria. 

El Papa Francisco nos resalta esta situación en la que hoy el mundo vive, diciendo: "Vivimos en la dictadura de una economía sin rostro y sin objetivo verdaderamente humano. Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más, más lejos del bienestar de esa minoría feliz". Sus palabras son contundentes porque quienes manejan el dinero se han vuelto incapaces de compadecerse de los clamores de los que sufren.

Y, es esta hermanos una gran realidad. "No se puede servir a dos señores" porque si nuestros afanes están concentrados en el poseer cada vez más y en el acumular las riquezas, no le ponemos atención a las cosas de Dios y nuestros pensamientos por servir y hacer el bien por los que sufren y viven en las periferias se dilata.

Señor, que no tengamos miedo a abandonarnos en ti. Que sepamos, que el abandonarnos en ti, implica una entrega de toda nuestra vida. Tú nos has tomado en serio, y por eso te pedimos que nos cuides, nos protejas, nos des la vida y muchos dones.
 
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viernes, septiembre 16, 2022

"Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor."...Salmo 17

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 16 de Septiembre del 2022

La piedad y la Gratitud por la salud recibida eran la causa que las movía a ejercer esta obra de misericordia. Una de ellas era María Magdalena. No hay motivos para creer que la posesión diabólica signifique una vida culpable. Esta presentación de la Magdalena demuestra también que no tiene nada que ver con la pecadora puesto que las mujeres, que iban sido liberadas y perdonadas por Jesús, respondían a su don, con gesto de amor y  las convierte en auténticas discípulas (seguidoras) del Maestro.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 8, 1-3, es un resumen de la actividad pública y evangélica de Jesús. En este, Él asocia a los doce discípulos  con el grupo de mujeres que le seguían y que había sanado de espíritus inmundos y enfermedades. 

Nos dice el texto del Evangelio que "Jesús recorría ciudades y pueblos proclamando la Buena Nueva del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que había sanado de espíritus inmundos y de enfermedades. María Magdalena, de la que habían  salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, mayordomo de Herodes; Susana y otra muchas, que los atendían con sus bienes". Lc 8, 1-3.

Tenemos que recordar que en la época de Jesús las mujeres no eran consideradas dentro de la sociedad y se les tenía poca estima, manteniéndolas siempre al margen de la vida social y religiosa. También, eran sometidas a la práctica de los preceptos y nada más, junto con los niños. 

Y miren, en su vida pública Jesús implantó un movimiento renovador dentro de las costumbres y ritos religiosos del judaísmo donde no se excluía a nadie. Todos tenían la acogida; puesto que Él sabia claramente cuáles eran los sufrimientos de la gente y no se negaba en hablarles y escucharles en cualquier lugar donde  se encontraban. Él fue solidario con todos los que sufrían.

Hermanos,  como lo podemos apreciar, Jesús supera la esclavitud a la que vienen siendo sometidos los hombres y mujeres, y devuelve la dignidad a las mujeres que son las primeras depositarias del mensaje y las convierte en sus apóstoles para que también, recorran pueblos y ciudades. 

Pidámosle al Espíritu Santo que tanto los hombres y mujeres de hoy nos convirtamos en verdaderos testigos del mensaje de la verdad y de la caridad en todas partes del mundo. 

Qué dicha tuvieron los Doce y de las mujeres que supieron reconocerte y por ello dejaron todo para acompañarte y servirte. Permite que encontremos la luz y las fortalezas en esta oración para permanecer siempre fieles a tu gracia, aun cuando se presenten dificultades y problemas.
 
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jueves, septiembre 15, 2022

"Sálvame Señor, por tu misericordia"...Salmo 31.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 15 de Septiembre del 2022

Nuestro camino de fe está unido de manera indisoluble a María desde el momento en que Jesús, muriendo en la cruz, nos la ha dado como Madre diciendo: “He ahí a tu madre”. Estas palabras tienen un valor de testamento y dan al mundo una Madre. Desde ese momento, la Madre de Dios se ha convertido también en nuestra Madre. En aquella hora en la que la fe de los discípulos se agrietaba por tantas dificultades e incertidumbres, Jesús les confió a aquella que fue la primera en creer, y cuya fe no decaería jamás. Y la “mujer” se convierte en nuestra Madre en el momento en el que pierde al Hijo divino. Y su corazón herido se ensancha para acoger a todos los hombres, buenos y malos, y los ama como los amaba Jesús.

Hoy la Iglesia conmemora los dolores de la Santísima Virgen María. Celebración en la que se invita a contemplar sus siete dolores que como madre de Jesús vivió a los pies de la cruz.

Al mirar el texto del Evangelio de hoy tomado de Jn 19, 25-27, vemos a Jesús clavado en la cruz, quien viendo a su Madre y a su lado al discípulo amado, dice a su Madre: "Mujer ahí tienes a tu hijo". Después dice al discípulo: "Ahí tienes a tu Madre". Jn 19, 25-27.

Este Evangelio nos coloca a ti y a mi a los pies de la cruz junto a María, las mujeres que la acompañaban y al apóstol San Juan. Y ahí, contemplar de cerca el sufrimiento físico y emocional de María, la madre de Jesús, sin desestimar lo que también vivían sus acompañantes. Jesús estaba abriendo el corazón de su Madre a la maternidad espiritual de los discípulos representados en la persona del discípulo amado, Juan. Este discípulo había dado muestra de una identidad firme permaneciendo fiel a Él hasta en su crucifixión. Con este gesto, Jesús, convierte a su madre,  Madre la Iglesia. 

Con el ejemplo de humildad  y disponibilidad de María a la voluntad de Dios, nos ha de ayudar a comprender el significado de nuestra Fe en la Misión de anunciar el Evangelio sin ningún tipo de fronteras. 

Pidámosle a la Santísima Virgen María, dolorosa bajo la cruz de su Hijo, que interceda por todos nosotros en todos los momentos de sufrimientos y dificultades para que en medio de ellos, comprendamos y aceptemos su gran ejemplo de confianza a la voluntad de Dios. 

Señor Jesús, aunque experimentemos dificultades y problemas, situaciones de sufrimiento y dolor, momentos difíciles de comprender y de aceptar, siguiendo el ejemplo de María, tenemos la seguridad que todo tendrá una razón y un sentido. Sin embargo somos débiles para ofrecerte que queremos ser purificados en el dolor… simplemente sabemos y confiamos en que nos darás lo que necesitamos para entrar un día en el cielo.
 
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miércoles, septiembre 14, 2022

"No olviden las acciones del Señor."...Salmo 78.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 14 de Septiembre del 2022

La cruz de Cristo es la cruz “en la que se muere para vivir; para vivir en Dios y con Dios, para vivir en la verdad, en la libertad y en el amor, para vivir eternamente”, como bien lo señalaba el Papa San Juan Pablo II.

Escuchemos a Jesús decirnos por primera vez “porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él”. A la luz de este mensaje, de esta experiencia, seamos hoy nosotros los Moisés del siglo XXI. Que Jesús nos use de intermediarios para transmitir su palabra, y qué mejor manera que hacerlo dando un ejemplo correcto de vida cristiana a nuestro entorno, sea este la familia, el trabajo o los amigos. Vivamos con exaltación y busquemos responder nuestras inquietudes en Cristo, El Crucificado… El Resucitado.

Hoy la Iglesia celebra "La Exaltación de la Santa Cruz  y con ella resalta la veneración a las reliquias de la cruz donde murió Jesús que se encuentran en Jerusalén. Ella es símbolo de la Libertad y del amor de Jesús por la humanidad.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 3, 13-17, nos presenta una parte del dialogo que sostuvieron Jesús con Nicodemo en el que Él, le anuncia de manera anticipada su crucifixión. 

Nos dice el texto del Evangelio que Jesús le dice a Nicodemo: "Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en Él tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que cree en Él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios." Jn 3, 13-17.

Jesús pone de ejemplo a Moisés y a través de Nicodemo le hace una promesa a todos aquellos que le siguen para que alcancen la meta: Seguir el camino de la cruz. Y con ello, quiere mostrar a la humanidad que el sufrimiento por sí mismo no sirve para nada si no se hace teniéndole a Él presente, es decir,  Jesús nos abre los caminos para que los pesares y momentos difíciles que vivamos se hagan más livianos. 

Hermanos: La cruz no es ese Madero que representa la crueldad de la muerte de Jesús, ¡No! Ella, ha de ser la guía de nuestra vida.

El Ser de un Cristiano es seguir a Jesús vivo, crucificado y resucitado, ¿porqué rehusar seguir sus huellas? Tenemos que entender que desde el amor se hace posible convertir en alegría las mayores angustias que vivamos.

Que en este día, al mirar la cruz, no solo podamos descubrir la grandeza del amor de Dios sino, cual será nuestro compromiso con el anuncio del Evangelio que da la vida y nos llena del amor eterno, para así ir avanzando al lado de Jesús y poder alcanzar su promesa: La vida Eterna. 

Gracias Señor porque cargaste con nuestros pecados, debilidades y nos invitas a morir a nosotros mismos para vivir para Ti. A los pies de tu Cruz dejamos nuestra familia, descendencia y todo el que se une a esta oración creyendo que al mirarte quedarán extasiados y se levantarán presurosos a seguirte. Inclinando nuestro oído a las palabras de tu boca, recibimos tus bendiciones en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
 
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martes, septiembre 13, 2022

"Somos un pueblo y ovejas de su rebaño "...Salmo 100.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 13 de Septiembre del 2022

El relato de resurrección que hoy que nos presenta el Evangelio no contiene ninguno de los rasgos comunes a otras resurrecciones. Nadie se dirige a Jesús para hacerle una petición de salvación. Jesús caminaba hacia una ciudad, Naín, y contempla algo que no debía ser demasiado extraño: un entierro. Y Jesús observa, Jesús escucha.

El difunto es el hijo único de una viuda. Y eso significaba que su madre quedaba totalmente a la intemperie, sola y sin posibilidades de salir adelante. El hijo era la única posibilidad de vida digna para la madre… Jesús se conmueve. Y la misericordia entrañable se pone en acción. La debilidad, la pobreza, la vulnerabilidad, el desamparo… de la mujer, son una llamada de socorro que Él no puede dejar de atender. Y la fuerza de la vida que reside en Él le devuelve al hijo, y con él la posibilidad de vida. Es una llamada a “despertar” y poner en acción todo aquello que en nosotros está apagado, abandonado, inactivo, “muerto”. Para que los otros tengan vida.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 7, 11-17, nos relata el milagro de Jesús al resucitar a un muerto quien era hijo único de una viuda. Ello ocurre en la entrada de la población de Naín que queda al sur-oeste de Nazaret, en Galilea. 

Dice el texto del Evangelio que: El féretro era acompañado por la madre y de una gran multitud. Jesús al ver a la mujer, le dijo: "No llores". Se acercó, tocó el féretro, y los portadores se detuvieron. Entonces dijo: "Muchacho, te lo ordeno, levántate ". El muerto se incorporó y empezó a hablar. Jesús se lo entregó a su madre. Lc 7, 11-17.

Jesús muestra una vez más su identidad y que como Hijo de Dios, da vida a los muertos. Él, no solo devuelve la vida, sino que también llena de ilusión, de esperanza y confianza; y ante el dolor se compadece, se apiada y participa en ello. Su Misericordia es grande. 

Hermanos: Este es el ejemplo que hemos de imitar de Jesús: Sentir la compasión con todos los que sufren y lloran por las injusticias, y esta compasión es  necesaria hoy mas que  nunca; porque el sufrimiento de los pobres y necesitados, esos a quienes la sociedad ha marginado, Recordemos que Dios es un Dios de milagros y Él muestra su bondad y compasión en medio de nuestras situaciones mas difíciles del  diario vivir.

Señor, tan grande es tu amor que no dejas de compadecerte de cada uno de nosotros, a pesar de las debilidades, porque muchas veces te decimos y te prometemos y no hacemos, te ofrecemos y no cumplimos. Te pedimos hoy que nos des la gracia que nos hará crecer en amor y en fidelidad.

 
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lunes, septiembre 12, 2022

"Proclamen la muerte del Señor, hasta que vuelva"...Salmo 40.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 11 de Septiembre del 2022

Cuánto tenemos que aprender del centurión... Si fuéramos como él nuestra vida sería mucho más sencilla, más llena de amor, más plena, más en comunión con Jesús y la Iglesia, y en el fondo seríamos más felices, más llenos de vida, y eso se notaría a nuestro alrededor: seríamos esa “sal de la tierra” capaz de transformar el mundo. Estoy seguro que ese día en el que la vida del centurión se cruzó con Cristo muchos de los que fueron testigos creyeron y se convirtieron, y no tanto por el prodigio de la curación como por la actitud de aquel hombre y la respuesta que obtuvo de Jesús. Seamos humildes en nuestro trato con Dios, confiemos plenamente en Él, dejemos de lado nuestras circunstancias, nuestros deseos mundanos, nuestros recelos y prejuicios: El Señor sabrá recompensarnos con su infinita misericordia.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 7, 1-10, Jesús nos brinda una gran lección sobre la Fe y la Humildad una combinación perfecta para que Dios, en su bondad, nos otorgue su gracia.

Nos dice el texto del Evangelio que después de haber concluido Jesús su discurso al pueblo en la llanura, entró al pueblo y un centurión que tenía un sirviente a quien estimaba mucho y quien se encontraba enfermo y a punto de morir. Habiendo oído hablar de Jesús, le envío unos judíos notables a pedirle que fuese a sanar a su sirviente. Se le presentaron a Jesús y le rogaron insistentemente, alegando que se merecía ese favor, y le decían: "Ama a nuestra nación y él mismo nos ha construido la Sinagoga". Jesús fue con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el Centurión le envió  unos amigos a decirle: "Señor, no te molestes; no soy digno de que entres bajo mi techo. Por eso yo tampoco me consideré digno de acercarme a ti. Pronuncia una Palabra y mi muchacho quedará sano. Dilo de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes, y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; y a mi criado: "Haz esto", y lo hace" Al oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo: "Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe." Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano. 

Como lo vemos en el texto, el Centurión confío absolutamente en Jesús y demostró una Fe que no tenía límite alguno al decir: "Basta que digas una palabra y mi siervo sanará" 

Jesús había recién terminado de dar su catequesis a la gente en Sermón de la llanura y al terminar, pone en práctica lo que acababa de enseñar: Hacer el bien a quienes lo requieran.

Él le demuestra a la gente que su Palabra es eficaz y transformadora. Además, lleva en su interior, el amor incondicional de Dios. 

Como lo demuestra el Centurión, la Fe es amor y ese amor no puede ser propiedad privada de nadie, pues este debe ser compartido con humildad a quienes lo necesitan. 

Por tanto hermanos, la Fe exige sacrificio y una aceptación total de Dios. Este mensaje de hoy nos ha de dejar un poco inquietos al mirar muy de cerca la actuación del Centurión; porque gracias a su fe, obtuvo del Señor ese milagro a pesar de ser pagano. Por ello, preguntémonos: ¿Nos hemos dado cuenta que a veces hemos sido superados en la fe por otros hermanos que no son practicantes de nuestra religión? 

Señor, enséñanos a orar. A saber pedir lo que realmente conviene para nuestra salvación y a la de mis hermanos. Que seamos dóciles a tus tiempos y disposiciones y que no nos agitemos queriéndote imponer lo que consideramos el mejor bien. Que sepamos suplicar con aquella confianza de tu madre Santísima en las bodas de Caná, no dudar nunca de tu cercanía, de tu interés, de tu gran amor, aunque no seamos dignos ni podamos corresponder, sin tu ayuda, a este gran amor.
 
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domingo, septiembre 11, 2022

"Me levantaré, me pondré en camino a donde está mi Padre"...Salmo 51.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 11 de Septiembre del 2022

Dios, en su infinita bondad, no cesa de colmarnos de sus gracias y hasta cumple con nuestros caprichos. No importa si le agradecemos o no. Lo más hermoso es ver que Dios no se cansa y por mucho que nos alejemos de Él, cuando deseamos volver, ahí está con los brazos abiertos esperándonos con un corazón lleno de amor.
Dios es el Pastor que se alegra al encontrar la oveja perdida. Él es el Padre misericordioso que espera a su hijo perdido con grandes ansias, le perdona cualquier falta cuando ve un verdadero arrepentimiento y lo llena de su amor. 

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 15, 1-32, Jesús le enseña a los Escribas y Fariseos lo que significa el amor a Dios: Un Dios de Amor que se transforma en Misericordia.

Haciendo un resumen muy breve del texto del Evangelio (La Parábola del Hijo Prodigo o también, la del Padre Bueno) podemos ver en ella al hijo menor de una familia,  que le dice a su padre: "Dame la parte que me toca de la herencia" Lc 15, 12. Quiere ser libre, disfrutar la vida y romper todas las ataduras a que viene viviendo en casa. El padre accede a su petición sin hacerle ninguna contradicción y le da su parte al hijo, quien sale de inmediato de su casa a vivir su fantasía. 

Así, se marcha a país lejano y se instala en una ciudad donde vive una vida desordenada y allí, convierte su vida en un drama pues se gasta todo lo que recibió e inicia un tiempo terrible de ansiedad y hambre y solo sobrevive cuidando cerdos como esclavo de un extraño.  

Al verse en esa situación, comenzó a extrañar su antigua vida y reconoce su error y se dice para si: "Yo aquí me muero de hambre, a cuantos jornaleros de mi padre les sobra el pan. Me pondré en camino a casa de mi padre y le diré: Trátame como uno de tus jornaleros" y se puso en camino hacia la casa de su padre. Lc 15, 17-20.

Esta parábola de hoy, expresa la gran Misericordia de Dios sobre el pecador que se arrepiente. En ella se muestra el modo y la forma fácil en la que un hombre cae en el pecado y se hace esclavo de este, hasta alcanzar una vida miserable. 

Pero, hay algo muy importante: El arrepentimiento y el deseo del regreso a la casa de Dios. Y allí, se logra encontrar con su infinita Misericordia y el Perdón. 

Hermanos: ¿Cuántas son las veces que ese Dios tan bueno nos ha recibido en sus brazos y nos  ofrece la reconciliación, el perdón y la paz? 

Somos pecadores pero en ti y en mi esta la decisión de regresar a la casa y dejarnos abrazar por el Padre con sencillez, humildad y confianza.

Hoy aún cuando estemos lejos de ti, fijas tu mirada en nuestro interior, reconoces nuestra debilidad y movido en misericordia nos haces fuertes, nos haces nuevo, nos regalas un nuevo corazón porque somos tu perla preciosa. Se conmueven tus entrañas ante las necesidades espirituales y materiales de nuestra familia, descendencia y todo el que se une a esta oración, las suples y les das de lo mejor de tu casa. Gracias Señor

 
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