martes, marzo 11, 2025

"El Señor libra de sus angustias a los justos"...Salmo 34.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 11 de Marzo del 2025

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 6, 7-15, Jesús le transmite a sus discípulos un modelo familiar para relacionarse  con Dios, como también, una nueva forma de orar reconociendo que los hombres tienen un Padre común. 

Jesús les dijo: "Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No hagan como ellos, porque el Padre de ustedes que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes oren de esta manera: "Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal". Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes". Mt 6, 7-15

Hermanos: La oración nos exige una condición única: La sinceridad y la Sencillez para dejar que hable nuestros corazones sin decir cosas vanas o inútiles.

El Padre Nuestro es una oración irreemplazable, en ella está toda la enseñanza para orar al Padre-Dios con una contemplación perfecta.

Jesús nos invita hoy a ser humildes y nos recuerda que todas nuestras acciones y oraciones deben ser para demostrar al Señor nuestra Fe y Amor hacia Él. No podemos olvidar que la oración humilde nos invita a vivir una transformación personal porque nos llama a revisar nuestras vidas y a vivir en constante apertura al diálogo y a la reflexión.

Seamos pues, hermanos testimonios de una transformación manifiesta de nuestro compromiso con los valores del Evangelio para así, ser verdaderos impulsadores del cambio  y portadores de luz y esperanza en el mundo de hoy. 

Padre Nuestro, recibe nuestra adoración, alabanza y agradecimientos por tus enseñanzas; gracias por hacer de la oración el canal efectivo para tener comunicación contigo y la oportunidad para que vivamos una vida acorde a tu voluntad; ayúdanos a orar con el corazón, a recibir tu perdón y extenderlo aquellos que nos han herido. Danos de comer siempre de tu Pan. Señor, ayuda a que siempre la familia, descendencia y todos los que se une a esta oración, tenga sed de Ti, te busque de corazón y sean provistas sus necesidades; protégelos del mal y que sus vidas reflejen la gracia de tu amor.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:23 a.m. | Permalink |


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