"Dichoso el que camina en la voluntad del Señor"...Salmo 119.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Sábado 15 de Marzo del 2025
En el Evangelio de hoy tomado de Mt 5, 43-48, Jesús le enseña a sus discípulos a ser grandes de corazón amando a los que consideran enemigos por tener una filiación Divina con ellos.
Dice el texto del Evangelio que Jesús les dice: "Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿Qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿Qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial". Mt 5, 43-48.
De acuerdo a la ley de Moisés, el amor al prójimo debía prevalecer en la convivencia del pueblo. Jesús da un paso más hacia adelante y expresa que También había que amar al enemigo como máxima expresión del amor y les dice: "Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores" expresando así, una contraposición a la ley judía de esa época. Y les añade: "Sean perfectos como Él Padre de ustedes que está en el cielo es perfecto".
Hermanos: Dios es un Padre de bondad y amor. Él ama a todos los hombres por igual.
Su amor es incondicional, por tanto, no es un sentimiento pasajero. Él busca siempre para nosotros el bien a pesar de las indiferencias.
Vivir de acuerdo con ese ideal, no es fácil: y ese Es nuestro desafío y ellos significa responder de manera diferente eligiendo el amor, la comprensión, la bondad y la misericordia.
Pidámosle al Espíritu Santo que pasemos las fronteras de la indiferencia, el odio y del rencor transformando nuestras vidas de acuerdo a la voluntad del Padre-Dios que hoy nos invita a ser perfectos como Él.
Recuerda que el Señor nos ayuda con su gracia porque por nuestras fuerzas solas no podemos avanzar ni amar a los que nos hacen daño. Con el Espíritu Santo todo se puede. “Todo lo puedo en Aquél que me da fuerzas”.
Padre bueno, que descubre mediante tu Hijo la alegría del perdón, la valentía del amor al enemigo, el imperativo de "no juzgar", te pedimos que borres tus reclamaciones de nuestro libro, como haremos nosotros con las nuestras. Así conseguiremos un libro blanco y limpio, dispuesto para los mensajes de alegría de bondad, de fraternidad y de amor. Haznos sentir el perdón como un tesoro recibido de ti y generador de convivencia pacifica, hasta tal punto que no necesitemos volver a reclamar, porque todos los rencores quedarán ahogados.