lunes, septiembre 19, 2022

"El justo habitará en tu monte santo, Señor"...Salmo 15.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes Septiembre 19 del 2022

La Palabra de Dios es la Luz que ilumina al mundo. Recibirla con verdadera fe implica hacerla arder en el candelero de mi vida a la vista de todos, pero ocultarla por miedo o vergüenza es poner en evidencia nuestras oscuridades, mediocridades, hipocresías. Por eso es importante descubrir que la Palabra de Dios se dirige personalmente a cada uno de nosotros y en nuestras circunstancias concretas y es una Palabra de Salvación, de felicidad, pero que ciertamente implica una respuesta sincera y comprometida: la mía, no la de mis contextos familiares o de conveniencias…

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 8, 16-18, Jesús le dice a la muchedumbre que le seguía: "Nadie enciende una lámpara y la tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; la pone en el candelero para que los que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. A ver si me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener" Lc 8, 16-18.

Jesús les da a entender a quienes le siguen, que el que crea en Él, vivirá en la luz; y este, como iluminado por su presencia, se transforma y hace nuevas todas las cosas, pues la luz que Él irradia es signo de la transformación y lo convierte en Buena Noticia para la humanidad. 

Hermanos, Jesús nos ha dicho: "Ustedes son la luz del mundo" y con estas palabras ha encendido una luz y la ha puesto en nuestras manos para que vayamos a todos los lugares a iluminar a otros. Y, al ser portadores de su Luz, nos convierte en testigos del Evangelio para que con su gracia hagamos retroceder la oscuridad que hoy se hace visible en el mundo y nos invita a descubrir su dimensión y su profundidad. 

Miremos algo muy importante del documento de Aparecida No.29, que dice: "Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado   es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestras palabras y obras, es nuestro gozo"

Señor, ayúdanos a hacer esta meditación con un corazón desprendido, consciente que todo lo que tenemos es don y gracia recibida de ti, destinada a iluminar nuestro camino y el de los demás. Que sepamos superar todas las dificultades, temores o tribulaciones que nos aparten de cumplir la misión de ser luz para los demás.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:06 a.m. | Permalink |


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