jueves, noviembre 30, 2023

"A toda la tierra alcanza su pregón"...Salmo 19

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 30 de Noviembre del 2023

Hoy la Iglesia celebra a San Andrés Apóstol quien era el hermano mayor del Apóstol San Pedro y quien fue discípulo de Juan Bautista y de Jesús. Era natural de Betsaida y estuvo presente en los momentos importantes de la revelación   de su Maestro. Según los escritos apócrifos y otros escritores cristianos después del Pentecostés predicó el Evangelio en muchas regiones; principalmente a los Escitas en la zona del mar negro y después en Tracia. Padeció el Martirio en Patrás región de Acaya. Sus reliquias y culto se difundieron desde Constantinopla hasta las islas Británicas donde fue reconocido como patrono de Escocia. El Papa San Juan Pablo II en el jubileo del año 2000 lo evoca como signo y prenda del camino ecuménico. 

INTRODUCCION AL EVANGELIO:

Jesús está caminando, si, está siempre en la calle! Sus primeras salidas misioneras tienen lugar alrededor del lago de Galilea, en contacto con la muchedumbre, en forma particular con los pescadores.  Está dejando la huella de Dios por donde pasa. Busca compañeros que se asocien a su misión de salvación. Llama y da una misión: Les haré pescadores de hombres, conquistadores de pueblos para el Reino de Dios. Y miren: Ir con Jesús que llama, exige dejar al instante las redes, esas redes que hoy nos atrapan y nos “enredan y esclavizan” y así, estos hombres dejan la barca, es decir, su ambiente socio-económico y hasta su Padre para reafirmar el vínculo de una unión fraterna.

Hoy el Evangelio tomado de Mt 4, 18-22 nos narra el episodio del encuentro y llamado de Pedro y San Andrés que se encontraban echando las redes en el mar de Galilea, pues eran pescadores. Al pasar Jesús por allí, les dijo: "Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres" e inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y pasando más adelante vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan hijos de Zebedeo que estaban en la barca reparando las redes con Zebedeo, su padre, y los llamó. Inmediatamente dejaron a su padre y lo siguieron". Mt 4, 18-22.

Jesús hace su primera actividad pública después que fue bautizado por Juan Bautista. Camina por la orilla del mar de Galilea y se dedica a llamar a quienes Él quiere para formar un grupo de discípulos. Estando en ese plan vio a dos hermanos que se desempeñaban como pescadores, uno llamado Pedro y el otro Andrés y les dijo: "Vengan conmigo".

Hermanos hay algo muy importante en este llamamiento; sabemos que la vida cristiana que tú y yo vivimos es una respuesta a la invitación de Jesús. La actitud nuestra de seguirle es querer vivir en comunión con Él, es identificarse con Él y aprender de Él una doctrina nueva que nos lleva a realizar un programa de acción. 

La llamada de Jesús es una luz que nos abre caminos y quema nuestros corazones. No tengamos miedo de dejar entrar a Jesús en nuestras vidas y darle la plena libertad para cambien su rumbo y vayamos construyendo una vida nueva y diferente donde abunde el amor y la misericordia por los más necesitados. 

Señor, gracias por todo lo que nos concedes en todos los momento de nuestras vidas. Te pedimos que la gracia que nos regalas nos ayude a ser capaces de poder corresponder siempre a tu voluntad. Creemos en ti y te pedimos hoy que aumentes nuestra fe.

 
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miércoles, noviembre 29, 2023

"Ensálcenlo con himnos por  los siglos"...Dn.3.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 29 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

En el evangelio de hoy leeremos una parte del discurso de Jesús sobre el final de los tiempos. Un discurso en el que aparecen múltiples situaciones por las que los creyentes va a ir pasando a lo largo de su vida personal y de su historia en la comunidad de seguidores de Jesús. Se anuncia en el, las dificultades, persecuciones y sufrimientos a los que habremos de enfrentarnos por causa suya, pero también una invitación a la serenidad y la confianza porque con su fuerza podremos dar testimonio de Él, y una promesa de salvación para aquellos que sepan perseverar. Pidámosle al Señor un corazón como el suyo, confiado y paciente, para que también nosotros seamos capaces de dar testimonio en las dificultades que nos acompañan en nuestra vida de discípulos.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 21, 12-19 Jesús previene a sus discípulos sobre las dificultades que le sobre vendrán por causa de ser sus seguidores y los invita a ser testigos de la Fe y hacerla crecer y madurar comunicándola a los demás. Y les dice: "Los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí. Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir. Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de mi Nombre. Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas". Lc 21, 12-19.

Ser seguidor de Jesús no es fácil. Emprender este nuevo camino requiere valentía y decisión. Él mismo lo ha dicho: "No teman que Yo, voy delante de vosotros" y nuestra recompensa no es aquí en la tierra sino en el cielo. Por lo tanto hermanos,  las persecuciones no son fatalidades ni mucho menos  motivo de desaliento o desesperación sino una oportunidad que nos brinda Dios para que tú y yo, seamos capaces de dar testimonio con valor de la Buena Nueva de Dios. 

Ante todos los contratiempos que nos podamos encontrar el Señor nos invita a ser constantes en nuestra fe, asiduos en la oración, incansables en ayudar al prójimo, en vivir pensando más en los demás que en nosotros mismos.

La perseverancia ha de ser nuestro motor, es estar convencidos de nuestra línea de actuación que nos lleva a Dios y a no apartarnos de ella, pase lo que pase, nos ataquen o nos critiquen, recordemos que todo eso, si lo soportamos en el nombre de Jesús, nos ayudará a alcanzar nuestra meta.

Hoy hermanos es un nuevo día para creer. El Señor nos invita a seguirle en el seno de nuestro mundo real, en el medio en el que nos desenvolvemos, con los compañeros de trabajo, nuestros vecinos, nuestros amigos y parientes, con aquellos con los que nos relacionamos, dando testimonio de que Jesús vive entre nosotros y nos ayuda a ser transmisores de su evangelio llevando a todos la buena noticia y confiando siempre que Él nunca nos abandonará.

Espíritu Santo, Dulce huésped de mi alma, Tú eres nuestro Consolador, el que nos asiste, el que nos ilumina y guía. Ayúdanos a ponerte en el centro de nuestras vida y de toda actividad diaria, como también, en medio de nuestros pensamientos y deseos.

 
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martes, noviembre 28, 2023

"¡Ensálcenlo con himnos por los siglos!" Dn. 3.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 28 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

La destrucción del templo anunciada por Jesús no es tanto un símbolo del final de la historia sino, más bien, de la finalidad de la historia. Miremos algo muy importante de lo que sucede en el Templo: Mientras Jesús se fija en la generosidad de una pobre viuda que deposita como ofrenda lo poco que tiene, vemos como los judíos se fijan en la belleza del templo de Jerusalén. Los judíos creían que un día la historia terminará y algunos pensaban que ese momento último era inminente. Por eso preguntan: ¿Cuándo va a ser eso? Jesús responde con el típico lenguaje apocalíptico de la Biblia. El lenguaje de Jesús es difícil de comprender, pero nos enseña dos cosas fundamentales: 1. Llegará el fin de la historia, aunque no está cercano. 2. En ese final brillará la generosidad de la viuda y será se apagará la gloria del templo de Jerusalén, vencerá el amor y la vida, morirá el egoísmo y la misma muerte. En nuestros días nadie va diciendo que es Jesucristo, pero hay personas y cosas que se presentan como Salvadores, como Mesías. Hay personas que se creen salvadoras del mundo, hay productos que nos prometen la felicidad si los compramos y usamos, algunos economistas dicen que la salvación del mundo está en el mercado... Preguntémonos: ¿Cuáles son los dioses de este mundo? ¿Cuáles son los míos?

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 21, 5-11 Jesús dirigiéndose a las personas que elogiaban las hermosas piedras conque se adornaba el templo de Jerusalén, como también,  la belleza de su ornamentación, les dice: "De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido". Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿Cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?". Jesús respondió: "Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: “Soy yo”, y también: “El tiempo está cerca”. No los sigan. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin" Entonces les dijo: "Se alzará pueblo contra pueblo,  reino contra reino ; habrá grandes terremotos, en diversas regiones habrá hambre y peste, y en el cielo señales grandes y terribles". Lc 21, 5-11.

Jesús les anuncia a sus discípulos como será el fin de los tiempos y utiliza un lenguaje apocalíptico y misterioso, un relato que tenía como objetivo principal animarles a tener una Fe y una esperanza muy firme. Y les invita a estar siempre preparados. 

Hermanos, Jesús nos invita hoy a pensar sobre que nos estamos apoyando para construir nuestras vidas. Su advertencia es muy clara: No podemos seguir falsos profetas, también nos advierte que estemos atentos y fuertes para no dejarnos engañar.

Señor, no queremos anteponer nada a tu amor que es lo único definitivo y seguro que tenemos en la vida. Sabemos que al final triunfará tu Reino, ayúdanos a ser optimistas edificando nuestras vidas sobre la roca firme de tu voluntad y así, tenerla siempre como mi guía en todo nuestro obrar.

 
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lunes, noviembre 27, 2023

"Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres"...Dn.3.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 27 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

La generosidad es algo de todos los días, es algo en lo que debemos pensar: ¿Cómo puedo ser más generoso, con los pobres, con los necesitados? ¿Cómo puedo ayudar más? Jesús mira con profundidad. El no se queda en la superficie, en las apariencias. La mirada de Dios no es como la mirada del hombre, pues el hombre mira las apariencias, pero Dios mira el corazón. Parece que no tenemos tiempo para mirar, para contemplar, para descubrir el corazón de las personas. Tenemos mucha prisa y poco amor.  Jesús nos asegura que el que gana pierde y el que pierde gana. El que gana y reserva su vida, la pierde. El que pierde y entrega su vida, la gana. Nosotros, hemos experimentado que es así, que solo cuando entregamos por amor la vida, la ganamos y tendremos más vida. 

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 21, 1-4, Jesús destaca a sus discípulos la actitud de una pobre mujer viuda que echaba en el arca de las ofrendas del templo dos monedas de todo cuanto tenía para sobrevivir, mientras también observaba a unos ricos que ponían sus donativos. Y les dice: "“Les aseguro que esta pobre viuda ha dado más que nadie. Porque todos los demás dieron como ofrenda algo de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que tenía para vivir”. Lc 21, 1-4.

Jesús observa todo sin que tú y yo nos demos cuenta. Él nos ve cuando cometemos una falta, lo aclara y lo condena; pero cuando ve que nuestras actitudes son buenas, nos alaba y premia.

Así de esa manera observó a la pobre mujer viuda que ofreció el fruto de todo su esfuerzo y trabajo del día, dinero que le daría la capacidad de adquirir sus pocos alimentos. 

Jesús destacó el valor del sacrificio ante lo que se ofrece. A Él, no le interesa la cantidad ni el valor que se ofrece sino el cariño y la bondad con el cual se da la ofrenda. 

Es por ello hermanos, que cuando demos limosna hagámoslo sin ostentación y sin llamar la atención de nadie, ni tampoco, queriendo buscar reconocimientos o alabanzas. Ofrezcamos nuestra donaciones de corazón siendo siempre generosos.

Señor, no te podemos dar nada que no hayamos recibido de Ti, por lo que hoy ponemos en tus manos nuestro amor y nuestra total voluntad. Enséñanos a darlo todo por Ti y por los demás, con alegría, generosidad y caridad.

 
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domingo, noviembre 26, 2023

"El Señor es mi Pastor; nada me falta"...Salmo 23.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 26 de Noviembre del 2023

Hoy celebra la Iglesia la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo o también conocida como la Fiesta de Cristo Rey celebración litúrgica que se realiza el último domingo del año Litúrgico. Fiesta instituida por el Papa Pio XI el día 11 de diciembre de 1925 a través de la Encíclica Quas Primas. En el Concilio Vaticano II el Papa Pablo VI cambia su significado llamándola: Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo.

INTRODUCCION AL EVANGELIO:

¿Dónde encontrar en la tierra  el líder perfecto, el líder soñado? Y es que de ese buen líder esperamos que nos reúna, nos ayude a ser hombres y mujeres unidos en una gran nación, una comunidad feliz, que haga crecer en todos un espíritu común y entusiasta llenos del amor y la fraternidad: ¿Dónde encontrar una persona así?… el presidente perfecto, el papa perfecto, el obispo o párroco perfecto, el superior perfecto?  Jesús “reina” como nuestro “rey invisible”. Jesús no nos somete a base de armas violentas, sino lentamente “haciendo del amor su arma más poderosa”. El Hijo del Hombre es nuestro juez justo y misericordioso. El Hijo del Hombre se identifica con quienes sufren el hambre, la sed, la cárcel, la enfermedad, la marginación. En ellos está y por eso juzgará como Aquel que se identifica con los hambrientos, los sedientos, los enfermos, los encarcelados. ¡Misterioso rey que tiene su trono entre los últimos y olvidados!

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 25, 31-46 se describe la enseñanza de Jesús sobre como sus seguidores deben presentarse para entrar en el Reino de Dios. Y los exhorta a la práctica de acciones de Misericordia.

Jesús les dice a sus discípulos: "Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y Él separará a unos de otros, como el


pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquéllas a su derecha y a éstos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era forastero, y me alojaron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver”. Los justos le responderán: “Señor ¿Cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?” Y el Rey les responderá: “Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”. Luego dirá a los de su izquierda: “Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; era forastero, y no me alojaron; estaba desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron”. Éstos, a su vez, le preguntarán: “Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento o sediento, forastero o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?” Y Él les responderá: “Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo”. Éstos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna".
Mt 25, 31-46.

Este Evangelio de hoy hermanos nos muestra la grandeza de la Majestad de Jesucristo y su papel en el juicio final en el cual no excluye a sus ángeles.

Él reunirá a todas las naciones en su presencia y separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos y pondrá a aquellas a su derecha y estos a su izquierda. 

Él llama ovejas a los que se salvan por la obediencia y mansedumbre que mostraron durante su vida y que se esforzaron por aprender de Él quien era manso y humilde de corazón. 

El Evangelio no sólo se refiere al final de los tiempos, sino al aquí y al de ahora de nuestra existencia, que es donde se decide nuestro futuro último. Por ello nos invita a ser misericordiosos, a que convirtamos la misericordia en nuestra pauta de acción y en nuestra matriz de actuación.

Que el Rey de la Misericordia nos diga a todos “Vengan, benditos de mi Padre y tomen posesión del Reino preparado desde la creación del mundo, porque dieron de comer al hambriento, de beber al sediento, hospedaje al forastero, vestido al desnudo, y atendieron al enfermo, y porque consolaron al triste, sostuvieron al abatido y ahuyentaron todo tipo de miedo".

Gracias Padre por regalarnos a Jesús, por darnos la oportunidad de recibirlo en nuestro corazón y saber que solo con Él, por Él y en Él somos verdaderamente libres, para amarte y ser testigos del Reino. Gracias porque hoy Reinas en el corazón de nuestra familia, descendencia. Gracias Señor!
 
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sábado, noviembre 25, 2023

"No abandonas, Señor, a los que te buscan"...Salmo 9

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 25 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

Nos cuesta aceptar el misterio del más allá de la muerte y hasta de Dios, pero para comprenderlos hay que tener fe. Son un misterio. El misterio no se comprende. Pero, sí es un desafío acercarnos más a él. Con la inteligencia del humilde. Jesús invita a todos sus interlocutores a pensar que esta dimensión terrenal en la que vivimos ahora no es la única dimensión, sino que hay otra, ya no sujeta a la muerte, en la que se manifestará plenamente que somos hijos de Dios. Es un gran consuelo y esperanza escuchar estas palabras sencillas y claras de Jesús sobre la vida más allá de la muerte. Nos cuesta no entender la otra vida como una reproducción feliz de ésta. Jesús nos advierte en el texto evangélico que este día que no es así. Es otra vida, no ésta reproducida. Es la vida eterna en que creemos. Y creemos, cuando ya nos cuesta entender eso de “eterna”, sin tiempo, nosotros que no podemos menos que pensar desde el tiempo. Confiamos -tenemos fe- en una vida feliz, que nos ha prometido quien para conseguirla ha ofrecido su vida en la cruz. No quedaremos desilusionados, tengamos fe. Una fe que tiene su fundamento en que nuestro Dios es un Dios de vivos, no de muertos. Viviremos en Dios.

El Evangelio de hoy tomado de vemos a un grupo de los Saduceos pertenecientes a la aristocracia sacerdotal que  se le acercan a Jesús para dejar de ridículo a quienes creían en la resurrección. Ellos se atribuían ser rectos y justos a las tradiciones, pero negaban la inmortalidad del alma. Y le preguntaron: "Maestro, Moisés nos ha ordenado: «Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda». Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos. El segundo se casó con la viuda, y luego el tercero. Y así murieron los siete sin dejar descendencia. Finalmente, también murió la mujer. Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?".  Lc 20, 27-30

Con la presentación de este ejemplo, los Saduceos querían desprestigiar a Jesús ante el pueblo y Jesús, confirmando la fe en la resurrección les hace ver que Dios es un Dios de vivos y no de muertos. 

Él les aclara que después de la muerte vendrá la resurrección y allí no habrá vida material. Y les aclara que solo resucitarán los que sean dignos de ese don especial y tendrán una vida como la tienen los ángeles.

Hermanos, la muerte es el destino que tiene ya marcada la persona y ésta, es un gran misterio que ni la ciencia ni la razón han podido develar, pues, es obra total de Dios. Recordemos que el fundamento de la fe está basado en la Resurrección de Jesús y toda respuesta a nuestras inquietudes estarán centradas en forma visible desde la cruz y la Resurrección.

Señor, Tú eres un Dios de vivos y no de muertos, hoy te pedimos que nos ayudes a aprovechar cada minuto de nuestras vidas para crecer en la vida espiritual y apostólica caminos seguro para alcanzar la vida eterna y la santidad que nos ofreces.
 
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viernes, noviembre 24, 2023

"Alabamos, Señor, tú nombre glorioso"... Int.1Cor29.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 24 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

El pasaje del Evangelio de hoy es muy conocido y sobre él, se ha escrito de todo y bajo muchos puntos de vista. Este nos invita a reflexionar la vida y a preguntarnos sobre algunos aspectos: ¿Cómo andamos nosotros de mercaderes en nuestro templo? Miren, hoy vemos a un Jesús airado, enfadado de verdad con aquellos que han convertido la casa de su Padre en un mercado, con los que se dedican a hacer negocio en el lugar donde solo se debería ir a orar, en el lugar donde solo se debería sentir la presencia de Dios. Nosotros, los hijos de Dios, somos templos del Espíritu Santo, somos un lugar para el Señor, el sitio de nuestra alma inmortal ¿Cómo andamos de mercaderes? ¿Cómo andamos de materialismo, de rencor, de envidia? ¿Cuántos odios habitan en nosotros, cuántos olvidos del prójimo, cuántas faltas de caridad y amor? A poco que hagamos un examen de conciencia comprobaremos que poco a poco lo que es ajeno a Dios está invadiendo las estancias de nuestro interior, amenazando nuestros corazones y convirtiendo nuestro templo en un mercado donde todo se compra y se vende y donde queda poco espacio para el Señor.

Como lo leemos en el Evangelio de hoy tomado de Lc 19, 45-48, Jesús al entrar al templo de Jerusalén y ver que estaba convertido en un lugar de comercio especulativo, le reclama fuertemente a los mercaderes diciéndoles: "«Está escrito: Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones". Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo. Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras". Lc 19, 45-48.

Jesús se molestó y tomó una actitud a la que no estábamos acostumbrados a ver. Él nos venía hablando del perdón, de la misericordia, de ser mansos  y humildes de corazón, pero hoy, como lo leemos en el Evangelio, toma una actitud fuerte, grita lleno de rabia y reclama a los vendedores que encontró en el templo que este, lo habían convertido en un mercado y cueva de ladrones. 

Su actitud franca y llena de celo fue rechazada por las autoridades religiosas pero, el pueblo estaba con Él, pues entendían muy bien que ese lugar era un lugar de oración. 

No solo los vendedores y mercaderes se habían convertido en verdaderos usureros y explotadores del pueblo y los peregrinos que visitaban a Jerusalén, sino también, las autoridades religiosas que recibían dádivas por las ventas y su servicio. 

Hermanos, quizás hoy también Jesús reaccionaría así frente a nuestra falta de compromiso y por vivir en nuestras comunidades en frecuentes desavenencias y divisiones a raíz de las incomprensiones, la intolerancia y la falta de amor mutuo. Hoy, estamos invitados a ser servidores y colaboradores haciendo visible la Buena Noticia del Reino de Dios. No podemos olvidar que fue el mismo Jesús quien fundó la Iglesia,  una Iglesia donde se ha de vivir el encuentro, la fraternidad y el testimonio de vida para que así, sea verdaderamente misionera.

Señor, así como purificaste el templo de Jerusalén, te suplicamos que vengas hoy a nuestros corazones, tu templo sagrado, para que nos muestres lo qué tenemos que expulsar de nuestras vidas para quedar purificados, reconciliados y dignos de Ti.
 
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jueves, noviembre 23, 2023

"Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios"...Salmo 50.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 23 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

Cuando a nuestros ojos llegan las lágrimas expresan sentimientos, pueden ser sentimientos de alegría, de tristeza. Se deben a acontecimientos diversos, que ocurren en nuestra existencia y de la que todos tenemos experiencia. Los acontecimientos diarios en nuestra vida, provocan en nosotros, sentimientos que los expresamos con nuestro cuerpo, pues tenemos estructura sacramental. Expresamos, cariño, alegría con nuestro cuerpo. Expresamos dolor, enfados, tristeza con nuestro cuerpo. Expresamos nuestra fe con signos externos, con nuestro cuerpo. Seguro que Jesús lloró muchas veces. Lloró ante la muerte de su amigo Lázaro. Lloró ante la reacción negativa hacía su postura ante Dios y ante los demás. Aquí el pasaje nos da la razón por la que llora: “Porque no reconociste el tiempo de tu visita”. Lo hace mirando a Jerusalén, ciudad donde se concentraba todo el poder, político, religioso, económico etc. Los dirigentes de estos gremios oprimían al pueblo y nunca aceptaron lo que Jesús expresaba con su palabra y ratificaba con su actuación. Eran sus mayores enemigos y los que impedían la comprensión de su mensaje al pueblo. ¿Por qué nos cuesta tanto aceptar los signos de los tiempos? ¿Por qué somos tan reacios a proponer, con valentía, los valores del Evangelio? Nuestros lamentos, están haciendo llorar a Jesús, porque aceptando su mensaje no lo ponemos en práctica. 

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 19, 41-44 vemos sorprendidos a Jesús que llora por Jerusalén. Siente un gran dolor al ver que muchos hombres y mujeres les cuesta trabajo entrar en el proyecto  salvífico de Dios. 

Dice el texto del Evangelio que: "Cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y vio la ciudad, se puso a llorar por ella, diciendo: “¡Si tú también hubieras comprendido en este día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. Vendrán días desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con empalizadas, te sitiarán y te atacarán por todas partes. Te arrasarán junto con tus hijos, que están dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por Dios”. Lc 19, 41-44.

Jesús se anticipa a los hechos y pensaba en todo lo que vendría sobre el. Así decía: "¡Si tú Jerusalén también hubieras comprendido en este día el mensaje de paz!". Jesús profetiza el castigo que sobrevendrá.

Jerusalén un pueblo escogido por Dios y donde ansioso esperaba al Mesías para su gloria y paz. Y cuando este llegó, lo juzgan como un maleante y lo crucifican.

Hoy vemos a Jesús que llora por Jerusalén, llora porque la misma Jerusalén no aceptó las atenciones de Dios, Jerusalén se hizo la ciega y sorda ante la presencia de Dios.

Este lamento nos presenta hoy una motivación. Él nos mira y nos pide que busquemos los caminos para llegar a la convivencia en paz donde tu y yo seamos responsables.

Estamos pues invitados a valorar nuestras atenciones y a no hacer sufrir a las personas que nos aman. 

Señor, ayúdanos a comprender lo que puede conducirnos a la paz y a la auténtica felicidad. Abre nuestra mente y  corazón, aumenta nuestra fe, acrecienta la confianza, inflámanos de tu amor y ayúdanos a aprovechar esta oportunidad que nos das para encontrarnos contigo.

 
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miércoles, noviembre 22, 2023

"Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas"...Salmo 17

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 22 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida? Dios nos ha dado a todos muchos talentos. Algunos talentos son más vistosos, más valorados por nosotros mismos, por la familia, por la Iglesia, por la sociedad. Otros son más discretos, menos visibles, menos valorados y, normalmente, más importantes. ¿Cuáles son mis talentos? ¿Cuáles son los que más valoro? A veces no nos damos cuenta ni valoramos los talentos de los demás. Y, por consiguiente, no les ayudamos a desarrollar lo que han recibido. Hay personas que se sienten sin talentos, sin capacidades... El miedo y la falta de confianza las arrincona, van perdiendo lo poco que tienen. La enseñanza de la parábola es clara: tenemos que trabajar los talentos recibidos. Los tenemos que multiplicar. Y no por miedo a Dios, sino porque cuando desarrollamos las capacidades recibidas nos enriquecemos, enriquecemos a nuestra comunidad y a la sociedad en que vivimos. ¿Qué talentos tendríamos que desarrollar más? 

El Evangelio de hoy tomado de Lc 19, 11-28 nos habla de la Parábola de los Talentos. Con esta, Jesús enseña a la gente sobre la toma de conciencia de hacer fructificar los dones que Dios nos ha confiado.

Dice el texto del Evangelio, que Jesús estaba ya cerca de Jerusalén y la gente pensaba que el Reino de Dios anunciado por Él, se iba a manifestar en cualquier momento. Entonces, Jesús les compartió la siguiente enseñanza: “Un hombre de familia noble fue a un país lejano para recibir la investidura real y regresar en seguida. Llamó a diez de sus servidores y les entregó cien monedas de plata a cada uno, diciéndoles: "Háganlas producir hasta que yo vuelva". Pero sus conciudadanos lo odiaban y enviaron detrás de él una embajada encargada de decir: "No queremos que este sea nuestro rey". Al regresar, revestido de la dignidad real, hizo llamar a los servidores a quienes había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y le dijo: "Señor, tus cien monedas de plata han producido diez veces más". "Está bien, buen servidor" –le respondió–; "ya que has sido fiel en tan poca cosa, recibe el gobierno de diez ciudades". Llegó el segundo y le dijo: "Señor, tus cien monedas de plata han producido cinco veces más". A él también le dijo: "Tú estarás al frente de cinco ciudades". Llegó el otro y le dijo: "Señor, aquí tienes tus cien monedas de plata, que guardé envueltas en un pañuelo. Porque tuve miedo de ti, que eres un hombre exigente, que quieres percibir lo que no has depositado y cosechar lo que no has sembrado". Él le respondió: "Yo te juzgo por tus propias palabras, mal servidor. Si sabías que soy un hombre exigente, que quiero percibir lo que no deposité y cosechar lo que no sembré, ¿por qué no entregaste mi dinero en préstamo? A mi regreso yo lo hubiera recuperado con intereses". Lc 19, 11-25.

La gente que seguía a Jesús pensaba que a su llegada a Jerusalén, manifestaría a todos la admiración del Reino de Dios. 

Esta parábola de hoy es muy conocida por todos nosotros. Y también la presenta el Evangelista Mateo y forma parte de los Evangelios Sinópticos, pero, la finalidad que nos presenta San Lucas no es igual a la que utiliza San Mateo porque Lucas nos hace ver la necesidad de la ida de Jesús y lo referente a la espera de su segunda venida (juicio final y eterno por parte de Dios) lo que se llama La Parusía.

Entonces es importante que recordemos que Dios a cada uno de nosotros nos a otorgado cualidades y dones para multiplicar y enseñar a otros; y de ello, tenemos una responsabilidad para utilizarlos en la construcción del Reino de Dios en todos los lugares del mundo. 

Él nos confió dones y talentos, pero, aún hoy son muchos los que se desentienden de ellos y hasta los olvidan, como también vemos, que hay muchos que se muestran tranquilos y hasta confiados en que Jesús es quien nos dará todo y es Él quien los hará reproducir; y entonces, salen a todos los lugares en la búsqueda de sus propios intereses.

Hermanos, Jesús hoy nos desafía a ti y a mí y nos pregunta: ¿con cuál de esos servidores de la parábola me veo identificado?  Él hoy nos está enseñando que tenemos que ser corresponsables con las gracias y dones que de Dios hemos recibido y por lo tanto, hacer todos los esfuerzos necesarios para que estos produzcan en abundancia ganancias para Dios.

Señor, gracias por los talentos que nos has dado. No permitas que la apatía o el desánimo nos lleven a enterrarlos o a utilizarlos para nuestro beneficio personal. Ilumina estos momentos de oración y permite que nos acerquemos mas a Ti con confianza y con un corazón sincero, para desprendernos de nuestra propia voluntad.
 
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martes, noviembre 21, 2023

"Levántate, Señor, sálvame"...Salmo 3

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 21 de Noviembre del 2023

Hoy celebra la Iglesia La presentación de la Santísima Virgen María una de las doce fiestas principales del Año Litúrgico Oriental. Dice la tradición antigua que cuando la virgen María era niña, sus padres San Joaquín y Santa Ana la llevaron al templo de Jerusalén y la dejaron por un tiempo allá junto a un grupo de niñas para ser instruida en la religión y los deberes para con Dios. El relato de la Presentación de María se encuentra en el Protoevangelio de Santiago que es el más antiguo de los Evangelios apócrifos. 

INTRODUCCION AL EVANGELIO:

Hoy estamos llamados a descubrir cuáles son aquellas riquezas que nos impiden ver a Jesús, cuales son aquellas riquezas que de alguna manera nos atan, nos esclavizan, no nos permiten sentirnos libres y nos limitan. Como lo leemos en el texto de Evangelio, Zaqueo no se quedó en su límite de estatura sino que busco ver a Jesús como diera lugar, algo había en su corazón. Ya alguien le habría hablado de El, alguien le habría contado lo que Jesús era capaz de regalarle, de darle, era su preciado tesoro, la riqueza del Reino de Dios y eso para nosotros tiene mucha validez porque nosotros debemos aprender de tantos hombres y mujeres que se han encontrado con Jesús, que quizás estaban en caminos alejados como nos ha pasado a nosotros y que de algún modo hemos buscado encontrarnos con el Señor de la vida, ya que somos sus criaturas y por lo tanto siempre buscamos al creador. Pidámosle al Señor que no solo cambiemos de vida sino que podamos ser cada día mejores servidores, mejores instrumentos de su amor, y que podamos compartir y dar todo aquello que nos ata para sentirnos libre, para poder alcanzar esa salvación que el Señor nos ha regalado.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 19, 1-10, nos narra cómo sucedió El Encuentro de Jesús con Zaqueo.

Dice el texto que Jesús entró en la ciudad de Jericó y al recorrer la ciudad se encontró con un hombre muy rico llamado Zaqueo quien era jefe de los publicanos. Él quería ver a Jesús pero no podía a causa de la multitud porque era de estatura muy baja. Ante esa dificultad, él se adelantó y subió en árbol para poderlo ver cuando pasará por ahí. Al llegar Jesús a ese lugar. Miró hacia arriba y le dijo: "Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa". Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: “Se ha ido a alojar en casa de un pecador”. Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: “Señor, yo doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le doy cuatro veces más”. Y Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido”. Lc 19, 1-10.

Zaqueo un hombre rico ligado al sistema opresor romano que había oído hablar de Jesús y algo muy interno en él lo motivó a vivir el encuentro con Él, sin importarle la opinión de los que le conocían. Zaqueo muestra su sencillez  y sinceridad, corre para irse adelante para tener la oportunidad de encontrar la mirada salvadora de Jesús; y como un niño sube su dignidad y encuentra el lugar adecuado para ser llamado por su nombre y entrar en un contacto directo  con Jesús. Y Él, lo quiere ver también. 

Que gran ejemplo nos ha dejado Zaqueo. Miremos el porqué: Hermanos, cuantas veces nos hemos sentido ahogados por los problemas y circunstancias de nuestro quehacer diario pero a diferencia de Zaqueo no le buscamos para que calme nuestras angustias. 

Sigamos el ejemplo de Zaqueo y busquemos a Jesús, no por mera curiosidad sino porque en Él, está la vida nueva y diferente. 

Hermanos, Jesús ha venido a compartir con nosotros a pesar de las críticas de los demás por "comer y beber con pecadores", pero ahí está la Misión: Buscar y Salvar lo que está perdido.

Que maravilloso es nuestro Salvador, Él nos produce alegría y nos motiva al desprendimiento.

Señor, como Zaqueo queremos conocerte mejor, pero hay muchas cosas que nos lo impiden y nos distraen. Hoy estamos dispuesto a encontrarnos contigo. Míranos también, Señor, con ese amor con que miraste a Zaqueo, te prometemos no dejarte ir nunca más.

 
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lunes, noviembre 20, 2023

"¡Cuanto amo tu voluntad, Señor!"... Salmo 119.

RFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 20 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

El Evangelio de hoy nos narra el milagro de Jesús que devuelve la vista a un ciego que mendiga a lo largo del camino. El, había perdido la vista, pero no la voz. Cuando siente que Jesús va a pasar, comienza a gritar: «Hijo de David, Jesús, ¡ten compasión de mí!». Son las palabras del ciego, las palabras de los leprosos, las nuestras. Con estas reconocemos nuestras pobrezas personales y sociales. "Ten compasión de mi" es decir "Dame lo que tú quieras, tú lo puedes todo, tú sabes mejor que yo lo que necesito". Son nuestros sentimientos de la ceguera expresados en palabras. Y, ¿Cuáles son nuestras cegueras? ¿Están bien nuestras miradas? ¿Cómo miramos a Dios, como Padre? ¿Vemos a las otras personas hermanas y hermanos nuestros? ¿Qué vemos en el dinero y en las cosas? Pedimos a Jesús luz para descubrir y reconocer nuestras cegueras personales, familiares, sociales. A veces creemos que nuestras cegueras, nuestras pobrezas son solamente un estorbo, una desgracia. Y tenemos la sensación de que reconocer nuestra miseria nos hunde, nos anula. Más bien al contrario. Si no somos conscientes de nuestra debilidad ¿Cómo vamos a comprender y perdonar la debilidad de los otros? Si no reconocemos que a veces no tenemos nada bueno que ofrecer a Dios ¿Cómo vamos a experimentar que Él nos quiere gratuitamente? Recuerda lo que nos dice Jesús: "El que se humilla, será enaltecido". 

Este episodio del Evangelio de hoy tomado de Lc 18, 35-43, se desarrolla a la llegada de Jesús a la ciudad de Jericó donde Curó a un ciego. Como lo describe la historia, fue esta ciudad la última a donde Jesús llegó antes de su llegada a Jerusalén. 

Dice el texto del Evangelio que: "Estaba sentado a un lado del camino un ciego pidiendo limosna; al escuchar que pasaba mucha gente, preguntó que era aquello y le explicaron que pasaba Jesús el Nazareno. Entonces éste empezó a gritar: "¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!”. Los que iban delante le regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!” Jesús se paró y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó: “¿Qué quieres que haga por ti?” El dijo: “Señor, que vea otra vez”. Jesús le contestó: “Recobra la vista, tu fe te ha curado”. En seguida recobró la vista y lo siguió glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios". Lc 18, 35-43.

Y es que la fama de Jesús iba creciendo tanto en toda Israel que mucha gente sencilla y enferma le pedían por su salud. Si El veía en ellos que tenían Fe y buena intención, los sanaba.

Jesús es Luz y quienes se acercan a Él ven la Luz y quienes viven apartados de ella, viven en las tinieblas. 

Miren: El ciego demuestra su persistencia en su ruego por obtener de Jesús la escucha a su necesidad. 

Hermanos, que grande es la Fe y cuando está bien cimentada, firme y fuerte nos salva de todo los peligros que se nos presenten. A través de la Fe, Dios nos regala infinidad de beneficios y nos devuelve la vista que muchas veces anda extraviada.

No olvidemos que Jesús siempre está ahí dispuesto a escuchar nuestras oraciones y ruegos, pero espera vernos hombres valientes y dispuestos a superar con Él todas las angustias y dificultades que tengamos para atravesar ese mar y llevarnos a la otra orilla. Hoy nos dice a ti y a mi "¿Qué quieres que haga por ti?". Confiemos, esperemos.... así, veremos su acogida y su gran misericordia. 

Señor, hoy te acercas al Jericó de nuestras almas. Aquí nos tienes como unos mendigos ciegos y pobres. Te gritamos con ansiedad: ¡Jesús, ten compasión de nosotros! Señor, ¡haz que veamos el gran amor que nos tienes! Danos el don de la fe. 

 
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domingo, noviembre 19, 2023

"Dichoso el que teme al Señor"...Salmo 128

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 19 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

Conocemos muy bien la parábola de hoy. Pero no se trata solamente de conocer bien. Se trata de descubrir en cada momento qué nos está queriendo decir Dios en cada momento de la vida. Nos podemos preguntar: ¿Qué talentos he recibido a lo largo de mi vida? ¿Los valoro y agradezco? ¿Qué hago con los talentos que he recibido? ¿Qué ocurre cuando trabajo los talentos recibidos? ¿Qué ocurre cuando los escondo? ¿Qué me dice Dios en este momento de mi vida? ¿Qué le digo? El Señor nos ha confiado muchos talentos, muchas capacidades, muchas posibilidades de crecer y servir. (recuerdalos). Mirate y descubre que Hay talentos muy vistosos: la simpatía, la facilidad de palabra, la fuerza física... como también, otros talentos están más ocultos: la capacidad de amar, de escuchar, de rezar...Dale gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza..

El Evangelio de hoy tomado de Mt 25, 14-30 nos habla de la Parábola de los Talentos y con ella Jesús nos enseña a no cerrarnos en nosotros mismos sino a abrirnos a la solidaridad y la compasión con los más necesitados. 

Jesús dirigiéndose a sus discípulos, les dice: "El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos, pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor. Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. «Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado». «Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor». Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: «Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado». «Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor». Llegó luego el que había recibido un solo talento. «Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento:". Mt 25, 14-20.

Hermanos, todo lo que nosotros tenemos se lo debemos a Dios y estos dones y talentos nos ha dado, para que los administremos en favor de los demás, especialmente por los más necesitados, para así, ayudarles a mejorar sus vidas y llevarlas a que vivan con dignidad.

Si traemos esta parábola de a nuestros días, podremos observar que muchos de nosotros nos da temor de asumir responsabilidades por el hecho de no tener el conocimiento y la preparación suficiente para asumirlas y se esquivan de ella y buscan todos los pretextos posibles demostrando con ello infidelidad a los principios fundamentales que Jesús nos ha enseñado: "Ser Vinos nuevos en Odres nuevos".

Es necesario que aprendamos a ser fieles activos, creativos y dispuestos a arriesgar lo máximo posible. Por tanto, desprendámonos de la pereza, el desinterés y el miedo y vivamos con intensidad la vida que Dios nos ha regalado. 

Gracias Señor, por todos los talentos he recibido a lo largo de nuestra vida. Danos sabiduría para reconocer hasta los talentos más ocultos y aquellos que crecen en nosotros cuando nos acercamos a ti y a los hermanos. Gracias por ayudarnos a poner nuestras  capacidades al servicio del prójimo y del necesitado Te pedimos perdón porque no hemos trabajado todos los talentos, porque muchos han acabado escondidos bajo tierra. Ayúdanos a conocer, valorar, agradecer y trabajar los talentos recibidos. 

 
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sábado, noviembre 18, 2023

"Recuerden las maravillas que hizo el Señor"...Salmo 105.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 18 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

Hoy Jesús nos transmite su enseñanza sobre cómo debemos orar. Y lo hace con la parábola de la viuda insistente. El juez no tiene más remedio que concederle la justicia que la buena mujer reivindica. No se trata de comparar a Dios con aquel juez que Jesús describe como corrupto e impío, sino nuestra conducta con la de la viuda, seguros de que, si perseveramos, conseguiremos lo que pedimos. La perseverancia no equivale a impaciencia. Solamente el paciente es perseverante. El impaciente se cansa pronto y cede. El paciente persevera hasta el fin. Por eso la perseverancia es signo de amor y el amor nos abre  el acceso al Padre. Jesús nos recomienda la confianza, la fidelidad y la perseverancia en la oración como clave para alcanzar lo que necesitamos; porque Él está intercediendo ante el Padre por nosotros.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 18, 1-8, Jesús presenta a sus discípulos una parábola que habla de un rey injusto opuesto a la ley y los mandamientos de Dios diciéndoles: "En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: "Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario". Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: "Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme”. Y el Señor dijo: “Oigan lo que dijo este juez injusto. Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a Él día y noche, aunque los haga esperar? Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?” Lc 18, 1-8

Como lo leemos en el texto, al Rey que solo le interesaba estar bien con los poderosos y no le importaban los pobres, ni las viudas, ni Dios. Y ante su maldad perversa hizo justicia por la insistente petición de la pobre mujer viuda para que atendiera su solicitud.

Jesús aprovecha este mensaje y les pide a sus discípulos Ser perseverantes y no cansarse de presentar a Dios las necesidades. Para ello se requiere de una fe grande y viva para demostrarle que lo que pedimos es verdaderamente necesario para nuestra vida.

Él insiste que la Fe no se puede perder por ello nos pide estar siempre alerta y vigilantes a fin de que ella se convierta en vida.

Si la Fe falla, la oraciones serán inútiles, por lo tanto, cuando oremos creamos. No olvidemos que la Fe es Luz y sin ella, viviremos en las tinieblas. 

Señor, queremos crecer en tu amor y a los demás y alimentar así, nuestra amistad contigo por medio de la oración humilde y perseverante. Ayúdanos a cumplir tu voluntad dejando que tus palabras modelen todo nuestros  comportamiento y no permitas que el miedo nos acobarde. Aumenta nuestra  confianza y amor a ti.

 
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viernes, noviembre 17, 2023

"Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón"...Salmo 19.

REFLEXIN AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 17 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

Jesús nos está dando las señales sobre como será el juicio final de los tiempos, que llegará algún día, no sabemos cómo, no sabemos cuándo, pero como todo lo creado, el universo conocido acabará en algún momento, tal vez en otro gran big bang que de paso a una nueva creación. Debemos estar despiertos, alertas, vigilantes. Nos advierte Jesús : Porque existe el peligro de no darnos cuenta de su venida y no estar preparados para su visita. Preguntémonos: ¿soy consciente de lo que vivo, estoy alerta, estoy despierto? ¿Estoy tratando de reconocer la presencia de Dios en las situaciones cotidianas, o estoy distraído y un poco abrumado por las cosas? Si no somos conscientes de su venida hoy, tampoco estaremos preparados cuando venga al final de los tiempos. Por lo tanto,  ¡permanezcamos vigilantes! Esperando que el Señor venga, esperando que el Señor se acerque a nosotros, porque está ahí, pero esperando: Estemos atentos.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 17, 26-37, Jesús les habla a sus discípulos sobre su segunda venida y les previene a que deben cuidarse de las preocupaciones de la vida cotidiana que despistan, apegan y distraen. Y les dice: "“En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempos de Noé. La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, que los hizo morir a todos. Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía. Pero el día en que Lot salió de Sodoma, cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos. Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre”. Lc 17, 26-30.

Este Evangelio de hoy hermanos es una invitación a que nos desprendamos de  todas esas cosas que atenúan o debilitan nuestras fuerzas para buscar el fin último: La vida eterna; Y es que la nueva venida de Jesús será repentina e inesperada y muchos estaremos desprevenidos. 

No podemos olvidar que Jesús es como esa semilla de trigo que calló en tierra y murió para dar la fuente de la vida verdadera y abundante.

Nosotros somos privilegiados por saber de lo que pasará ese día del examen final, por tanto, el vivir con alegría y con entrega nos genera un futuro glorioso. No dejemos para mañana lo que podemos hacer hoy, nos dice el dicho popular.

Señor, danos la gracia de saber vivir de cara a la eternidad. Creemos en Ti, Tu eres nuestra compañía y nuestra fuerza. Creemos que diariamente nos buscas, pidiéndonos que dependa más de Ti y no de las creaturas que nos dan aparente seguridad. Esperamos en Ti como el Único capaz de llenar nuestro deseo de amar y ser amado. Nuestro deseo es de serte fiel y generoso en lo que hoy quieras pedirnos.
 
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jueves, noviembre 16, 2023

"Enséñame, Señor, tus leyes"...Salmo 119.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 16 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

El Señor recuerda lo que ya había dicho antes en varias de sus parábolas, el Reino no es algo visible a simple vista, no es un reino humano, no está allí ni está aquí; el Reino, está entre ustedes. Con estas Palabras nos recuerda que el reino tiene orígenes humildes como el granito de mostaza o como el poco de levadura para fermentar la masa. El Reino actúa en la persona, es decir, en el corazón de cada persona que acepta, sigue e imita al Señor. De la misma manera Jesús habla de su “segunda venida” cuando se refiere al Día del Hijo de hombre, no se podrá decir “está aquí o está allí”, porque cuando llegue ese día, simplemente llegará, será como un relámpago que no se puede predecir, por ello su insistencia a estar siempre preparados, ya que, está aquí y algún día se hará presente en plenitud.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 17, 20-25 notamos que los Fariseos andaban desconcertados por lo que hacía y hablaba Jesús sobre  el Reino de Dios. Ellos eran "conocedores y cumplidores  de la Ley de Moisés", pero, para probarlo querían saber por su boca, cuando ocurriría su llegada. 

Ante tal inquietud, Jesús les respondió:  “El Reino de Dios no se manifiesta ostensiblemente y no se podrá decir: «Está aquí» o «Está allí». Porque el Reino de Dios está entre ustedes”. Entonces le dice  a sus discípulos: “Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán. Les dirán: «Está aquí» o «Está allí», pero no corran a buscarlo. Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre cuando llegue su Día. Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación”. Lc 17, 20-25.

Miremos: Jesús es conocedor de las intenciones hipócritas de los Fariseos y con sus Palabras quiere invitar no solo a ellos sino también a sus discípulos a reflexionar sobre la verdad del Reino de Dios y su llegada.

Veamos: Jesús es interrogado por los fariseos sobre cuándo vendrá el Reino de Dios. Y Él responde que el Reino de Dios no vendrá con señales externas visibles para todos, sino que está dentro de cada persona. 

Él quiere enseñarles que el Reino de Dios no es un lugar o una estructura física, sino una realidad espiritual y transformadora que debe vivirse en cada corazón.

El les advierte a sus discípulos que días vendrán en los cuales desearán ver uno de los días del Hijo del Hombre, pero no serán capaces de presenciarlos. Y les señala que su segunda venida será inesperada e impredecible.

Hermanos, Jesús nos anima a que estaremos preparados en todo momento y a vivir de acuerdo con sus enseñanzas, para que cuando llegue ese día, estemos listos para encontrarnos con Él.

Este Evangelio nos exhorta a que reflexionemos sobre dos aspectos fundamentales: En primer lugar, que el reino de Dios está dentro de nosotros y se manifiesta a través de nuestro amor, compasión y obediencia a sus mandamientos. Y en segundo lugar, debemos estar siempre preparados para el encuentro con Jesús, viviendo una vida de acuerdo con su voluntad y anticipando su segunda venida. 

Preguntemos: ¿Cómo estamos cultivando la presencia del Reino de Dios en nuestras vidas y cómo estamos viviendo la expectativa de su regreso? 

Señor, ni el trabajo, ni el estudio, ni las ocupaciones cotidianas, deben ser un obstáculo para estar unidos a Ti. Sólo dejando que gobiernes y ordenes nuestras vidas, podrá venir a nosotros tu Reino. Sabemos que reconociéndote como nuestro Rey y Señor, todo lo que viviremos en nuestros días se convertirá en un medio para alabarte, para glorificarte y amarte.

 
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miércoles, noviembre 15, 2023

"Levántate, oh Dios, y juzga a la tierra"...Salmo 82

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 15 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

Como lo leemos en el Evangelio de los diez leprosos curados, nueve parece que consideran lo sucedido como lo más natural. Sólo uno (un samaritano) vuelve agradecido a Jesús y a dar gracias a Dios. Únicamente el samaritano alcanza el fin del milagro: entrar en una nueva relación con Dios. Naturalmente todos estaban felices por haber recuperado la salud, pudiendo así salir de esa interminable cuarentena forzada que les excluía de la comunidad. ¿Qué le impulsó a ese Samaritano dar la vuelta para encontrarse de nuevo con el que le dio la salud? Se dio cuenta que ya no era la misma persona, algo o alguien, le había cambiado su vida. El, como lo leemos no era judío ni necesitaba ser justificado por la ley judía para recibir el visto bueno del poder religioso. ¿Por qué necesitaba darle gracias al Dios de Jesús? ¿Sería que necesitaba acercarse y conocer a aquella persona que solo había visto de lejos y quizás, siguiéndole cambiaria de verdad su vida? Quien ha hecho experiencia de la compasión, no podrá no ser agradecida, porque ha quedado admirada del cambio que se ha operado en ella. Miren: El que ha experimentado la plenitud del Padre, sabe que la fuerza de su proyecto de vida, es liberador, curar de miedos, vacíos y heridas que nos hacen daño. El sana integralmente.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 17, 11-19, nos presenta la curación de diez leprosos y el tema de la gratitud por lo que por su bondad, recibimos de Él.

Esta curación la realiza Jesús, según el texto del Evangelio cuando iba camino a Jerusalén y atravesaba Galilea y Samaria. El y sus discípulos al entrar en un pueblo, le salieron al encuentro diez leprosos, que se pararon a cierta distancia y alzando la voz, dijeron: "¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!" Al verlos, les dijo: "Vayan a presentarse a los sacerdotes". Y sucedió que, mientras iban, quedaron sanos. Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano. Tomó la palabra Jesús y dijo: "¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿Dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?" Y le dijo: "Levántate y vete; tu fe te ha salvado". Lc 17, 11-19.

Hay algo muy interesante en este episodio: Eran diez los leprosos y nueve de ellos desaparecieron de la escena y nada se supo de ellos. Solo uno, se ve curado y comprende que algo grande le había sucedido y que Dios estaba en el origen  de su curación. Y es así, como vuelve entusiasmado y se postra a los pies de Jesús para agradecerle.

Esta experiencia vivida del leproso nos enseña que nada nos puede impedir acercarnos a Jesús, ni en las más terribles impurezas y enfermedades de la vida. 

Hermanos, podemos pasar por las indiferencias a la fe, por el rechazo a la acogida y las dudas a la confianza, pero, Dios con su infinito Amor Misericordioso nos cura entre nuestros miedos, vacíos y heridas que nos hacen daño. Vivir la gratitud es una señal de que en nosotros se vive la presencia de Dios. 

Señor, danos la gracia de saber agradecerte por todos los dones que nos das. Aumenta nuestra fe para que pueda alcanzar así, la salvación.

 
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