jueves, octubre 29, 2009
VAMOS A LUCHAR, PONGÁMONOS FIRMES

Nadie que quiera ser un hombre con fe firme y fortalecida puede llenarse de temor frente a todas las situaciones que se le presentan en la vida, porque en cada batalla que se libre, Dios estará presente en ellas, brindando su fuerza para vencerlas y ser más que triunfadores.

Dios a todos los hombres nos señala una misión en el mundo. Cuando nacemos, sin excepción tenemos señalado algo que hacer, vivir y cumplir. Nadie viene al mundo por mera casualidad, Dios, dueño de la vida, nos regala una existencia a su manera, como ha bien Él pensó e ideó para que cada uno; con los dones que nos otorga, cada cual la va construyendo y realizando con alegría, con mucho amor y siendo corresponsables a su gratuidad.
Por ello, cada uno de nosotros ha de tener como obligación el explorar y descubrir de su vida, la razón de su existencia.

Cada hombre y cada mujer ha de luchar y esforzarse en dar lo mejor de si para surgir, batallar y salir adelante. Y es que ahí está el goce de vivir.

Cuantos sentimos que no somos capaces, que nos flaquean las piernas y nos llenamos de miedo y mucho temor para continuar. Lloramos y nos sentimos impotentes. Creemos que la batalla que nos toca vivir la vamos a perder y por eso, nos deprimimos e inventamos miles de excusas.

Cuando leemos al Profeta Jeremías nos damos cuenta la fuerza que ejercen en nosotros las debilidades a las que Dios nos pide firmeza y nos exige que apretemos el corazón y nos pongamos en pie de lucha para salir al frente de nuestras batallas, y nos dice al oído: “Yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en medalla de bronce, frente a todo el país. Lucharán contra ti, pero no podrán, porque yo estoy contigo para librarte”.

Sus palabras nos llegan hoy al corazón a pesar de nuestras enfermedades y situaciones difíciles, nos recuerda que Él lo hizo todo y que lo puede todo. Él venció la muerte, está con cada uno de nosotros y nos sostiene.

Adelante, levantémonos con gran confianza y llenos de esperanza en Cristo, salgamos a caminar seguros que en medio de todas las adversidades, a pesar de nuestras incredulidades, Él está ahí, junto a nosotros.

SEÑOR, BENDITO Y ALABADO SEAS POR SIEMPRE MI SEÑOR, PORQUE SABEMOS QUE ESTAS PASEANDOTE EN NUESTRAS NOCHES, TU MANO ES SANADORA.
 
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domingo, octubre 25, 2009
DIOS SIEMPRE MULTIPLICA, NUNCA NUESTROS ESFUERZOS SE QUEDAN SIN RECOMPENSA

Es necesario que hoy nos sentemos a recapacitar a la luz de la Palabra de Dios y con actitud de entrega, con nuestros corazones llenos de toda sinceridad, le pidamos a Dios nos envíe la luz de su Santo Espíritu para abandonándonos en sus manos, llenarnos de sus fuerzas y así, con Él, poder vencer esos obstáculos que tenemos en nuestras vidas y que muchas veces los hemos utilizado de excusas para no encontrarnos verdaderamente con Él.

Quisiera que tomáramos el pasaje de Jesús y Zaqueo para que juntos, reflexionemos. Él se encuentra en el Evangelio de San Lucas, cáp. 19. 1-10. Y es que este personaje se asemeja mucho a nosotros. De verdad, tiene tantos impedimentos, como esos que siempre estamos tomando de excusa para ir al encuentro verdadero y sincero con Jesús.

Zaqueo un hombre de pequeña estatura, la que se refleja en nosotros, quizás, por la falta de dignidad y de conocimientos para estar junto a su grandeza. Nos sentimos pecadores y por simple hecho de serlo, no podemos vivir su presencia.

Quienes pensamos así, nos estamos equivocando, Dios nos ha hecho iguales unos con los otros, no somos tan pequeños como nos creemos. Dios ha puesto en cada uno el deseo de salir a buscarlo. ¿No es así?. Es por ello, que nuestras pequeñeces no han de ser ataduras para encontrar su amor. Recuerdo una canción que nos dice: “El amor de Dios es maravilloso. El amor de Dios es misericordioso…”.

Otro de los obstáculos que vemos en Zaqueo es el temor de la gente, lo social. Miren, él, con toda su pequeñez decidió seguir haciendo el esfuerzo por ver, conocer y encontrarse con Jesús. Encontró una gran multitud que veían a Jesús. Se empinaba, buscaba los medios y no podía. Su propia pequeñez se vio más grande que nunca ¿y saben por qué? Porque la aparente grandeza de los que le rodeaban le era a ellos más pesada.

Casi a diario y en cualquier lugar lo vemos y vivimos. En muchas de nuestras actividades, vemos como a muchos les aplauden, tienen fortalezas espirituales, hablan toda clase de idiomas, etc. y nos desanimamos porque no poseemos esos dones. Pero recordemos, Dios nos ama y no tiene ninguna clase de impedimentos para con nosotros, nos recibe tal como somos, para Él todos somos iguales.
Miremos la actitud de Zaqueo. No se desanimó ni por sus propios defectos. Su sed de conocer y vivirlo era tan fuerte que sus miedos e incapacidades no se lo impidieron; se sube a un árbol y ve a Jesús.
Jesús, mira nuestros esfuerzos y los multiplica, nunca quedan sin recompensa. Él nos dice al oído: “ Hoy conviene que me quede en tu casa”, de la misma forma como le dijo a Zaqueo ese día.

Los animó a que no nos aflijamos por nuestras pequeñeces, por nuestros problemas o debilidades. Dios siempre está dispuesto a escucharnos y acogernos tal como somos. Solo debemos manifestarle nuestro deseo de manera radical de cambiar y ser personas nuevas.

SEÑOR, SANA NUESTROS CORAZONES, ROMPE ESAS CADENAS QUE EXISTEN EN NUESTRAS VIDAS LAS QUE NO NOS DEJAN SER FELICES.
 
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miércoles, octubre 21, 2009
CADA DÍA CONSTRUYAMOS NUESTRA VIDA CON LAS BENDICIONES DE DIOS

Cada día Dios nos muestra el camino que hemos de seguir para preparar nuestra vida llena de sus bendiciones y así con Él y junto a Él, ir forjando nuestras energías para conquistar la perfección y la santidad a la que nos llama.

Son hoy muchos los que nos preguntaremos: ¿Cuáles serían esas actitudes que hemos de asumir como creyentes para ir cada día construyendo la vida con las bendiciones de Dios? ¿Y como pudo saber cual es la voluntad de Dios para mi vida?
A ellos les afirmo con toda sinceridad que la respuesta tajante es, haciendo la voluntad de Dios.

Para que podamos entender mejor, he querido compartir con ustedes la enseñanza que nos muestra ese personaje de la Biblia llamado Noé.
En la lectura de ese personaje podemos notar que él vivió en su época, momentos muy difíciles, quizás como muchos hoy lo vivimos. En medio de su soledad y desesperanzas, se apartaba de los ojos de Dios y hacia todo lo contrario a sus mandatos.

Pero un día bien soleado Dios se le presenta y le pidió que se preparara por lo iba a venir, construyera una barca bien grande y buscara por todos lados una pareja de animales de cada especie, para cuando estuviese ya construida, los albergara en ella junto con su familia y esperara lo que iba a suceder.

Un hombre cualquiera como nosotros que pudo poner infinidad de obstáculos y pedirle explicación a Dios del por qué lo había escogido a él; además, decirle a Dios, que mirara su comportamiento, ya que era totalmente diferente al de los demás hombres, quienes se daban la gran vida dentro de su mundo, ajenos a su presencia y desordenados.

A pesar de sus inquietudes y rebeldías, empezó su trabajo, el que era cuestionado y cargado de burlas por los que le rodeaban. Creyó en la Palabra de Dios e hizo lo que le había ordenado. Comprendió que lo que Dios le había dicho, tenía sentido.

Dios nos muestra a través de su Palabra los caminos; y a todos, sin excepción, nos invita a que participemos en la construcción de una vida según sus ideales, para que así, junto a Él, nos preparemos por lo que ha de venir; y como el arca que construyó Noé, flotemos sobre las aguas.
Dios nos promete proveernos de bendiciones y de su compañía en cada momento de nuestras vidas.

Dejemos que su voluntad nos estremezca, nos llene la mente y el corazón; y como Noé, seamos capaces de trabajar por forjar nuestra vida de manera firme y segura, aunque exista a nuestro alrededor las tentaciones y los nubarrones que sonsacan y quieren desviar.

SEÑOR, AYUDANOS A QUE CADA UNO CONSTRUYAMOS NUESTRA BARCA DE SALVACIÓN Y JUNTO A TI, VEMOS EL CIELO DESPEJADO.
 
posted by Laureano García Muentes at 4:39 a.m. | Permalink | 0 comments
viernes, octubre 16, 2009
LA FORTALEZA DE LA FE NOS SACA ADELANTE

Una fe fortalecida nos llena de confianza y nos impulsa a que sigamos caminando con esperanza en medio de ese fuego desolador que hoy se vive el mundo.

Ella, nos da la certeza, el saber y el entender para creer que en con nosotros va Cristo resucitado caminando, guiándonos y acompañándonos para llenarnos de fuerza en nuestras luchas y debilidades que muchas veces nos pesan y nos doblegan.

Hoy es está nuestra invitación: A que coloquemos y abandonemos en las manos de Cristo esos desánimos, esas desmotivaciones, esos desalientos y flaquezas que galopean y sacuden a diario las vidas de muchos hombres. Situaciones estas, que desmotivan la búsqueda constante de la libertad y la verdadera felicidad.

A que descubramos en Cristo una gran riqueza, riqueza que nunca acaba. A que todo lo que vivamos y proyectemos vivir, lo hagamos con toda confianza en Él, teniendo la seguridad de que a su lado, vamos a ir cultivando los triunfos que han de constituirse en testimonios en un mundo que cada día se ahoga en la incredulidad y en la separación de los ojos de Dios.

De verdad, vivimos en un mar grises tinieblas, en un mundo cada vez más violento, donde la vida del hombre no parece importar. Vemos como en muchas partes se asesina sin piedad, hasta por un par de zapatos. Muchos nos acabamos la vida espiritual por estar soñando en la imagen corporal para convertirse ante los demás en imágenes maravillosas que vislumbren por su bellaza exterior. Muchos viven frustraciones acumuladas, cuentas en rojo, en fin, se cree que todo está perdido.

Junto a todos ustedes quiero vivir un momento de reposo, a que nos sentemos un ratito si quiera y busquemos junto a Cristo el camino que nos abra las posibilidades para ser como debemos ser y actuar como debemos actuar. A que nos atrevamos a invitar a todo aquel que está a nuestro lado a que forje de su vida como un ejemplo para los demás.

De verdad, hoy vivimos un mundo donde se suman cada vez más los ofensores y donde muchos nos miramos por debajo de los hombros, donde lo trascendente y lo sublime está en los billetes, la fama, el poder, etc. Nos hemos convertido en pobres hombres que nos vamos ahogando en medio de las riquezas y hacemos de nuestra vida, regalada por Dios, una cosa que no tiene ningún valor.

Vamos pues a ver la vida tanto nuestra y la de los demás, con los ojos del corazón de Dios y a propiciar entre nuestros más cercanos una campaña para invitar a muchos a vivir momentos donde nos animemos a vivir y seguir siempre adelante.

SEÑOR, DANOS FE Y FORTALEZAS PARA NO RETROCEDER UN SOLO INSTANTE Y LEVANTAR LA VOZ EN UN MUNDO QUE HOY NECESITA DE TI.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:04 a.m. | Permalink | 0 comments
domingo, octubre 11, 2009
DEMOSLE GRACIAS A DIOS POR TODAS LAS BENDICIONES QUE DE ÉL RECIBIMOS CADA DÍA

Dios es un Padre maravilloso y eternamente misericordioso. Cada día, en cada amanecer, nos alienta y nos regala la sabiduría, para que como sus hijos, sigamos realizando la vida y nuestros proyectos según sus ideales.

De verdad, aunque nos toque luchar y vivir con dificultades, de conseguir el pan diario con el sudor de nuestra frente, aunque nuestros días sean arduos y terminemos extenuados por los excesos en nuestros trabajos, seamos agradecidos con Dios, porque sin Él, no seríamos nada y nuestras vidas fuesen vacías.

Él nos ha hecho capaces de luchar en medio de las dificultades; de ellas, salir más que victoriosos. ¿Cuantos de nosotros nos toca trabajar muy duro para poder comer bien? ¿Cuántos a pesar de las luchas diarias no han podido obtener y disfrutar lo que siempre han anhelado?

Cada momento de vida es una bendición de Dios a pesar de que los vivamos alegres o en dificultades. Miren, aunque parezca irónico, por vivirlos es necesario que le demos gracias porque allí en ellos, hemos sido capaces de captar su presencia y saber que nos está utilizando como sus instrumentos para que nuestro testimonio le dé vida a todos aquellos que se rinden ante esas dificultades.

Nuestra vida se ha de convertir en una constante oración. Cada uno de nuestros momentos han de estar conectados con Dios Padre; porque así, con Él y junto a Él, nos vamos llenando de su luz, de su fuerza y de su presencia para que salgamos adelante derrotando el temor y el miedo que sentimos para enfrenar todas las situaciones que nos son adversas.

Ese ejemplo de oración y lucha nos lo regaló Jesús, Él ha de ser nuestro modelo orante. Miren, Él no hacía de la oración algo aislado, ni un pasatiempo, su oración estaba encarnada y llena de vida.
Jesús pasó su vida orando y cuando lo hacia, se sentía fuerte y animado, con tantas ganas que invitaba constantemente a todos los que le seguían a luchar y seguir junto a Él, para salir adelante.

No tengamos temores y avancemos de la mano del Señor, pidámosle con insistencia gracias, fortalezas y sabiduría para ser ganadores.

SEÑOR, GRACIAS POR TUS TANTAS BENDICIONES, HAZNOS BARROS EN TUS MANOS DE ALFARERO.
 
posted by Laureano García Muentes at 7:35 a.m. | Permalink | 0 comments
miércoles, octubre 07, 2009
EN LA MEDIDA QUE LE ABRAMOS LOS ESPACIOS A DIOS, ÉL NOS SANA Y AYUDA A SALIR ADELANTE

Colocar toda la vida en las manos de Dios y apostar toda confianza en Él, ha de ser el ideal de todos los hombres.

Somos hoy muchos en el mundo los que atravesamos cañadas oscuras, llenas de muchos impedimentos y problemas, que nos hacen apartar y creer que estamos siendo rechazados por la sociedad que nos rodea.

Cuantos sentimientos de culpa, que nos hacen encerrar a vivir nuestras soledades sin importarnos nada; nos alejamos de Dios, de nuestras familias, trabajo, amistades, en fin, vivimos destrozados, frustrados y hasta huyendo de nosotros mismos.

De verdad, vivimos muchos en esa soledad que nunca se llenará y lo peor de todo, es que nunca se acabará, porque se convierte en una especie de hoyo ennegrecido donde se acaba todo lo que en el cae.

Hemos dejado de amarnos; y lo peor de todo es que también hemos dejado de amar a los que están a nuestro lado. Nos hundimos en el temor y desconfianza y naufragamos en el pesimismo, la amargura y la tristeza.

Si nos abrimos a Dios cambiamos nuestras rutinas, sanamos nuestro corazón y con Él como centro de toda nuestra vida, podemos salir adelante.

Nada de lo que pensamos está perdido aún, a pesar que para muchos haya pasado ya mucho tiempo. Estamos vivos y todavía nos queda mucho por delante, donde podemos reconstruir y sembrar sueños y esperanzas junto a todas las personas que amamos.

Tenemos que volver y confiar en Dios, vivir como Dios, en el buen sentido de la expresión. Quien vive y ama como Dios, vive y ama como Jesús, nuestro Salvador, quien nos ama hasta el extremo.

Tengamos fe optando por un sentido pleno y radical que triunfe sobre todo absurdo. Nuestra fe en Dios camina hacia nuestra perfección y no hacia la catástrofe.

SEÑOR, ENSEÑANOS A SER FIRMES EN NUESTRAS DECISIONES Y A VIVIR LLENOS DE TUS GRACIAS Y VIRTUDES.
 
posted by Laureano García Muentes at 4:54 p.m. | Permalink | 0 comments
viernes, octubre 02, 2009
CUANDO TOMAMOS DECISIONES EQUIVOCADAS NUESTRA VIDA SE HACE DIFERENTE

Cuando algo se nos sale de nuestras manos, creemos que nuestra vida se acaba y se va metiendo dentro de un laberinto indeciso e interminable; nos consideramos acabados y dejamos de ser lo que pensamos ser. Solo, por actuar en algo que no estaba dentro de nuestros propósitos.

Una mala decisión conlleva a otras malas decisiones. Cuando estamos involucrados dentro de este asunto, no sabemos que hacer y decidimos por dejar de lado lo que hemos venido construyendo con mucho amor y sacrificio, para experimentar peores situaciones que irán a agravar mucho más nuestras vidas. Como por ejemplo, dejar de trabajar, estudiar, ser buen padre de familia, un buen profesional, etc.

Realizar cosas sin pensar, o hacerlas pensando que ellas no van a tener mucha trascendencia nos pueden provocar inestabilidades emocionales porque vamos a fingir, consigo mismo y ante los demás, una vida que no se quiere o donde se está ausente en todo por las miles y miles de preocupaciones que nos ocupan.

Todas estas situaciones nos van desconectando de tener una vida verdadera.

Quienes toman decisiones incorrectas se la pasan quejando, buscando culpables y muy pocas veces reconocen que fueron ellos mismos los que encausaron su vida por estas situaciones que hoy viven.

Que bueno sería que hoy todos reconozcamos que somos humanos y nos equivocamos, que los cambios que queremos realizar en nuestras vidas sean hechos y construidos con todo nuestro esfuerzo y sacrificio, aunque nos cueste.

Que pensemos en Dios, dueño y dador de una verdadera vida abundante y que Él como un Padre bondadoso y Misericordioso, siempre nos señala salidas y vías correctas. Solo en nosotros mismos y solo nosotros está la solución de todos nuestros problemas. Solo basta pensar que tenemos un Dios y que de Él depende nuestras vidas.

SEÑOR, PERMITE QUE EN CADA MOMENTO TOMEMOS DECISIONES CORRECTAS Y QUE SEAN PUESTAS BAJO UN MINUCIOSO EXAMEN DE CONCIENCIA.
 
posted by Laureano García Muentes at 4:52 a.m. | Permalink | 1 comments
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