miércoles, agosto 29, 2012
SI CONOCIERAMOS EL AMOR DE DIOS

Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
 (Mat 5:3)
Me encontraba muy de mañana cierto día a la espera de ser atendido en una consulta médica y contiguo a mí se hallaba una señora de unos setenta y cinco años aproximadamente con quien conversaba a cerca de los servicios que la entidad prestadora de salud a la cual estábamos afiliados, suministraba.
 
Sorpresivamente interrumpimos la conversación al mirar el paso de un indigente con un semblante de cansancio y de edad avanzada quien llevaba sobre sus hombros un costal a reventar lleno de desechos y en su otra mano una botella de licor principiada.

Sin perderlo de vista en silencio lo mirábamos sin hacer ninguna clase de comentarios.
Toqué entonces el tema de la pobreza que vivimos en nuestro medio y de la necesidad que tenemos como cristianos de trabajar hombro a hombro para insertarnos en las comunidades pobres y en todos los estamentos sociales y gubernamentales para buscar soluciones a esa gente necesitada del amor, justicia y misericordia.
Le dije. Señora fíjese como son las cosas. Ese hombre que paso cabizbajo, reflejaba en su rostro la tristeza y quizás las frustraciones de no haber logrado obtener lo que quería para sí. Debe llevar hambre y sueño por el trasnocho que tuvo que soportar al ir rebuscando entre las basuras lo poquito que lleva y que le pueden comprar. ¿Se dio cuenta que además del costal cargaba en su otra mano una botella de licor ya empezada? ¿Ira Ingiriendo licor tan temprano?
 
Me dijo entonces la señora: Mire señor, cuantas necesidades tiene la gente de esta ciudad. Ese señor debe ir haciendo eso para mitigar sus penas y necesidades. Cuantos son los que andan así en nuestra ciudad. Pero mire, la clase política que nos gobierna, que conoce esa situación no hacen nada, solo se hacen los de las orejas sordas. Hay tanta pobreza que muchos de ellos para lograr lo necesario salen a las calles a robar y hasta matar para llevar a su casa lo necesario del día.

 Ya no existe ley que no violen. ¿No ha visto eso en los periódicos y en la televisión? No hay respeto y existe mucho desorden social. En los barrios proliferan las pandillas, ya no se puede salir a la calle ni sentarse en las terrazas de las casas por tanta inseguridad. Yo le respondí: Si señora es verdad. Parece ser que nos hemos ido olvidando que Dios es y ha sido todo amor en todas las circunstancia de la vida y es allí precisamente, donde nacen todas estas clases de situaciones.
 
Le continúe diciendo: Es tan cierta mi afirmación que la juventud de hoy ya no quiere conocer a Dios. Y es que la clase política y social es responsable de ello. Recuerda que antes en las Instituciones Educativas existía la cátedra de Religión y ya eso se acabó. Ya no hacen ni se interesan en hacer actividades religiosas con los alumnos porque los gobernantes implementaron leyes que echan a un lado esta asignatura. Tenemos que hacer algo.

Me dice la señora: Cuán importante es la Biblia. A lo que le respondí: Si señora. Pero no solo es eso, debemos tenerla en nuestras casas y leerla todos los días, conocer su contenido, discernirlo. Pero lo más importante es aplicar donde nos encontremos esa enseñanza que nos transmite. Siendo testigos de esa sabiduría y ese amor que Dios nos transfiere a los hombres.
 
Mire como es de sanador el recordar cómo Dios se siente frente a estas situaciones. Recordemos lo que nos dice la Biblia a cerca del pueblo de Judá cuando también vivía situaciones muy similares a las nuestras: En uno de los apartes podemos leer y meditar sus palabras cuando nos dice: "Yo mismo voy a buscar a mi rebaño y me ocuparé de él".
 

Nos envía a su Hijo Unigénito, Jesús el Salvador como el perfecto Buen Pastor. Él nos recoge y suavemente nos abraza, besa nuestras heridas, y nos lleva a donde necesitamos ir, mientras descansamos y nos recuperamos.


Para descansar verdaderamente en los brazos del Divino pastor, nosotros necesitamos perdonar a quienes nos han tratado mal.

Sólo Jesús nos puede llenar el corazón de amor si nosotros se lo permitimos. Sólo con Jesús podemos encontrar verdes praderas, aguas tranquilas, y la reparación de nuestras fuerzas siempre que lo necesitamos. Sólo con Jesús podemos encontrar el sendero correcto en medio de nuestros valles oscuros. Sólo con Jesús pueden nuestras vidas derramarse de bondad y de misericordia hacia los más pobres e indefensos; aquellos como ese hombre que hemos visto a quien no le hemos tendido la mano y brindarle nuestra ayuda 
 

Me dice la señora: ¿Señor usted porque sabe estas cosas? Le respondí: Desde hace doce años pertenezco a una comunidad religiosa llamada Salvatorianos Laicos. Nuestro compromiso es vivir y asumir la vida poniendo en práctica los Valores del Reino de Dios en medio de todas las actividades que desarrollemos en el campo social; induciendo a los hombres y mujeres, niños y niñas a realizar una vida moldeada por las manos de Dios para brindar asistencia y acompañamiento al pobre y necesitado a la manera como Jesús lo concibió y como el Fundador de la Sociedad del Divino Salvador Padre Francisco María de la Cruz Jordán nos dejó como herencia perpetua.

Me dijo: Que interesante. Y donde se encuentran ustedes, A lo que le dije: Estamos en varias ciudades de Colombia y del mundo, aquí en Cartagena, nuestra sede es en el barrio de Manga, puede averiguar por nosotros en la Parroquia Santa Cruz de Manga.

Señor, Dios le siga llenando de su sabiduría, narrare a otros esta linda experiencia vivida y les invitare a que les visiten o se pongan en contacto con ustedes.
 Tomando su turno con el Médico general, entro a su cita y nos despedimos.
 
OH SEÑOR QUE GRANDE ERES, TE MUESTRAS EN MEDIO DE TODAS NUESTRAS CIRCUNSTANCIAS DE LA VIDA. GRACIAS POR TU INMENSO AMOR.
 
posted by Laureano García Muentes at 4:32 p.m. | Permalink | 0 comments
jueves, agosto 23, 2012
LOS IDEALES DEL HOMBRE DE HOY


Me encontraba cierto día en un centro comercial de Bogotá, ciudad capital de Colombia y sentado junto a mi esposa e hijos en una heladería observaba con preocupación el actuar de la gente. Veía como unos con comportamientos pasivos caminaban charlando sobre sus necesidades y sus posibilidades de compra y otros como autómatas con sus miradas desviadas, caminaban apresurados y como si nada les importara observaban preocupados buscando la forma quizás, para obtener el dinero y así, darse los mejores gustos y placeres.

Recuerdo que era domingo, día de fiesta, día en que por lo general las familias salen a pasear poniéndose la mejor de la ropas queriendo estar todo el día juntos y con el deseo de participar en la  celebrracion de la Santa Misa.

Me preguntaba para sí.  Caramba la gente parece estar más preocupada por el dinero y el placer que por Dios. Eso lo pensaba porque notaba que muchos de los caminantes estaban en otra actitud, diferente a la mía. Parecía que ellos estaban desplazando al Ser más importante de la vida que es Dios, concentrado su mirada solo en unos modernos ídolos que tienden a ocupar el lugar más importante de la voluntad.  
Creyera que solo se vive para ganar dinero "hacer plata", o para "gozar la vida" y nada más.

Estando ya en casa de mi hija y preocupado por la vivencia percibida, me puse a reflexionar:
Si volcáramos la mirada a la época antigua, conoceremos que muchos eran los hombres que apartándose de Dios concentraban sus fuerzas e ideales en unas estatuas a quienes denominaban dioses y creian que representaban las fuerzas de la naturaleza y las realidades sociales;  según ellos, tenían poder sobre la vida de los seres humanos.

Sinceramente en el contexto moderno que  vivimos, hemos concebido ídolos a los actores del cine y la televisión, a los cantantes, a los deportistas e incluso a los líderes políticos a quienes aclamamos y seguimos  por una oportunidad de trabajo o para que nos sirva como fuente para obtener el dinero y de hecho el placer.
Y la verdad es que con el dinero que vamos obteniendo de una fuente de trabajo digno, esperamos abrigar la estabilidad económica, la seguridad, darle un poco de sentido al valor personal, como también obtener múltiples bienestares familiares como lo es, la vivienda, los enseres domésticos, etc. Pero miren, hay muchos  que quieren obtener los dineros de actividades ilícitas lo mal utilizan; y teniéndolo en abundancia, se creen superiores y con mucho poder para oprimir a los más, crean la envidia y su propio elogio y solo buscan el dinero por el dinero. Y siempre quieren tener mucho más.

Y es esto tan cierto que del placer de tenerlo se espera la sensación de sentirse bien, y de vivir intensamente. Pero ojo, en los placeres se esconden muchas venturas prohibidas cuando sobrepasamos los límites.
Lo más grave de todo esto es que en medio de tanta arrogancia y desenfreno despojan del lugar que le corresponde a Dios, sin pensar que en El hay que poner toda nuestra seguridad y todo el fundamento de nuestro valor personal. 

Cuando nos olvidamos de Dios, fácilmente nos convertimos en agentes de la destrucción y de la mentira que acaban con esclavizándonos, nos dañan y nos deshumaniza.  
Jesús nos dice claramente que no se puede servir a la vez a dos Señores, es decir a Dios y al dinero y nos recuerda que si recibimos riquezas de cualquier tipo debemos considerarnos como simples administradores de ellas, por las que hemos de dar cuenta un día a quien nos las dio.

El placer con suma facilidad nos envicia y esclaviza, y al final nos deja a quien vivimos para él, vacíos y aislados de todo lo demás. También, cuando el placer llega a ser un ídolo, miente y degrada. Lo que antes gustaba, harta y aburre, y uno se ve arrastrado a buscar sensaciones cada vez más fuertes.
Miren, el dinero y el placer han establecido entre sí una alianza. Se busca tener dinero para gastarlo proponiéndonos el placer, que es ese falso fantasma de la felicidad. Tengamos mucho cuidado porque todo el consumismo está fundado en este binomio.

Después de meditar esta experiencia, pedí a nuestro Salvador que llenara de apasionamiento a esa gente que hoy vive aislada de Él y  les permitiera abrir su imaginación para que le conocieran y le busquen como el Único Camino que llena de felicidad verdadera.

SEÑOR, DANOS LA SABIDURIA PARA DISCERNIR TU PALABRA Y PODAMOS DARTE A CONOCER EN MEDIO DE TODA DIFICULTAD
 
posted by Laureano García Muentes at 9:43 a.m. | Permalink | 0 comments
martes, agosto 21, 2012
ATRÉVETE A CAMINAR CON ÉL
Les presento mi obra: ATRÉVETE A CAMINAR CON ÉL , Un libro que contiene las vivencias y reflexiones de una vida transformada extractadas de este blog: QUERIDOS SALVATORIANOS las que nos ayudaran a encontrar en medio de las dificultades a Jesús- El amigo fiel, que nos transforma y nos lanza a la aventura de una vida nueva.

Tiene un costo promocional de $ 15.000.oo pesos Colombianos.
Pedidos: lgarciasds1@hotmail.com
 
posted by Laureano García Muentes at 6:16 a.m. | Permalink | 0 comments
jueves, agosto 09, 2012
¿BUSCAR A DIOS EN UN DESIERTO?
¿Buscar a Dios en un desierto? ¿Acaso Dios se encuentra en un lugar alejado? ¿Como así? ¡Eso me parece absurdo! Me respondía una persona cierto día en una de las reuniones de la pastoral de Evangelización, cuando me refería a la importancia de buscar por todos los medios la presencia de Dios en nuestras vidas.

Le dije: Si! Hay una razón para hallar a Dios en el desierto. A Él, lo podemos encontrar en un momento de la vida cuando nos hallamos desesperados  y fatigados por andar en un mundo esclavizado y apartado de su presencia.

Descubrir la presencia de Dios en los momentos difíciles es una maravilla, le expresaba yo. El con insistencia me decía: ¿Cómo consigo yo encontrarlo lleno de problemas y dificultades?

Mira, le respondí: Entre más nos sintamos que estamos abandonados y cansados por nuestros problemas más cerca esta Dios de nosotros y lo particular del caso, es que trata de ayudarnos para restaurarnos.

¿Que nos pide a todos? Dirigí mi concepto a los que se encontraban en la reunión. Que tomemos una sola y única decisión. Dejar atrás todo lo que nos zarandea y esclaviza y sin mirar lo que vamos dejando a un lado seguir a Dios con paso firme.

Pero para recibirlo en nuestros corazones, debemos simplemente detenernos. Entrar en su presencia, entrar en un desierto con El a nuestro lado, y confesarle con firmeza en nuestra intensión: dejar de hacer lo que hemos estado haciendo mal, es decir, dejando de correr tras lo que pensamos que necesitamos y que nos embelesa. Dejar de  quejarnos ante las situaciones que atravesamos, aceptar las cosas como son y dejar de reaccionar como si los sentimientos representaran exactamente la verdad. Y por último, dejarle que actué en nuestra vidas.

Tenemos que sentarnos a discernir sobre nuestra vida y destapar el baúl donde guardamos todo aquello que con gran recelo en el corazón, no queremos nunca mover, esas cosas que en un momentos menos pensados, nos oprimen y encierran en sí mismo, que nos hacen sentir muchas veces derrotados, oprimidos e insignificantes. Hacer eso, nos ayuda a que recobremos la confianza y pongamos en Dios nuestras ilusiones y esperanzas.  

Ahora les pregunto: ¿Alguna vez hemos resuelto los conflictos solos y aun así, después de creer que lo hemos solucionado nos sentimos vacíos y fatigados?  ¿Alguna vez nos hemos propuesto escapar de esas cosas que nos atraen y que sabemos que nos hacen daño al alma? ¿Nos hemos sentido postrados, desesperados, con dificultades como si estuviésemos recorriendo solos un desierto? ¿Hemos sentido a Dios demasiado lejos?

Miren les decía a todos en la reunión: Así se sintieron los israelitas en el desierto cuando salieron de Egipto después de estar esclavizados y oprimidos, ellos se sintieron derrotados por Dios en lugar de amados; ellos necesitaron su fortalecimiento.

Precisamente, fue en el desierto donde los israelitas fueron reforzados y preparados para llegar triunfantes a la Tierra Prometida. Ellos tuvieron que dejar de correr hacia su destino y vagar lentamente alrededor del desierto, deteniéndose por períodos largos.

Fue en el desierto donde Jesús fue reforzado y preparado para su batalla contra Satanás; tuvo que tomar un tiempo de cuarenta días para prepararse para enfrentar el gran desafío que su Padre-Dios le había misionado para llevar a los hombres hacia la salvación.

El tiempo del desierto es un período para orar, entregarse en las manos de Dios y descansar,  antes del reedificar. Si creemos en la Palabra de Dios celebraremos con tambores, guitarras, pianos o CD o lo que tengamos, gritando de alegría, proclamando las bondades de Dios.

SEÑOR, REEDIFICA NUESTRAS VIDAS Y LLÉNANOS EL CORAZÓN DE ESPERANZAS EN UNA VIDA NUEVA.


 
posted by Laureano García Muentes at 11:39 a.m. | Permalink | 0 comments
viernes, agosto 03, 2012
MANTENGAMOS LA FE FIRME EN DIOS
Me decía un amigo hace unos días cuando comentábamos a cerca de la fe: ¿Cómo puede mantenerse nuestra fe constante, cuando permitimos que las circunstancias de nuestras vidas quiten nuestros ojos de Jesús?

De verdad hoy estamos enfrentados a muchas situaciones que nos atraen, pero recuerda lo que les pide Jesús a quienes le seguimos: que estamos amenazados por el mundo y que vamos a caminar en medio de lobos, para ello es necesario que nos mantengamos firmes y orando al Padre para que nos fortalezca cada vez más la fe.

Cuando no estamos centrados en Jesús y preferimos todo lo que nos ofrece el mundo, cambiando nuestros ideales por cosas superfluas, nos vamos a sentir débil y muy vulnerables y fácilmente somos sacudidos ante esa lucha que enfrentamos.

Miren como es el pecado del mundo. Cuando estamos sucumbido en el, nos llenamos de temores y empezamos a desconfiar de Dios y vamos confiando mas en nuestras propias suposiciones.

Si nuestras decisiones son firmes y depositamos toda nuestra confianza en Dios, El, nos ayudara y nos mostrara sus caminos que ira contradiciendo todos aquellos supuestos episodios que hemos tomando y que nos desvían de sus manos.

Me decía, con mucha preocupación: Hace algunos años, las malas noticias casi estaban destruyendo mi fe. Y con tristeza me refirió:
“Junto a mi familia nos sucedió algo que nos marco la vida. Después de ocho meses de sosiego por la falta de trabajo, decidimos poner en venta la casa donde vivimos y construimos nuestro hogar, le colocamos un precio muy accesible y con grandes facilidades de pago. Pero no te alcanzas a imaginar, me decía, vimos con nuestros propios ojos que muchas casas que estaban con un precio más alto y sin las facilidades para su adquisición, se vendían y la nuestra no.
Nos pusimos a orar y le colocamos la venta de la casa en las manos de Dios, pero viendo que ello no ocurría, nos vino la preocupación y la desconfianza en Dios y comenzamos a afirmar que Dios, no se preocupaba por nosotros, sino de esos otros que han vendido a buen precio y en forma rápida sus casas.
Ante tanta ironía, pudimos reflexionar como buenos cristianos colocando nuestra situación en Dios y orando con insistencia le pedíamos su ayuda.
Y efectivamente, después de insistirle vimos las evidencias que nos proporcionaba a toda la familia. La casa a la que aspirábamos cambiar y que no estaba a nuestras posibilidades económicas fue vendida a otra persona, nuestra casa fue vendida a un buen postor, los problemas se fueron solucionando y a razón de ello, nuestro hijo más pequeño pudo  terminar en el Jardín de niños sin tener que cambiar escuela. Dios nos dio amigos que en esas dificultades oraron por nosotros.
Yo le dije: Mira, Las obras de Dios suceden cada día, especialmente durante las dificultades. Por ello es importante que profundicemos más en la confianza en El y permitámosle que nos transforme, pidiéndole con toda firmeza que aumente en nosotros la fe.
Ten presente siempre que la desconfianza es un rechazo de la bondad de Dios.
Reconociendo las bondades que nos regala cada día Dios nos despedimos y se fue agradeciéndole por haberle llenado a él y a toda su familia de confianza y de una fe más firme.
SEÑOR, MUESTRANOS CADA DIA TUS BONDADES Y DANOS UNA FE FIRME PARA NO DEJARNOS SEDUCIR POR LAS COSAS DEL MUNDO.


 
posted by Laureano García Muentes at 5:30 p.m. | Permalink | 0 comments
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