domingo, octubre 11, 2009
DEMOSLE GRACIAS A DIOS POR TODAS LAS BENDICIONES QUE DE ÉL RECIBIMOS CADA DÍA

Dios es un Padre maravilloso y eternamente misericordioso. Cada día, en cada amanecer, nos alienta y nos regala la sabiduría, para que como sus hijos, sigamos realizando la vida y nuestros proyectos según sus ideales.

De verdad, aunque nos toque luchar y vivir con dificultades, de conseguir el pan diario con el sudor de nuestra frente, aunque nuestros días sean arduos y terminemos extenuados por los excesos en nuestros trabajos, seamos agradecidos con Dios, porque sin Él, no seríamos nada y nuestras vidas fuesen vacías.

Él nos ha hecho capaces de luchar en medio de las dificultades; de ellas, salir más que victoriosos. ¿Cuantos de nosotros nos toca trabajar muy duro para poder comer bien? ¿Cuántos a pesar de las luchas diarias no han podido obtener y disfrutar lo que siempre han anhelado?

Cada momento de vida es una bendición de Dios a pesar de que los vivamos alegres o en dificultades. Miren, aunque parezca irónico, por vivirlos es necesario que le demos gracias porque allí en ellos, hemos sido capaces de captar su presencia y saber que nos está utilizando como sus instrumentos para que nuestro testimonio le dé vida a todos aquellos que se rinden ante esas dificultades.

Nuestra vida se ha de convertir en una constante oración. Cada uno de nuestros momentos han de estar conectados con Dios Padre; porque así, con Él y junto a Él, nos vamos llenando de su luz, de su fuerza y de su presencia para que salgamos adelante derrotando el temor y el miedo que sentimos para enfrenar todas las situaciones que nos son adversas.

Ese ejemplo de oración y lucha nos lo regaló Jesús, Él ha de ser nuestro modelo orante. Miren, Él no hacía de la oración algo aislado, ni un pasatiempo, su oración estaba encarnada y llena de vida.
Jesús pasó su vida orando y cuando lo hacia, se sentía fuerte y animado, con tantas ganas que invitaba constantemente a todos los que le seguían a luchar y seguir junto a Él, para salir adelante.

No tengamos temores y avancemos de la mano del Señor, pidámosle con insistencia gracias, fortalezas y sabiduría para ser ganadores.

SEÑOR, GRACIAS POR TUS TANTAS BENDICIONES, HAZNOS BARROS EN TUS MANOS DE ALFARERO.
 
posted by Laureano García Muentes at 7:35 a.m. | Permalink |


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