"Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor"...Salmo 1
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Jueves 202 de Marzo del 2025
La relación de la persona con el dinero es un tema crucial y recurrente en el Evangelio. Tan importante, que el joven rico se va triste cuando Jesús le pide como condición para alcanzar seguirle y alcanzar la salvación: Una cosa te falta, anda, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres. En el texto de hoy vemos cómo el uso de la riqueza es el signo que separa dos mundos: uno representado por Epulón y otro representado por Lázaro; el mundo de la sobreabundancia por un lado y el mundo que apenas sobrevive con las migajas que desde el otro lado se tiran. Ninguna parábola como ésta refleja la situación de abismo social que existe hoy entre ricos y pobres.
Precisamente el Evangelio de hoy tomado de Lc 16, 19-31 nos presenta La Parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro que nos invita a rechazar los estilos de vida que conducen a la soberbia, la envidia, la ira, la vanidad y el egoísmo.
Jesús deja claro que al final de la vida hay dos posibilidades: La Condena y la Salvación.
Entre ellas existe un abismo en la eternidad de los destinos: uno, la profunda oscuridad y la liberación de los sufrimientos y privaciones para gozar de la promesa de Dios: La vida eterna en el cielo.
Y es que la pobreza nos acerca a Dios, pues las cosas que nos mueven a ser ricos nos hacen llevar a los vicios, las ambiciones, los deseos de poder y el egoísmo.
Hermanos, esta parábola nos llama a tomar decisiones urgentes: Confiar más en Dios para así, superar los abismos y preocuparnos de dar auxilio a los más necesitados en generosidad y servicio.
Señor, Tú nos conoces bien. Danos tus fuerzas para descubrirte en todas las personas que me rodean pero de manera especial en los mendigos y los que viven en medio de sus necesidades para que pueda transmitirte a ellos la gran ilusión de vivir en la esperanza para que así, sea posible, para hacer su yugo sea ligero y más leve.