viernes, agosto 03, 2012
MANTENGAMOS LA FE FIRME EN DIOS
Me decía un amigo hace unos días cuando comentábamos a cerca de la fe: ¿Cómo puede mantenerse nuestra fe constante, cuando permitimos que las circunstancias de nuestras vidas quiten nuestros ojos de Jesús?

De verdad hoy estamos enfrentados a muchas situaciones que nos atraen, pero recuerda lo que les pide Jesús a quienes le seguimos: que estamos amenazados por el mundo y que vamos a caminar en medio de lobos, para ello es necesario que nos mantengamos firmes y orando al Padre para que nos fortalezca cada vez más la fe.

Cuando no estamos centrados en Jesús y preferimos todo lo que nos ofrece el mundo, cambiando nuestros ideales por cosas superfluas, nos vamos a sentir débil y muy vulnerables y fácilmente somos sacudidos ante esa lucha que enfrentamos.

Miren como es el pecado del mundo. Cuando estamos sucumbido en el, nos llenamos de temores y empezamos a desconfiar de Dios y vamos confiando mas en nuestras propias suposiciones.

Si nuestras decisiones son firmes y depositamos toda nuestra confianza en Dios, El, nos ayudara y nos mostrara sus caminos que ira contradiciendo todos aquellos supuestos episodios que hemos tomando y que nos desvían de sus manos.

Me decía, con mucha preocupación: Hace algunos años, las malas noticias casi estaban destruyendo mi fe. Y con tristeza me refirió:
“Junto a mi familia nos sucedió algo que nos marco la vida. Después de ocho meses de sosiego por la falta de trabajo, decidimos poner en venta la casa donde vivimos y construimos nuestro hogar, le colocamos un precio muy accesible y con grandes facilidades de pago. Pero no te alcanzas a imaginar, me decía, vimos con nuestros propios ojos que muchas casas que estaban con un precio más alto y sin las facilidades para su adquisición, se vendían y la nuestra no.
Nos pusimos a orar y le colocamos la venta de la casa en las manos de Dios, pero viendo que ello no ocurría, nos vino la preocupación y la desconfianza en Dios y comenzamos a afirmar que Dios, no se preocupaba por nosotros, sino de esos otros que han vendido a buen precio y en forma rápida sus casas.
Ante tanta ironía, pudimos reflexionar como buenos cristianos colocando nuestra situación en Dios y orando con insistencia le pedíamos su ayuda.
Y efectivamente, después de insistirle vimos las evidencias que nos proporcionaba a toda la familia. La casa a la que aspirábamos cambiar y que no estaba a nuestras posibilidades económicas fue vendida a otra persona, nuestra casa fue vendida a un buen postor, los problemas se fueron solucionando y a razón de ello, nuestro hijo más pequeño pudo  terminar en el Jardín de niños sin tener que cambiar escuela. Dios nos dio amigos que en esas dificultades oraron por nosotros.
Yo le dije: Mira, Las obras de Dios suceden cada día, especialmente durante las dificultades. Por ello es importante que profundicemos más en la confianza en El y permitámosle que nos transforme, pidiéndole con toda firmeza que aumente en nosotros la fe.
Ten presente siempre que la desconfianza es un rechazo de la bondad de Dios.
Reconociendo las bondades que nos regala cada día Dios nos despedimos y se fue agradeciéndole por haberle llenado a él y a toda su familia de confianza y de una fe más firme.
SEÑOR, MUESTRANOS CADA DIA TUS BONDADES Y DANOS UNA FE FIRME PARA NO DEJARNOS SEDUCIR POR LAS COSAS DEL MUNDO.


 
posted by Laureano García Muentes at 5:30 p.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>