lunes, marzo 18, 2024

"Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tu vas conmigo"... Salmo 23

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 18 de Marzo del 2024

INTRODUCCION:

“El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”. Estas palabras de Jesús, suenan como una respuesta a toda la campaña de acoso y derribo que los escribas y los fariseos desarrollan para quitarlo de en medio. Contemplamos una vez más el saber estar de Jesús, su astucia, su capacidad para hacer presente la justicia de Dios, que es distinta de la humana, que lleva a su plenitud en el amor la ley de Moisés. Dios no condena, perdona. Jesús no minimiza ni tolera el mal, el pecado: “vete y no peques más”, El, nos manifiesta la misericordia de Dios que rechaza el pecado y acoge y perdona al pecador. Si nos limitamos a juzgar los hechos, podemos buscar y encontrar caminos de liberación; en caso contrario, condenamos a la persona sin procurar el cambio de la realidad. ¿Qué juzgo: los hechos o la persona? Miremos nuestras manos, ¿están libres para tenderlas en ayuda o están ocupadas por piedras?

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 8, 1-11, podemos apreciar que los judíos pretendían tenderle una trampa a Jesús con una mujer que había sido sorprendida en adulterio. Ellos trataron de enfrentarlo con el pueblo y hacerlo aparecer  que violaba abiertamente la ley al perdonarle del delito cometido y así, tener prueba de como acusarlo ante las autoridades judías. 

Dice el texto del Evangelio que "Jesús se había dirigido por la noche al monte de los Olivos a orar y por la mañana regreso al Templo.  Y todo el pueblo acudía a Él. Entonces se sentó y se puso a enseñarles. Los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen en medio y le dicen: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?" Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: "Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra". Jn 8, 1-7.

Jesús se mostraba bondadoso, amable y compasivo con todos los pecadores pero duro con los hipócritas. Él manifestó su misericordia  a la mujer adúltera que estaba a punto de ser condenada a golpes hasta morir, solo por cumplir con los precepto que les imponía la ley judía. Jesús les demuestra a los Letrados y Fariseos presentes como también al pueblo que No hay pecado que el Señor no perdone si se acude a Él. No es la gravedad del pecado que condena sino la honestidad del arrepentimiento. 

Miren, Jesús desconcierta a sus acusadores al no desconocer la ley cuando les dice: "El que se sienta libre de pecado que tire la primera piedra". Ninguno tiró una sola piedra y se fueron porque se sentían cuestionados ellos  también. 

Hermanos: El mensaje que nos regala hoy el Evangelio es un desafío también para nosotros pues nos invita a cambiar a fondo nuestras actitudes y a ser misericordiosos como lo fue Jesús con los pecadores. Él fue el maestro que abre caminos a quienes han fallado liberándolas del sus pecados diciéndoles: "¡No vuelvas a pecar!".

Señor, ayúdanos a mirar como Tu, Señor. A ver el lado bueno de las personas. A no recrearnos con el sufrimiento ajeno. A no ser altavoz de calumnias y mentiras. A ser personas y no jugar a ser jueces.

 
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domingo, marzo 17, 2024

"Oh Dios, crea en mí un corazón puro"...Salmo 51

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 17 de Marzo del 2024

INTRODUCCION:

Muriendo en tierra, el grano de trigo produce una rica cosecha. Muriendo en la cruz, Jesús nos da vida eterna. También nosotros discípulos de Jesús debemos arriesgar la vidas por los demás. Estamos al final del camino de la Cuaresma. El Evangelio de hoy nos invita a que nos detengamos un poco y reflexionemos seriamente, con sinceridad, sin temor; ¿Cómo estamos viviendo nuestra vida como seguidores de Jesús? Hermanos, esta pregunta es de vital importancia, ya que sigue un hilo conductor que está marcado por lo que hemos estado viviendo en este tiempo de la Cuaresma. Jesús nos da la clave: Hay que morir para vivir, hay que olvidarse de sí para ser hombres y mujeres de Alianza. El nos lo explica hoy con una preciosa imagen: El grano de trigo en tierra.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 12, 20-33, Jesús anuncia a la gente que su Reino se extenderá a toda la tierra cuando sea levantado en la cruz y deja entrever que su muerte, lejos de ser un fracaso, será lo que dará fecundidad a su vida. Su suerte está echada. Los judíos y sus dirigentes habían ya decidido que Jesús debía morir. 

Dice el texto del Evangelio que "Habían unos griego que habían subido para los cultos de la fiesta. Estos se acercaron a Felipe, que era natural de Betsaida de Galilea, y le dijeron: "Señor, queremos ver a Jesús". Felipe se lo dijo a Andrés, y los dos juntos se lo hicieron saber a Jesús. Jesús contestó: "Ha llegado la hora en que Dios va a glorificar al Hijo del hombre. Yo les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda infecundo; pero si muere dará fruto abundante. Quien aprecia su vida terrena, la perderá; en cambio, quien sepa desprenderse de ella, la conservará para la vida eterna. Jesús les dio la clave: hay que morir para vivir, hay que olvidarse de sí para ser hombres y mujeres de Alianza. Y se lo explicó con una preciosa imagen: el grano de trigo en tierra.

Jesús asegura que "Sí el grano de trigo caído en tierra no muere, queda solo, pero si muere, dará muchos frutos" con estas palabras Él da a entender a la gente que La Cruz es fecunda porque es fuente inagotable de vida nueva. Ella, lleva en sí, la fuerza regeneradora del amor de Dios.

Hermanos, todos bien sabemos que la semilla puesta en tierra tiene que morir para que brote la vida y de frutos. De esa misma manera, Jesús murió en una cruz y el fruto de su muerte fue darnos una vida en plenitud. Hoy nosotros como sus discípulos vamos siguiendo sus huellas y estamos dispuestos a entregarnos nosotros mismos para que otros sean felices y tengan vida eterna.

Este Evangelio de hoy nos ha de cuestionar seriamente sobre si nuestra atención a las preguntas, dudas o curiosidades que nos impiden conocer a Jesús. ¿Cómo les respondemos? La respuesta que ha bien demos debe ser honesta, clara y precisa. 

Señor en esta Cuaresma, queremos acompañarte en todo momento. Cuenta con nosotros para lo que quieras. Aunque a veces no nos alcancen las fuerzas sabemos que en Ti las encontraremos; y cuando te tengamos a ti, todo lo podremos, porque contigo todo es posible.
 
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sábado, marzo 16, 2024

"Señor, Dios mío, a ti me acojo"... Salmo 7

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 16 de Marzo del 2024

INTRODUCCION:

El evangelio de hoy nos muestra las distintas reacciones que “los discursos” de Jesús producían entre sus oyentes. Desde los que le aceptaban declarándole “el profeta”, “el Mesías”, hasta los que buscaban prenderle y detenerle, como los sumos sacerdotes y fariseos que pidieron explicaciones a los guardias del Templo porqué no le habían detenido, a lo que respondieron: “Jamás ha hablado nadie así”. Impresiona la terquedad de los dirigentes religiosos en tiempos de Jesús: -escribas, saduceos, fariseos- hombres que se han pasado la vida con las Escrituras en las manos.  Tienen una grave enfermedad. Podríamos llamar “cardio-esclerosis” (endurecimiento del corazón). Están viviendo a costa de la explicación de las Escrituras. Ellos se creen los maestros de Israel. Pero no aceptan a Jesús. Ni aceptaron las palabras de los mismos guardas enviados por ellos: “Jamás ha hablado un hombre como este hombre”. Les dicen que se han dejado “embaucar”. Jesús cautiva, Jesús seduce, Jesús fascina, Jesús arrastra, Jesús embauca. Y nosotros los cristianos de todos los tiempos nos debemos dejar seducir y cautivar por Jesús.  Los que ponen la mano en el arado y miran atrás, no sirven para el reino.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 7, 40-53, podemos seguir apreciando que algunos de la multitud al escucharlo decían: "Este es verdaderamente el Profeta". Otros decían: "Este es el Mesías". Pero otros preguntaban: "¿Acaso el Mesías vendrá de Galilea? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David y de Belén, el pueblo de donde era David?". Y por causa de él, se produjo una división entre la gente. Algunos querían detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él. Los guardias fueron a ver a los sumos sacerdotes y a los fariseos, y estos les preguntaron: "¿Por qué no lo trajeron?". Ellos respondieron: "Nadie habló jamás como este hombre". Los fariseos respondieron: "¿También ustedes se dejaron engañar? ¿Acaso alguno de los jefes o de los fariseos ha creído en él? En cambio, esa gente que no conoce la Ley está maldita". Nicodemo, uno de ellos, que había ido a ver a Jesús, les dijo: "¿Acaso nuestra Ley permite juzgar a un hombre sin escucharlo antes para saber lo que hizo?". Le respondieron: "¿Tú también eres galileo? Examina las Escrituras y verás que de Galilea no surge ningún profeta". Y cada uno regresó a su casa". Jn 7, 40-53.

Jesús asistía a la Fiesta de los Tabernáculos en Jerusalén; y allí, se desata una gran controversia sobre quién era realmente Jesús. Algunas personas estaban convencidas de que era el Profeta prometido, también hay quienes no creen que algo bueno pueda venir de Nazaret, ya que las Escrituras dicen que el Mesías prometido vendrá de la descendencia de David y de Belén, el pueblo de David.

Este Evangelio hoy nos esta invitando a considerar cómo confrontamos ideas y personas que desafían nuestras percepciones y creencias. La historia nos muestra que fácilmente podemos caer en el juicio y el rechazo sin un entendimiento completo. La disposición para escuchar y buscar la verdad con un corazón abierto y una mente dispuesta al aprendizaje sigue siendo un desafío vital para cualquier sociedad. 

La diversidad de opiniones no debería llevarnos al conflicto, sino al diálogo respetuoso y al discernimiento colectivo.

Preguntemos: ¿Estamos rechazando a alguien o algo en base a suposiciones y expectativas, o estamos realmente buscando entender y conocer la verdad de la situación?

Gracias, Señor, por este rato tan agradable que hemos pasado contigo. Es para nosotros ha sido lo mejor del día. Te agradezco tu fuerza para conquistar los corazones.

 
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viernes, marzo 15, 2024

"El Señor está cerca de los atribulados"...Salmo 34.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 15 de Marzo del 2024

INTRODUCCION:

Hoy, la Palabra de Dios nos invita a caminar al lado de Jesús en este momento de nuestra historia, al lado de tantos y tantas que sufren, a caminar asumiendo las consecuencias de conocer a Dios en su misterio, a caminar humildemente con nuestro Dios. Los judíos buscaban a Jesús para matarle”. Y es que la verdad incomoda a aquellos que están anclados en la mentira y hacen de la mentira su medio de vida. Buscar a Jesús para matarlo es intentar “matar la vida”. Jesús ha venido para que tengamos vida y vida en abundancia. Enemigos de Jesús no son sólo aquellos que matan, que aniquilan la vida, sino también aquellos que están satisfechos con una vida relajada, una vida a medias, una vida sin ilusión, sin esperanza, sin ganas de vivir. Son enemigos de Jesús aquellos que no saben qué hacer con el tiempo. En esta ocasión, Jesús “grita”. La vida es hermosa y debemos acudir a Él porque es “especialista en vida”. Ha vivido en plenitud. Por eso, antes de morir, puede decir con orgullo: “Todo está acabado”. Qué bien se debe morir dando un carpetazo al libro de la vida diciendo ¡Misión cumplida!

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 7,1-2. 10. 14, 25-30, Jesús desafía en el Templo a las autoridades religiosas judías con su predicación diciéndoles que no conocen a Dios y les revela que Él tiene una relación íntima con su Padre-Dios que ningún hombre puede igualar.

Jesús no quería transitar por Judea porque los judíos querían matarlo. Él recorría Galilea cuando sus parientes ya habían subido a la fiesta judía de las chozas. Él subió pero en secretos, sin hacerse ver. Algunos de Jerusalén  comentaban: "¿No es éste el que intentaban matar?", "¡Miren como habla abiertamente y nadie le dice nada!", "¿Habrán reconocido las autoridades que es verdaderamente el Mesías? Pero nosotros sabemos de dónde es éste; en cambio, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde es”. Entonces Jesús, que enseñaba en el Templo, exclamó: “¿Así que ustedes me conocen y saben de dónde soy? Sin embargo, Yo no vine por mi propia cuenta; pero el que me envió dice la verdad, y ustedes no lo conocen. Yo sí lo conozco, porque vengo de Él y es Él el que me envió”. Entonces quisieron detenerlo, pero nadie puso las manos sobre Él, porque todavía no había llegado su hora". Jn 7, 1-2.10.14, 25-30.

Hermanos, este Evangelio de hoy nos está invitando a reflexionar sobre la complejidad de la fe y la incredulidad. En él vemos cómo incluso las personas que conocían a Jesús desde su niñez tenían dudas sobre su identidad y su mensaje a pesar de presenciar sus milagros y escuchar su enseñanza, algunos, como lo vemos, cuestionaban su autoridad.

Miren, vemos como en medio de esta incredulidad y oposición, Jesús sigue proclamando la verdad del evangelio y revelando el amor de Dios. 

Su firmeza y su perseverancia a pesar de la resistencia nos enseñan sobre la importancia de sostener nuestra fe en medio de la duda y la oposición.

Les invito a que  reflexionemos sobre nuestras propias actitudes y la firmeza de nuestra fe. Preguntémonos: ¿Con qué frecuencia dudamos de la obra de Dios en nuestras vidas? ¿Cómo enfrentamos la oposición cuando compartimos nuestra fe con otros? y a recordar que la fe en Cristo puede desafiar las percepciones comunes y sobrevivir a la duda y la oposición  como también nos recuerda que el camino de la fe puede ser desafiante, pero que la confianza en Dios nos sostendrá a medida que avanzamos en nuestro camino espiritual.

Señor, necesitamos de tu misericordia. Danos tu gracia para poder dejar a un lado todo lo que nos pueda distraer. Si Señor, realmente queremos llegar a contemplarte y reconocerte, aunque no seamos dignos de ello.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:38 a.m. | Permalink | 0 comments
jueves, marzo 14, 2024

"Acuérdate de mi, Señor, por amor a tu pueblo"...Salmo 106.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 14 de Marzo del 2024

INTRODUCCION:

Jesús desenmascara la actitud primigenia del corazón humano de buscar su propia gloria en lugar de la Gloria de Dios, negándose así la posibilidad de llenarse del Amor de Dios. Jesús llama a las Escrituras y a las obras que Él cumple como testigos de su misión. Es una llamada a la coherencia personal con respecto a la misión que Dios Padre le confía. La convicción, la fe en que Dios existe, no es una información como otras. Muchas informaciones no nos importan si son verdaderas o falsas, pues no cambian nuestra vida. Pero, si Dios no existe, la vida es vacía, el futuro es vacío. En cambio, si Dios existe, todo cambia, la vida es luz, nuestro futuro es luz y tenemos una orientación para saber cómo vivir. Por eso, creer constituye la orientación fundamental de nuestra vida.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 5, 31-47, nos presenta una de las desavenencias presentadas entre Jesús y los judíos por la incomprensión y a su rechazo a pesar de haber demostrado su identidad como el Hijo de Dios.

Jesús les dice a los judíos: ""Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no valdría.  Pero hay otro que da testimonio de mí, y yo sé que ese testimonio es verdadero. Ustedes mismos mandaron preguntar a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad.  No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para la salvación de ustedes. Juan era la lámpara que arde y resplandece, y ustedes han querido gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: son las obras que el Padre me encargó llevar a cabo. Estas obras que yo realizo atestiguan que mi Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió ha dado testimonio de mí.". Jn 5, 31-37.

Jesús pone testigos del Amor de Dios que siente por nosotros. Les  pone como testigo a Juan el Bautista que ha dado testimonio de la Verdad.

Bautista era para el pueblo no alguien pagado por intereses del poder corrupto de turno, ni era un mediocre que necesitara el aplauso ni los votos de la gente, era una lámpara, que ardía y resplandecía en la oscuridad, y el pueblo acudía a él para convertir sus corazones.  

Bien sabemos hermanos que un testigo, es aquel que ha visto, que puede decir la verdad de hechos; que no miente, que es veraz frente a los acontecimientos de la vida. Y Juan Bautista, es parte de su historia que nos demuestra que no es una fantasía o no es una ilusión, es una enseñanza y no un cuento. Juan nos afirma con veracidad lo que sus ojos vieron, lo que sus manos tocaron, lo que su razón captó y lo que su corazón creyó.

Preguntemos hoy: ¿Qué luz me acompaña en estos días?

Juan Bautista gozó de esa luz y la irradió en la lámpara de su misma vida. Esa luz brilla y sigue brillando en todo lo que Jesús hace por nosotros. Esa luz es Jesús, su fuerza y su calor es el mismo amor del Padre y el Hijo en el que, con el apoyo del Paráclito, estoy invitado a gozar y a perderme infinitamente en Él.

¿En estos días de la Cuaresma, en quién apoyo mi confianza? ¿Vemos a Jesús como nuestra luz que nos conduce al encuentro de una vida plena en un amor que le da reposo a nuestro corazón?

Señor, Tú que lo puedes todo, aumenta nuestra confianza para que podamos creer con una fe más desinteresada. Ayúdanos a olvidarnos de nosotros mismos y a lanzarnos a encontrar tu voluntad.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:02 a.m. | Permalink | 0 comments
miércoles, marzo 13, 2024

"Acuérdate de mi, Señor, por amor a tu pueblo"...Salmo 106.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 13 de Marzo del 2024

INTRODUCCION:

El Evangelio que nos presenta hoy la Iglesia, es una revelación sobre el Padre: Él ama a Jesús y le muestra todo lo que Él hace, le confía el juicio sobre los hombres y la historia y el poder de disponer de la vida. Por el hecho de reivindicar esta relación especial con el Padre, Jesús va a ser condenado a muerte por blasfemo. El Padre ha entregado a su Hijo un poderío tan grande que incluso puede resucitar muertos. Es decir, el Padre le entrega lo que es más propio de él, la capacidad de producir la vida.  Dar vida a los carentes de esperanza y de sentido en la existencia, pero que escuchan y obedecen la voz de Jesús, y a los que yacen en los sepulcros, a quienes está misma voz pondrá en pie. La confianza en el Padre, el sentirnos amados por El, nos lleva como a Jesús a dejarnos guiar por el Espíritu, a no hacer nada por nuestra cuenta y a no cesar de trabajar en la construcción del Reino. 

El Evangelio de hoy tomado de Jn 5, 31-47, nos presenta una de las desavenencias presentadas entre Jesús y los judíos por la incomprensión y a su rechazo a pesar de haber demostrado su identidad como el Hijo de Dios.

Jesús les dice a los judíos: ""Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no valdría.  Pero hay otro que da testimonio de mí, y yo sé que ese testimonio es verdadero. Ustedes mismos mandaron preguntar a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad.  No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para la salvación de ustedes. Juan era la lámpara que arde y resplandece, y ustedes han querido gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: son las obras que el Padre me encargó llevar a cabo. Estas obras que yo realizo atestiguan que mi Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió ha dado testimonio de mí.". Jn 5, 31-37.

Jesús pone testigos del Amor de Dios que siente por nosotros. Les  pone como testigo a Juan el Bautista que ha dado testimonio de la Verdad.

Bautista era para el pueblo no alguien pagado por intereses del poder corrupto de turno, ni era un mediocre que necesitara el aplauso ni los votos de la gente, era una lámpara, que ardía y resplandecía en la oscuridad, y el pueblo acudía a él para convertir sus corazones.  

Bien sabemos hermanos que un testigo, es aquel que ha visto, que puede decir la verdad de hechos; que no miente, que es veraz frente a los acontecimientos de la vida. Y Juan Bautista, es parte de su historia que nos demuestra que no es una fantasía o no es una ilusión, es una enseñanza y no un cuento. Juan nos afirma con veracidad lo que sus ojos vieron, lo que sus manos tocaron, lo que su razón captó y lo que su corazón creyó.

Preguntemos hoy: ¿Qué luz me acompaña en estos días?

Juan Bautista gozó de esa luz y la irradió en la lámpara de su misma vida. Esa luz brilla y sigue brillando en todo lo que Jesús hace por nosotros. Esa luz es Jesús, su fuerza y su calor es el mismo amor del Padre y el Hijo en el que, con el apoyo del Paráclito, estoy invitado a gozar y a perderme infinitamente en Él.

¿En estos días de la Cuaresma, en quién apoyo mi confianza? ¿Vemos a Jesús como nuestra luz que nos conduce al encuentro de una vida plena en un amor que le da reposo a nuestro corazón?

Señor, no permitas que vivamos nuestras vidas por nuestra cuenta. Ilumínala a todo momento para que tu gracia aumente nuestra fe, la esperanza y la caridad. No queremos terminar esta Cuaresma con las mismas mediocridades que nos alejan de tu amor.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:30 a.m. | Permalink | 0 comments
martes, marzo 12, 2024

"El Señor de los ejércitos  está con nosotros"...Salmo 46.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 12 de Marzo del 2024

INTRODUCCION:

¿Quieres curarte? Con esta pregunta Jesús pretende movilizar no sólo su cuerpo sino también el alma del hombre Paralitico. Saben: también a nosotros, con el tiempo, se nos paraliza el alma: no pensamos, no crecemos, no evolucionamos, no estamos dispuestos a cambiar. Hoy Jesús nos dice: “Levántate, toma tu camilla y camina”.  Los que seguimos a Jesús y hacemos parte de la Iglesia tenemos que ser misericordiosos y hacernos cargo de las personas, acompañándolas como el buen samaritano que lava, limpia y consuela a su prójimo. Esto es Evangelio puro. Dios es más grande que el pecado. Las reformas organizativas y estructurales son secundarias, es decir, vienen después. La primera reforma que debemos asumir es la de cambiar las actitudes. Tenemos que anunciar el Evangelio en todas partes, predicando la buena noticia del Reino y curando, también con nuestra predicación, todo tipo de herida y cualquier enfermedad. Tu y yo podemos sanar a muchos hermanos nuestros.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 5, 1-3. 5-16, nos describe cómo Jesús  cura a un paralítico que había esperado 38 años para que alguien le ayudará a llegar a las aguas de la piscina de Betesda ubicada junto a  "la puerta de los rebaños". Allí había muchos lisiados, cojos, ciegos y enfermos que aguardaban que el agua de la piscina se removiese.

Dice el texto del Evangelio que: "Jesús lo vio acostado y le preguntó: "¿Quieres sanarte?". Él le respondió: "Señor, no tengo a nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua comienza a agitarse. Mientras yo voy, otro desciende antes". Jesús entonces le dijo: "Levántate, toma tu camilla y camina". Entonces enseguida el hombre quedó sano, tomó su camilla y empezó a caminar. Esto sucedió un día sábado y los judíos dijeron entonces al que acababa de ser sanado: "Hoy es sábado y no te es permitido llevar tu camilla ", y él les respondió: "Él me sanó y me dijo: "Toma tu camilla y camina". Ellos entonces le preguntaron: "¿Quién es ese hombre que te dijo "Toma tu camilla y camina?". Pero el enfermo lo ignoraba, porque Jesús había desaparecido entre la multitud que estaba allí.". Jn 5, 1-3.

Hermanos es muy importante poner atención al diálogo que sostiene Jesús con el paralítico y como son eficaces sus Palabras al reintegrarlo a la sociedad con dignidad, pues esta la había perdido por su enfermedad y el abandono de sus hermanos de comunidad.

Muchas son las ocasiones donde nuestras debilidades y comportamientos nos paralizan y a pesar de nuestros esfuerzos no encontramos ayuda de nadie para llegar a la fuente que nos haga revivir el ánimo y la confianza en Dios.

Cuando experimentamos la presencia del Salvador en nuestras vidas y lo conocemos, nuestras dolencias y realidades que nos mantienen paralizados se disipan y vamos experimentando la claridad con su luz. 

Jesús hoy, cuando tú y yo experimentamos este tiempo de la preparación de la Cuaresma nos pregunta: "¿Quieres sanarte?" Él quiere que nos levantemos y carguemos nuestras camillas y emprendamos caminar junto a Él diciéndole a todos que es el agua viva que pone de pie a quienes le buscan y no pueden caminar.

Señor, nos impresiona la paciencia y la tenacidad de ese hombre que llevaba 38 años enfermo y no había perdido la esperanza. Hoy queremos cambiar. Queremos que seas Tú ese hombre que nos diga: ¡Levántate, y anda! Sé que hoy nos has escuchado por ello te pedimos la gracia de ser pacientes para esperar que Tú obres en nosotros. Haznos ver tu mano amorosa que nos sostiene y nos hace ver qué grande es tu amor hacia nosotros.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:27 a.m. | Permalink | 0 comments
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