domingo, septiembre 27, 2009
PIDAMOS CON MUCHA FE A JESÚS PARA VENCER LAS SITUACIONES ADVERSAS

La fe es esa fuerza interior inspirada por el Espíritu Santo que jalona nuestras vidas, nos ayuda y nos saca de ese presente que vivimos “complicado”, inspirándonos con su fuerza huracanada para enfrentar las situaciones adversas y difíciles.

¿Cuantos hombres y mujeres en el mundo no estarán experimentando muchos miedos y cobardías que les hacen esconder en cavernas oscuras y solas, entregándose al vicio, al alcohol, los placeres del mundo? ¿Cuántas deudas y compromisos sin cumplir que los encierran a vivir una vida complicada y sin salida?

Es esté el momento para acercarnos al Maestro y Verdadero Guía de nuestras vidas y con una oración sincera que sale de nuestros corazones, le pidamos nos llene de fe y de fuerzas para salir delante enfrentando con valor todas las situaciones adversas que vivimos, revestidos con la armadura del Espíritu Santo.

Si, es la fe la que nos ayuda a discernir lo que está bien o está mal. Y solo quien vive cerca de Cristo sabe si está haciendo su vida como Él la pide.

La fe nos permite confiar en Dios, de colocar en sus manos la vida y las esperanzas, seguros que Él, en ningún momento, no se aparta de nosotros. Él siempre está a nuestro lado, enseñándonos el camino que hemos de elegir para seguir adelante.

Cuando optamos por seguir caminos diferentes, nos vamos apartando de Él y nuestras vidas se van deteriorando hasta convertirla en una gran tiniebla que se esconde en una fría oscuridad.

Confiar en el Señor es tener la certeza de tenerlo como el mejor Papá, de ese Padre que nos va a escuchar y que de Él, vamos a recibir con mucho amor lo que le pedimos o estamos necesitando; solo ha de quedar en nosotros sus hijos, el compromiso único de corresponderle de la misma manera: con amor.

No podemos acostumbrarnos a vivir en medio del dolor y de las tristezas, es necesario vivir de la fe que nos despierta y nos levanta.

Fijémonos siempre en Jesús, quien nos enseña a vivir la plenitud de la vida.


SEÑOR, FORTALECE NUESTRA FE Y ENSEÑANOS A VIVIR COMO TU QUIERE QUE SEAMOS.
 
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jueves, septiembre 24, 2009
TENGAMOS ACTITUDES DE ACOGIDA, RESPETO Y DE VALOR

Si tenemos actitudes de acogida, de respeto y de valor hacia los demás, veremos como en nosotros se nos van multiplicando las bendiciones. Y de verdad, cuando nos esforzamos en tratar bien a nuestros hermanos, recibimos de parte de Dios muchas sorpresas que se nos van multiplicando a través del tiempo.

Solo Dios sabe y conoce el corazón de los hombres. Él sabe que cuando se desprecia a otro, en corto tiempo, ese sentimiento se nos devuelve hasta triplicado, ¿sabes por que?, porque no hay enemigo pequeño.

Hoy es el momento de pensar y de acoger a Dios en nuestros corazones, Él nos favorece a pesar de todas las circunstancias de nuestras vidas, solo Él es misericordioso hasta el extremos, porque nos ama de verdad.

Debemos sentirnos invitados a cada instante por Dios a ser sencillos, a reconocer con humildad las posibilidades del otro, a no gloriarse, ni tratar con desprecio o maldad a otro de nuestros hermanos, porque corremos el peligro de equivocarnos y con alto precio.

Jesús fue sencillo hasta el extremo, tanto, que se entregó por amor, por la lucha incansable de devolverle al pobre, al maltratado, al desplazado, sus derechos con justicia, solidaridad y amor fraterno para que con fe y sabiduría, lograse ser feliz y alcanzar la paz.

Recordemos siempre que somos un soplo de Dios y que nuestra existencia depende de Él, que no somos más que nadie; porque todos fuimos creado por Él, a su imagen y semejanza.

Cuantos hoy nos equivocamos y vivimos sin colocar los pies en la tierra, perdemos las nociones que fundamentan la vida y terminamos repitiendo esquemas de personas que han sembrado en el mundo la exclusión y el robo de la dignidad humana.

La Palabra de Jesús nos marca el paso a ser humildes y sencillos, cuando en ella nos dice que si somos invitados a una fiesta, no nos pongamos en los primeros puestos, porque si llega alguien más importante que nosotros, nos va a pedir esos puestos. Nos recomienda, que nos hagamos a los puestos últimos, a los de atrás. Porque llegará nuestro amigo y nos dirá, tu, ves, siéntate adelante.

No despreciemos a nadie, porque ese alguien puede tener las llaves de nuestra bendición.

SEÑOR, ENSEÑANOS A SER SENCILLOS Y MISERICORDIOSOS.
 
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domingo, septiembre 20, 2009
QUIEN ASUME LOS ERRORES PUEDE SUPERARLOS

Ser sinceros es el don que nos lleva a los hombres a ser felices, por eso la felicidad depende de que nuestros corazones esten tranquilo y lleno de verdad. Somos sinceros cuando nos mostramos de manera inteligente tal cual como lo somos.

Muchos nos llamamos sinceros cuando le decimos a otros, ya sean nuestros hermanos, amigos o compañeros, eso que llamamos, las verdades dolorosas, es decir, esas cosas que sabemos, que hemos dado por ciertas y que vienen de algunos comentarios que nos han enterado de sus vidas.

Otros somos ya expertos en decir mentiras y sobre todo de nuestras propias vidas; y utilizándolas a ellas, queremos sobresalir como personas sinceras y responsables ante los demás. Las hacemos, tan convincentes, que nos las creen.

Lo cierto es que para que vivamos siempre en la verdad, en esa verdad que Cristo quiere de nosotros, tenemos que esforzarnos por reconocer que las cosas han de decirse y sentirse tal cual como son aunque nos cueste y duela aceptar todas las dificultades.

Muchos de nosotros los cristianos nos hemos dejado ganar la batalla del mal, como son los vicios, la adicciones a las drogas, la vida fácil, la prostitución, etc. Y hacemos de nuestra vida una fantasía queriendo fingir y engañar a otros de nuestros problemas.

A ellos y a quienes hoy vivimos creyendo falsear a los demás les digo, que necesitamos vivir la vida con plena naturalidad porque con ella, encontramos la única manera de salir adelante ante todas las limitaciones que tengamos.

Solo quien asume los errores, es capaz de superarlos. Necesitamos ser sinceros con nosotros mismos y con todos los demás, así, sabremos de verdad que no somos tan buenos como creemos ser, que existen tantas fallas en nosotros que nos cuestan mucho, y que, aunque hemos luchado, no hemos podido avanzar mucho.

De verdad, nadie vive de mentiras, y quien vive de ellas no es feliz, porque siempre vivirá temeroso a que sea descubierto o saque a flote y sin pensar, lo que trata de ocultar.

SEÑOR, ENSEÑANOS A SER SINCEROS Y HA DECIR SIEMPRE LA VERDAD A PESAR DE TODAS NUESTRAS LIMITACIONES.
 
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miércoles, septiembre 16, 2009
FORJEMOS NUESTRAS RELACIONES DE FAMILIA COMPACTAS

En la medida que nos esforcemos por hacer unas relaciones compactas con los demás, iremos fraguando a nuestro alrededor obras cimentadas sobre ladrillos humanos sanos y equilibrados.

Tenemos que invertir nuestro tiempo en la enseñanza del amar. Amar no significa compañía, ni estar juntos, ni mucho menos ese sentimiento que se da por conveniencia. Amar es sentir que la felicidad del otro me hace feliz, oh cuando sentimos que la felicidad nuestra, está determinada por la de los demás.

¿Cuantos de nosotros hemos aprendido ha estar juntos y hasta luchar sin amarse? ¿Cuántos somos los padres de familia que creemos que con solo llevar a la casa el dinero se logra el bienestar de la familia? ¿Cuántos no creemos que con solo la presencia en casa marcamos la autoridad en casa?

Nos equivocamos los que así pensamos. Un padre lo primero que debería hacer por ejemplo, es hacerse sentir como signo valioso a su familia. Y es eso lo que tenemos que hacer los padres: hacernos sentir cuando estamos juntos, en familia, que en nuestros corazones hay algo más que valioso: El amor.

La gran tragedia de hoy es la falta del tiempo, según el pensamiento de muchos. Algunos se atreven a afirmar cuando los convidan a departir, que tienen que cumplir con el trabajo de la oficina que llevaron a casa, que la lectura de la prensa hablada o escrita está primero que el compartir con la familia, que un partido de fútbol por las eliminatorias al mundial, es más importante que un día en familia en playa o en el campo. ¡ Cuantas excusas nos inventamos!
Y es por eso que nuestros hijos se crían indiferentes a todo. Ellos se han acostumbrado a tomar como valiosos sus personajes de la televisión o el cine.

Algunos creemos que a través del Internet mandando mensajes amorosos construimos una familia ideal. Pero ojo, no podemos amar por correspondencia. ¡ Necesitamos tiempo para estar y compartir en familia!

Nuestra esposa (o) necesita nuestro tiempo para amar, para estar juntos, soñar ideales, charlar, etc. Los hijos, necesitan junto a nosotros del tiempo para jugar y compartir sus problemas, para saber que son las cosas peligrosas y sus prohibiciones. No podemos hablar con ellos como hablamos con los amigos de oficina, ojo, ellos tienen un lenguaje muy diferente.

Un padre de familia que quiera amar de verdad, no puede amar sobre cosas irreales, por ello hay que invertir el tiempo en abrir el corazón para amar de verdad, siendo luz, Como Dios nos ama a todos.

SEÑOR, ENSEÑANOS A SER AMOROSOS Y A TRABAJAR POR HACER DE NUESTRA FAMILIA UN LUGAR DONDE SE COMPARTE Y SE VIVEN IDEALES.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:40 a.m. | Permalink | 0 comments
miércoles, septiembre 09, 2009
DIOS TODO LO PUEDE, ÉL ESTARÁ SIEMPRE CON NOSOTROS

Aunque la vida nos muestra que hay cosas que no nos convienen, obstinadamente insistimos, luchamos por alcanzarlas y hasta quizás, gastamos todas nuestras riquezas físicas y espirituales por obtenerlas.

Pero la Misericordia de Dios nos concede a todos el momento de reflexionar y reconocer que ellas son batallas de la vida donde necesariamente como humanos, tenemos el don de dar y luchar para descubrir que en cada una de ellas Él está siempre presente pidiéndonos insistentemente el reflexionar sobre su potestad y el alejamiento nuestro de su presencia.

Dios nos demanda plena confianza en Él, que despertemos y estemos atentos para levantándonos de nuestros letargos. Para así, fortalecer el encuentro con Él y continuar enfrentando las duras batallas de la vida como buenos soldados que han solificado su vida con la presencia de Jesús su Hijo Unigénito y Salvador.

Recordemos que Dios respeta nuestra propia libertad; y nos equivocamos cuando pretendemos dejar en sus manos todas nuestras tareas y preocupaciones, para que sea Él quien nos ayude y nos saque adelante.

Cuando leemos y reflexionamos el Evangelio de San Lucas 15. 11-32- El Hijo pródigo, vemos a un Padre todo amor que aconseja y pide que no lo abandonemos, porque ahí, en su casa, hay verdadera vida abundante. Pero de verdad, somos tercos. A pesar de todas las advertencias, nos deja libres para que escojamos el camino que queramos y no nos forja a escoger el correcto.

Es necesario que hoy tomemos conciencia de todo lo que perdemos cuando nos envelábamos en las cosas del mundo y gastamos todos los dones que Dios ha puesto en nuestras manos. Pero tengamos presente siempre que en las decisiones erróneas encontraremos al Padre quien nos abre sus brazos para darnos el perdón y acogernos con felicidad.

El Padre Francisco Jordán, Fundador de la Sociedad del Divino Salvador (Salvatorianos) nos exhorta con sus palabras:
“Es mejor confiar en el Señor que en los grandes del mundo(Ps.117,9)”.Que se os grave bien lo siguiente: Aunque todos los hombres, todos los príncipes y los magnates de la tierra estuvieran a nuestro favor no confíes en ellos, pues si hoy están con nosotros mañana estarán contra nosotros. Confiemos en el Señor en cualquier circunstancia”.
 
posted by Laureano García Muentes at 6:19 a.m. | Permalink | 0 comments
viernes, septiembre 04, 2009
VAMOS NO TENGAMOS MIEDO, REMEMOS MAR ADENTRO

Es sorprendente la suavidad con que Cristo va guiando a sus amigos hacia la conversión. En el pasaje que nos departe San Lucas (5,1-11), La pesca Milagrosa, nos podemos dar cuenta cómo Jesús logró conquistar a Pedro.

Y es que Pedro, antes de conocer al Señor, era Simón el pescador. Un hombre recio, acostumbrado a la dura tarea de la pesca. Seguramente era uno de los más importantes del negocio y uno de los más respetados, debido a su carácter fuerte.
Jesús se acercó a él, se subió a una de las barcas y le pidió que se alejara un poco de la orilla para poder predicar a la muchedumbre. Pero Pedro mientras Jesús hablaba estaba pendiente del timón y de los remos y quizás no le interesó escuchar las palabras del Señor.

Pero a pesar de ello, Jesús le miró y le dijo que tomara el rumbo de su barca y la llevara mar adentro, a pescar. Simón se extrañó. ¿Pero cómo? ¿No sabe éste que yo soy un profesional? Si no he pescado nada durante la noche, ¿cómo voy a hacerlo a pleno día?
Sin embargo, le dijo: Lo haré porque tú me lo pides.

Jesús en su sabiduría esperaba estas palabras. Esperaba un poco de humildad por parte de Pedro, el impetuoso. Fue entonces cuando se obró el milagro. “Y pescaron gran cantidad de peces”. Al ver lo sucedido, Pedro se olvidó de la pesca y cayó de rodillas ante Jesús.

El Señor sabía muy bien cómo ganárselo, con amabilidad, sin recriminaciones. Y luego le dijo: “No temas, desde ahora serás pescador de hombres”.

Tu y Yo estamos hoy llamados a tomar en nuestras manos el rumbo de nuestra barca, sin temor alguno y teniendo absoluta confianza en el Señor. Tomar las redes de su Verdad, de su Justicia y de su Amor, para demostrarle al mundo que solo Él es quien nos salva.

Tu y Yo estamos invitados a conquistar el mundo, a llevar la Palabra de Vida abundante, a todas las gentes en cualquier ambiente y situación. A decirle a los hombres y mujeres de hoy, que cambien su vida, que se aparten de las cosas del mundo y se vuelvan al Señor.

El mar de nuestra vida es incierto y a veces se vuelve tenebroso, pero solo con la compañía y la guía de Jesús, lo cruzaremos llenos de esperanza y sin temor. ¡ VAMOS, ADELANTE JESÚS ESTÁ CON NOSOTROS!

SEÑOR, TU PALABRA ES VIDA Y ELLA NOS GUÍA POR LA VERDAD, CONFIAMOS EN TI.
 
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martes, septiembre 01, 2009
ESFORCEMONOS POR HACER DE NUESTRA VIDA COMÚN ALGO SANTO

Es importante que cada día al levantarnos pensemos que Dios nos quiere como unos instrumentos de bendición para los demás y que en cada una de nuestras acciones y actitudes, debemos manifestarlo con esas mismas gracias con las que Él está sembrado en nuestros corazones.

El gran misterio de nuestra vida es amar y amar sin medida a los demás; para ellos, no se requiere que dejemos de hacer cosas para mostrar a los otros que hemos alcanzado la conversión, sino que en cada gesto, actuar y circunstancia de la vida, se edifique con hechos respetables, claros, honestos y transparentes.

Nuestra vida ha de ser construida sobre bases firmes para que ningún viento huracanado ni cualquier aluvión, la estremezca, la arranque y se pierda.
Cuantas adversidades encontramos a diario en nuestro caminar por la vida que nos desaniman y creemos perder la fe.

En el camino hacia el encuentro con Jesús y en esa lucha afanosa que mantenemos por fortalecer nuestra fe, crecer espiritualmente, servir y ser perfectos, como Dios quiere que seamos perfectos; nos encontramos muchas veces con casos muy singulares.

Jóvenes y adultos que entran con ganas y muchas expectativas a grupos o comunidades; y en ellas encuentran reparos, personas excluyentes y ofensivas, que hacen debilitar el entusiasmo y hasta frustrar esperanzas. Muchos se aíslan y otros perciben que estos momentos tienen una gran fortaleza que les hacen aumentar su fe y constituirse en verdaderos testimonios; y señalan: “Mi fe no depende de otros sino de mi mismo”.

Y es que ello es una gran verdad. Pienso que muchas veces somos nosotros los que nos alejamos y queremos enfriar y transmitir nuestra tibieza a los demás. Nos creemos muchas veces engrandecidos porque hablamos maravillas con los labios pero hacemos con nuestras manos obras que están distantes de toda fuente de amor del Señor.

Quien se encuentra con Jesús no se cierra a la misericordia, ni se opone a la obra salvifíca, se abre a recibir a cada instante el amor del Padre en su corazón y se apresta a servir de semilla para ser sembrada en tierra fértil donde crezca y produzca una gran cantidad de frutos llenos de la bendición de Dios.

SEÑOR, HOY ABRIMOS NUESTROS CORAZONES A TU ACCIÓN Y NOS COMPROMETEMOS A PROCLAMAR TU AMOR EN TODO LUGAR.
 
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