lunes, noviembre 27, 2023

"Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres"...Dn.3.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 27 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

La generosidad es algo de todos los días, es algo en lo que debemos pensar: ¿Cómo puedo ser más generoso, con los pobres, con los necesitados? ¿Cómo puedo ayudar más? Jesús mira con profundidad. El no se queda en la superficie, en las apariencias. La mirada de Dios no es como la mirada del hombre, pues el hombre mira las apariencias, pero Dios mira el corazón. Parece que no tenemos tiempo para mirar, para contemplar, para descubrir el corazón de las personas. Tenemos mucha prisa y poco amor.  Jesús nos asegura que el que gana pierde y el que pierde gana. El que gana y reserva su vida, la pierde. El que pierde y entrega su vida, la gana. Nosotros, hemos experimentado que es así, que solo cuando entregamos por amor la vida, la ganamos y tendremos más vida. 

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 21, 1-4, Jesús destaca a sus discípulos la actitud de una pobre mujer viuda que echaba en el arca de las ofrendas del templo dos monedas de todo cuanto tenía para sobrevivir, mientras también observaba a unos ricos que ponían sus donativos. Y les dice: "“Les aseguro que esta pobre viuda ha dado más que nadie. Porque todos los demás dieron como ofrenda algo de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que tenía para vivir”. Lc 21, 1-4.

Jesús observa todo sin que tú y yo nos demos cuenta. Él nos ve cuando cometemos una falta, lo aclara y lo condena; pero cuando ve que nuestras actitudes son buenas, nos alaba y premia.

Así de esa manera observó a la pobre mujer viuda que ofreció el fruto de todo su esfuerzo y trabajo del día, dinero que le daría la capacidad de adquirir sus pocos alimentos. 

Jesús destacó el valor del sacrificio ante lo que se ofrece. A Él, no le interesa la cantidad ni el valor que se ofrece sino el cariño y la bondad con el cual se da la ofrenda. 

Es por ello hermanos, que cuando demos limosna hagámoslo sin ostentación y sin llamar la atención de nadie, ni tampoco, queriendo buscar reconocimientos o alabanzas. Ofrezcamos nuestra donaciones de corazón siendo siempre generosos.

Señor, no te podemos dar nada que no hayamos recibido de Ti, por lo que hoy ponemos en tus manos nuestro amor y nuestra total voluntad. Enséñanos a darlo todo por Ti y por los demás, con alegría, generosidad y caridad.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:34 a.m. | Permalink |


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