lunes, abril 29, 2024

"No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre"...Salmo 115.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 29 de Abril del 2024

INTRODUCCION:

El tema que nos presenta el Evangelio de hoy es el del Amor. Es la melodía de fondo de este Evangelio. Amor de Jesús a cada uno de nosotros, y de nosotros a Él. Se trata del Amor que es “intimidad” por eso habla de “estar con Él”, de “seguirlo”, “vivir de Él”. Amor, que también es “compromiso”, de “permanecer en su amor”, “Si alguien me ama, Mi Padre le amará y vendremos a él, y haremos morada en él”. Por eso, es bueno reafirmar que amar a Jesús se manifiesta en algo concreto (compañía, amistad, servicio, compromiso). No es solo palabras bonitas. El que ama a Jesús lo demuestra cumpliendo su palabra, lo que nos pide en el evangelio. El que vive así es amado por el Padre. Entonces Jesús promete que vivirá en él junto con el Padre. El termómetro para saber la calidad de nuestra pertenencia y fidelidad en el seguimiento es fácil de entender y definir, no se necesita ni muchos doctorados ni grandes y detalladas tesis; simplemente mirar quién y quiénes están en el centro de nuestras preocupaciones y ocupaciones diarias. Ser testimonio de Cristo Resucitado con la palabra y la vida.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 14, 21-26, Jesús les habla a sus discípulos sobre la importancia del Amor y les reafirma que quien permanece en Él y muestra fidelidad a su Palabra se constituye en testimonio de su Resurrección con palabras y vida.

Él les dice: "El que guarda mis mandamientos después de recibirlos, ése es el que me ama. El que me ama a mí será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él" Judas, no el Iscariote, le preguntó: "Señor, ¿por qué hablas de mostrarte a nosotros y no al mundo?"  Jesús le respondió: "Si al guíen me ama, guardará mis palabras, y mi Padre lo amará. Entonces vendremos a él para poner nuestra morada en él." Jn 14, 21-23.

Jesús les hace ver a quienes le siguen, que el propósito principal del discurso es Predicar el Evangelio y hacer el bien a cuantos lo necesitan, principalmente a los pobres.

La fuerza del Evangelio ha de impulsar a los discípulos a estar en disposición permanente de salida para ir por los caminos a escuchar las voces de los más necesitados y así, decepcionar sus necesidades y ser corresponsales del amor recibido por parte de Dios donde encontrarán su bondad, el consuelo, la misericordia y la esperanza. Es encarnar la Palabra de Dios.

Jesús nos dice hoy a ti y mi: "Yo y mi Padre vendremos y haremos morada en quienes de verdad nos aman". Preguntémonos: ¿Cómo estamos experimentando nosotros esa promesa de Jesús? 

Señor, ayúdanos a crecer en sencillez y humildad, a acoger agradecidos tu Palabra y tu amor.

 
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domingo, abril 28, 2024

"El Señor es mi alabanza en la gran asamblea"...Salmo 22

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 28 de Abril del 2024

INTRODUCCION:

Jesús nos ilustra hoy con su Palabra “la parábola de la vid”. Esta planta, es muy abundante en la tierra de Palestina. Jesús, les habla a sus discípulos de algo muy conocido y apreciado. La vid, y sus sarmientos, siempre unidos para ser fecundos y dar fruto, porque la savia de la vid, pasa de continuo por sus sarmientos y los hace fértiles. Por esto, no se puede entender un sarmiento separado del tronco de la vid. Si esto sucede, “el viñador, lo arranca y ya sin vida, se seca y acaba en el fuego. Pero a las ramas que dan fruto, las poda para que den más fruto”. El Padre Dios, es el viñador que, plantó la “Vid verdadera” que, es su Hijo, en la tierra de este mundo. Pero a su pueblo escogido, Israel, los hizo comprender esto con anterioridad, llamándolos: “viña escogida”, “plantel preferido”, como así fue. La revelación de “Dios con nosotros”, en Jesús, fue paulatina, porque Dios, nunca nos empuja y siempre se ofrece para ser acogido con libertad y suavemente. Pero su pueblo, estaba preparado para acoger a Jesús, el Enviado del Padre

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 15, 1-8, Jesús presenta a sus discípulos la Parábola de la Vid para exhortarlos a que permanezcan unidos a Él para recibir la savia de la vida.

Él, les dice: "Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y Yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde. Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán. La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos". Jn 15, 5-8.

Jesús se presenta como la fuente de vida y nutrición espiritual, esencia fundamental para el crecimiento y desarrollo sus seguidores. 

Dios-Padre es el agricultor, quien cuidadosamente poda la vid para asegurar su producción y abundancia de sus frutos. Fruto que puede interpretarse de muchas formas: siendo amor, alegría, paz, paciencia y bondad para reflejar a otros el amor y la misericordia del Padre-Dios.

Y les advierte también que Los sarmientos que no producen fruto serán cortados. Y con estas palabras les quiere decir, que han de tener constancia en la fe para tener una relación activa y fructífera con Él.

Hermanos: Recordemos que la permanencia en Jesús es fundamental para la vida espiritual y la capacidad de dar fruto. Así nos lo hace ver este Evangelio de hoy, Jesús nos está invitado a tener una relación continua y profunda con Él reconociendo que aparte de Él, nadie lo podrá realizar.

Démosle gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por sus fuerzas y pidámosle que nos ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio para que así, con sus gracias, nunca podamos separarnos de El y nos comprometamos a llevar mucho frutos de su amor a muchas personas.

 
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sábado, abril 27, 2024

"Los confines de la tierra  han contemplado la victoria de Dios"...Salmo 98.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 27 e Abril del 2024

INTRODUCCION:

“Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre”. Nunca acabamos de conocer a Jesús, nunca acabaremos de conocerlo. Su grandeza no cabe en nuestra pequeña cabeza, pero podemos conocerlo cada día mejor. El Padre siempre ha estado presente en la vida de Jesús y Jesús hablaba de esto. Jesús rezaba al Padre. Y muchas veces, hablaba del Padre que cuida de nosotros, como cuida de los pájaros, de los lirios del campo. “Yo estoy en el Padre y el Padre en mi” decía. Dios es un misterio de comunión, de amor. El Padre está en corazón del Hijo y del Espíritu. El Hijo está en el corazón del Padre y del Espíritu. El Espíritu está en el corazón del Padre del Hijo. Como lo vemos, aquí, nuestras palabras quedan muy cortas para describir el misterio de Dios. Pero lo más importante no es tratar de  comprender desde fuera este misterio, sino lo más importante es aceptar la invitación de Jesús que nos invita a entrar dentro de este misterio de comunión, de amor. 

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 14, 7-14, Jesús exhorta a sus discípulos a que reconozcan en verdad que el Padre está en Él y Él en el Padre. Y les dice: "Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto”. Felipe le dijo: “Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta”. Jesús le respondió: “Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Cómo dices: «Muéstranos al Padre»? ¿No crees que Yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las obras. Créanme: Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí.” Jn 14, 7-11.

Miremos algo importante: El deseo que tenían los discípulos era conocer al Padre que tanto mencionaba Jesús. Hoy muchos tenemos ese mismo deseo, pero Él como le dijo a Felipe nos pregunta: "Tanto tiempo hace que estoy con ustedes y aún no me conocen?" y nos aclara: "Él que me ha visto a mi ha visto a mi Padre".

Y ello es nos ha de aclarar tantas dudas ya que no podemos seguir pensando que el Padre-Dios es alguien distante y desconocido. Solo nos basta mirar a Jesús y en Él veremos al Padre-Dios.

Jesús prometió: "Sí ustedes piden algo en mi Nombre yo lo haré" y esta fue la forma de perpetuarse con nosotros  como también, para que sintiéramos su presencia. Y pedir en su nombre es ponerse en contacto íntimo con Él y en oración como la que nos enseñó, demostrarle sus méritos, promesas y aceptando su divina voluntad. 

Preguntemos: ¿Será que conozco a Jesús? ¿Conozco al Padre-Dios? Recordemos que conocer a una persona no es compensación intelectual  sino que implica una tener de ella una experiencia personal de su vida.

Señor, transforma nuestros sentimientos, pensamientos y comportamientos; a fin de que, unidos a ti, nuestras vidas sean también transparencia en nuestras palabras y la fuerza para alcanzar el perdón y el amor del Padre.
 
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viernes, abril 26, 2024

"Tú eres mi Hijo: Yo te he  engendrado hoy"...Salmo 2.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 26 de Abril del 2026

INTRODUCCION:

Cuando todo nos invita al desaliento, a la desesperanza y a la turbación, surge una voz en medio de la oscuridad de este mundo: “Yo soy”. Yo soy el camino, no un camino más, o un camino distinto, sino el Camino. Yo soy la verdad, no una opinión, una corriente filosófica o lobby de pensamiento dominante, sino la Verdad. Yo soy la vida, no un sucedáneo, o una droga que nos hipnotiza y nos inhibe, sino la Vida. No hay que temer ni vacilar ante los que nos muestran y nos invitan a caminar por otras sendas. Nuestra meta es el Cielo, lo sabemos, y además conocemos el camino y tenemos acceso a él por medio de Cristo. Esa es la alegría de la Pascua, el mensaje de la salvación.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 14, 1-6 vemos a Jesús exhortando a sus discípulos y les dijo: "No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, ¿les habría dicho a ustedes que voy a prepararles un lugar? Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde Yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar a donde voy”. Tomás le dijo: “Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?” Jesús le respondió: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí”. Jn 14, 1-6.

Jesús invita a la calma, la serenidad y a la alegría pues Él no nos dejará nunca solos y siempre nos señalará el verdadero camino de la vida. Su voluntad es que siempre estemos con Él a través de la Palabra, la Oración y los Sacramentos.

Ante la tristeza que ocasiona la despedida, el brinda el consuelo y el optimismo y les dice que crean en Dios y también  crean en Él. 

Recordemos que Jesús es la Verdad en medio de tanta mentira y falsedad que hoy existe en el mundo. La Verdad nunca cambia y Jesús será siempre el centro de nuestro ser y actuar para vivir con Él la bondad y el amor. 

No podemos olvidar que Jesús es Dios, es una misma persona con el Padre.  Si conocemos a Dios, conocemos a Jesús, si amamos a Dios, amamos a Jesús y cuando servimos a Jesús, servimos a Dios. 

¿Es Jesús nuestro camino?, ¿Tenemos claro donde queremos llegar? 

¡Aquí estamos, Señor, Espíritu Santo! ¡Aquí estamos, reunidos en tu presencia! Limitados sí, por la malicia del pecado, pero confiados al reunirnos en tu nombre. Ven y quédate con nosotros: dígnate infundirte en lo más íntimo de nuestros corazones. Enséñanos en qué tenemos que ocuparnos, hacia dónde hemos de dirigir nuestros esfuerzos, haznos saber lo que debemos realizar; para que con tu ayuda te podamos agradar en todo.

 
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jueves, abril 25, 2024

"Cantaré eternamente las misericordias del Señor"...Salmo 89.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 25 de Abril del 2024

Hoy celebramos la memoria de San Marcos Evangelista. Fue uno de los discípulos atentos y colaborador del Apóstol Pedro. Redacto el segundo de los Evangelios Sinópticos y en él, refleja con asombrosa fidelidad los rasgos humanos de Jesús. Fue el fundador de la Iglesia de Alejandría y su primer Obispo. En el año 828 sus reliquias depositadas en Alejandría  fueron robadas por navegantes italianos y llevadas a Venecia donde se conservan en la Basílica de San Marcos construida para albergar sus restos. 

INTRODUCCION:

El Evangelio se abre con una pregunta sumamente interesante: ¿Quién es éste? ¿Y esta doctrina nueva? ¿Qué está pasando aquí? La pregunta es provocada por la persona de Jesús. Lo que hace y lo que dice, en perfecta armonía, cautiva, sorprende. Nada que ver con la doctrina gastada, repetida, de los fariseos. Estamos bien en este mundo, en esta tierra, en nuestras pequeñas satisfacciones humanas, y ya no necesitamos más. Y es que no estamos dispuestos a escuchar otras voces distintas, ni aceptar otras alternativas.  Lo peor que nos puede pasar a los viejos cristianos es que la rutina, la incoherencia, la falta de testimonio personal, ha hecho que mueran las preguntas. Y si no hay preguntas no puede haber respuestas. Sólo aquel que viva el estilo de vida de Jesús, puede levantar preguntas. Y las preguntas que interesan al mundo de hoy no son de carácter teórico: “dinos lo tú sabes de Dios”. Eso no interesa. Pero pueden interesar las de tipo práctico: “dinos a qué sabe Dios”. Dinos qué sucede cuando Dios irrumpe en tu vida. Dinos por qué estás siempre alegre; por qué no te hundes ante el sufrimiento; por qué avanzas sereno y tranquilo hacia la muerte. Todos estamos llamados a ser escritores vivos del Evangelio, portadores de la Buena Noticia a todo hombre y mujer de hoy. Lo podemos hacer realizando las obras de misericordia corporales y espirituales, que son el estilo de vida del cristiano. Por medio de estos gestos sencillos y fuertes, a veces hasta invisibles, podemos visitar a los necesitados, llevándoles la ternura y el consuelo de Dios.

En el Evangelio de hoy tomado de Mc 16, 15-20, Jesús Resucitado le expresa claramente la Misión a sus discípulos como un mandato misionero y les reprochó su incredulidad porque no habían creído en que había resucitado.

Así lo dice el texto del Evangelio: "Jesús se apareció a los Once, y les dijo: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación.” El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará. Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas". Mc 16, 15-17.

Jesús les da la orden de predicar el Evangelio a todas las gentes, en todas partes y sin importar, raza, religión y clases sociales y les pidió que los bautizara. Una tarea que se hace urgente también en nosotros hoy ante los profundos cambios que se han ido realizando en nuestra sociedad.

Estamos invitados por el Señor a Ser discípulos Evangelizadores y a seguir con amor ese mandato. Y en la medida que avanzamos en la tecnología, utilizar todos los medios posibles para anunciar con la fuerza del Espíritu Santo, el Evangelio del Amor y la Misericordia de Dios.

 Recordemos que el Señor nos llama a ser Discípulos efectivos para el Reino de Dios; y nos entrega una misión concreta: Dejar nuestras comodidades y salir a todas partes para anunciarle como el Hijo Unigénito de Dios, el Salvador.

Señor, en esta fiesta de San Marcos, nos llamas a dedicarnos a predicar tu Evangelio. ¡Qué privilegio el poder contribuir en la extensión de tu Reino! Para lograrlo, necesitamos aumentar nuestra fe y nuestra caridad hacia los demás; por ello te pedimos hoy que esta oración sea el medio más eficaz para fortalecer nuestra convicción de ser auténticos discípulos y misioneros de tu amor.

 
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miércoles, abril 24, 2024

"Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los  pueblos te alaben"...Salmo 67.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 24 de Abril del 2024

INTRODUCCION:

«Yo, la luz, he venido al mundo para que todo el que crea en mí no siga entre tinieblas» Esa es la misión de Jesús: llevar la luz por todos los lugares del mundo; y lo hace a través de la misión que le ha dado a los apóstoles. Iluminar es la Palabra, porque el mundo esta en tinieblas La continua lucha de Jesús es que todos: iluminemos, llevemos la luz que hace ver las cosas como son. Es hacer ver la libertad, hace ver la verdad, mostrar el camino por el que se debe ir, con la luz de Jesús. Jesús nos dice: “Ten valor: déjate iluminar, déjate ver por lo que tienes dentro, porque soy yo quien te lleva adelante, para salvarte. No te condeno. Yo te salvo”. El Señor nos salva de nuestras tinieblas interiores, de las tinieblas de la vida cotidiana, de la vida social, de la vida política, de la vida nacional, internacional... Hay muchas tinieblas interiores. Y el Señor nos salva. Pero nos pide que las veamos primero; tener el valor de ver nuestras tinieblas para que la luz del Señor entre y nos salve. (Papa Francisco-Santa Marta, 6 de mayo de 2020)

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 12, 44-50 vemos a Jesús que nuevamente le declara a los judíos esa estrecha relación que tiene Él con su Padre-Dios, así nos lo relata el texto. "Jesús exclamó: "El que cree en mí, en realidad no cree en mí, sino en aquél que me envió. Y el que me ve, ve al que me envió. Yo soy la luz, y he venido al mundo para que todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas. Al que escucha mis palabras y no las cumple, Yo no lo juzgo, porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien lo juzgue: la palabra que Yo he anunciado es la que lo juzgará en el último día". Jn 12, 44-47. 

Lo que quiere Jesús es tanto para que los judíos de su época como para que nosotros hoy tengamos conciencia de que tiene una estrecha e íntima relación con Dios, su Padre y que Él, fue enviado por Dios para darnos vida nueva y abundante. Ello nos reafirma que El es la Luz que vino al mundo para que todos viéramos la Verdad y no parezcamos. No rechacemos su propuesta, recordemos que su misión es dar vida y no condenar  a nadie.

Hermanos, esta es la Buena Noticia la que todos los hombres han de saber. La Palabra de Dios es la puerta y es también el camino; si lo seguimos ya sabemos a donde nos conduce. Esa promesa está ahí, está al alcance de todos, no dudemos en seguirle la recompensa es grande.

Señor, hoy nos abrimos a la luminosa revelación de Jesús, y recibimos la luz que disipa toda tiniebla, la paz que sobrepasa todo entendimiento, la Palabra que se encarna y habita en nosotros, la Sangre de Cristo que nos salva, sana y libera; recibimos la fuerza y el poder de tu Santo Espíritu que transforma nuestra interior y de él salen ríos de agua viva.

 
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martes, abril 23, 2024

"Alaben al Señor, todas las naciones"... Salmo 87.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 23 de Abril del 2024

INTRODUCCION:

Todos estaban a la espera de la llegada del Mesías y tenían sus criterios para poderle reconocer. Querían que fuera como ellos se lo imaginaban, un Rey que los liberara de toda opresión. Sin embargo, Jesús no se somete a esta exigencia. Revela a Dios-Padre como es y no como les gustaría a los oyentes que fuera; y a los judíos les cuesta creer que Jesús es el Hijo de Dios, por lo tanto El les recuerda y les pone la imagen de aquellas ovejas que escuchan la voz del pastor. Y les dice: Yo soy el buen pastor, aquel que da la vida por las ovejas. Mis ovejas escuchan mis voz, yo las conozco y ellas me siguen, ellas no perecerán jamás, nadie las arrebatará. Jesús es el hijo de Dios, el Buen Pastor Resucitado, quien da Vida Eterna, nosotros las ovejas redimidas por El, conocemos su voz, que lo seguimos.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 10, 22-30 nos muestra a judíos en total rebeldía con las exigencias de Jesús y ponían trabas para reconocerle como el Hijo de Dios.

Dice el texto del Evangelio que: "Los judíos lo rodearon y le preguntaron: “¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo abiertamente”. Jesús les respondió: “Ya se los dije, pero ustedes no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, Yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre. El Padre y Yo somos una sola cosa”. Jn 10, 23-30.

Como lo leemos, Jesús no se somete a las exigencias de ellos y les revela como es verdaderamente Dios. Un Padre de amor y no con los criterios con los que ellos interpretaban y actuaban. 

Él les muestra que entre el Padre y Él tienen una idéntica naturaleza: La naturaleza Divina. 

El en su oficio de Pastor llama a sus ovejas de un modo real y ellas escuchan su voz con un poder vitalizador, pues les ofrece la vida eterna.

Hermanos, Jesús es el Ungido de Dios que ha venido al mundo a reunir las ovejas en un solo rebaño y darles vida en abundancia. Para que tú y yo tengamos el privilegio de formar parte de su redil, se hace necesario que tengamos los oídos y el corazón abierto para escuchar y sentir a plenitud su voz y nos convirtamos en signos nuevos con nuestra manera de pensar y de actuar. 

Señor que siempre podamos distinguir tu voz, que siempre podamos seguir tus huellas, porque sólo en ellas encontraremos la vida Plena y  Eterna.
 
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lunes, abril 22, 2024

"Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo"...Salmo 42

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 22 d Abril del 2024

INTRODUCCION:

Preciosa imagen de Jesús para el creyente: Un pastor que ama, guía y cuida a sus ovejas. Cada villa tenía un redil donde todos los pastores llevaban a sus ovejas para pasar la noche para protegerlas. El pastor tenía la autoridad y el derecho de entrar por la única puerta que había. Ese es Cristo para nosotros hoy. Él tiene la autoridad, el privilegio y el derecho de entrar y llamar a sus ovejas y tomarlas consigo. Las ovejas identificaban su pastor cuando él las llamaba. Conocen su voz, porque es inconfundible. Su tono de ternura es diferente al de los otros falsos pastores. El desea guiarnos, va delante. Nosotros debemos seguirle, como ovejas que conocen a su pastor. Jesús, es la única puerta para una real transformación. Quien entra por ella encontrará protección, dirección, provisión y vida tan abundante que puede perdurar hasta la vida eterna.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 10, 1-10, Jesús nos habla de las puertas para entrar y salir del corral, de los ladrones y pastores; como también nos muestra, como otras muchas ovejas están atentas a escuchar a otros pastores que las llevan por caminos diferentes al que Él ofrece. 

Hablándole a los Fariseos, les dice: "Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino trepando por otro lado, es un ladrón y un asaltante. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El guardián le abre y las ovejas escuchan su voz. Él llama a cada una por su nombre y las hace salir. Cuando ha sacado a todas las suyas, va delante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. Nunca seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen su voz”. Les hizo esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir. Entonces Jesús prosiguió: *“Les aseguro que Yo soy la puerta de las ovejas.” Jn 10, 1-5.

Como lo vemos, Jesús utiliza la metáfora de la puerta y de las ovejas para describir su relación con sus seguidores. Él afirma ser la puerta a través de la cual se puede acceder a la vida eterna y a la salvación.

Y señala que aquellos que entran por la puerta, es decir, que lo siguen y confían en Él, serán guiados, alimentados y protegidos como un Buen Pastor que cuida de su rebaño.

Hermanos este Evangelio nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con Jesús como nuestro Buen Pastor, como también nos recuerda que debemos estar atentos a su voz, a confiar en su guía y a seguirlo con fidelidad para encontrar la verdadera plenitud y vida abundante que Él ofrece.

Señor, todos queremos ser felices, plenamente felices. Tú has puesto en nuestro corazón el deseo de una felicidad infinita. Tú, Jesús, eres la puerta, el paso hacia la salvación, hacia la felicidad que colmará todos nuestros deseos. Eres la puerta que nunca está cerrada, ni tiene aduanas que está abierta siempre y a todos, sin exclusiones, sin privilegios; puerta abierta para entrar y para salir.


 
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domingo, abril 21, 2024

"La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular"...Salmo 118.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 2 de Abril del 2024

INTRODUCCION:

Jesús es nuestro pastor. Ha dado la vida por su rebaño, por cada una de las ovejas, nos ha defendido en los peligros. A él le importamos de verdad. Podemos recordar momentos de nuestra vida en los que hemos sentido la mano del buen Pastor, amorosa y fuerte a la vez. El propósito de Jesús es claro: que haya un solo rebaño y un solo pastor. Y murió en la cruz para que todos sean uno. Los cristianos, como Jesús, trabajamos por la unidad de nuestras familias, de nuestros pueblos y ciudades, de la comunidad cristiana, de la Iglesia entera. Pedimos perdón por las divisiones que provocamos; damos gracias por el don de la unidad. Pedimos fuerza para ser instrumentos de unidad.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 10, 11-18, nos presenta la Parábola  del Buen Pastor y en ella Jesús invita a que permanezcan junto a Él como el Buen Pastor que da la vida; y dice que: Él está dispuesto a dar su vida para conservar unido y fuera de peligro a su rebaño. 

Así le dijo a los Fariseos según el texto del Evangelio: "Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas. El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa. Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas. Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí -como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre- y doy mi vida por las ovejas.”. Jn 10, 11-15.

Jesús se presenta como el Buen Pastor, un pastor espiritual que cuida, guía y da hasta su propia vida por sus ovejas. Él reconoce que en su corral tiene otras ovejas que no hacen parte de este, pero que también tiene que conducir. Ellas oirán mi voz y harán un solo rebaño y un solo Pastor.

Y miren: Jesús en toda su obra de la salvación no hace más que obedecer al plan trazado por su Padre y pide que: "Sí cumplen sus mandamientos, permanecerán en su amor como el permanece  al lado de su Padre".

Hermanos: Nuestra Iglesia es un rebaño y nosotros somos ovejas del rebaño de Jesús el Buen Pastor, por lo tanto, en Él está nuestra confianza y esperanza. Él nos cuida y nos permite vivir en verdes praderas y nos defenderá de nuestros enemigos. 

El Señor es mi Pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tu vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa. Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.

 
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sábado, abril 20, 2024

"¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?"...Salmo 116.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 20 de Abril del 2024

INTRODUCCION:

Las palabras de Jesús suscitan un gran escándalo. Nos está diciendo que Dios ha elegido manifestarse y realizar la salvación en la debilidad de la carne humana. Jesús afirma que el verdadero pan de salvación, el que transmite la vida eterna, es su propia carne; que para entrar en comunión con Dios. Entonces, es necesario vivir una relación real y concreta con Él. Porque la salvación ha venido por Él, en su encarnación. Esto significa que no debemos buscar a Dios en sueños e imágenes de grandeza y poder, sino que debemos reconocerlo en la humanidad de Jesús y, por consiguiente, en la de los hermanos y hermanas que encontramos en el camino de la vida. (SS. Francisco (Ángelus, 22 de agosto de 2021)

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 6, 60-69 Jesús le muestra a sus discípulos la necesidad de vivir un compromiso firme con su propuesta sin que las ilusiones superficiales y endebles les haga confundir y desviar.

Como lo leemos en el texto del Evangelio, "Las palabras que les dije son Espíritu y Vida. Pero hay entre ustedes algunos que no creen”. En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y agregó: “Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede”. Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de Él y dejaron de acompañarlo. Jesús preguntó entonces a los Doce: “¿También ustedes quieren irse?” Simón Pedro le respondió: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios”. Jn 6, 63-69.

Como lo leemos en el texto del Evangelio, Jesús  notó que sus discípulos murmuraban ante sus enseñanzas, por eso quería que entendieran que su origen es Divino. Pero muchos lo señalaron de Blasfemo y se marcharon.

Hermanos, es este el momento para que nos preguntemos si estamos seguros en creer que Jesús, es el alimento que sacia el hambre y la sed en nuestras búsquedas de Dios? ¿Somos capaces de confesar como lo hizo Pedro: "¿A quien iremos? Tú solo tienes Palabras de vida eterna y te reconocemos como el Santo de Dios". 

Miren: Jesús no quiere tener mucha gente que le siga, que éste interesada en asuntos diferentes a su propuesta. Él prefiere permanecer solo y no con aquellos que no comprenden su mensaje. 

¿Será que sus Palabras y enseñanzas son demasiado duras para nosotros y queremos irnos para otra parte?

Convivir con Jesús es descubrir el Misterio de Dios y no hay sentido alguno para abandonarle de cualquier manera. Él es Luz y guía diario de nuestro camino. 

Señor, A veces nos sentimos tentados de abandonar el barco, de cambiar de ruta, de refugiarnos en la seguridad de la tierra firme. Pero, Señor, ¿a quién iremos… si solo tú puedes ayudarnos a direccionar nuestras vidas hacia la tierra del amor y la justicia?

 
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viernes, abril 19, 2024

"Vayan por el mundo entero y anuncien el Evangelio"...Salmo 117.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 19 de Abril del 2024

INTRODUCCION:

El pan del que habla Jesús se hace ahora carne que hay que comer. Los judíos discuten cómo puede ser eso, y él responde que es necesario comer la carne del Hijo del hombre y beber su sangre. Jesús no explica el cómo, sino que reafirma la necesidad de este pan y los efectos que produce: la vida eterna y la resurrección en el último día. La insistencia en el comer y el beber son afirmaciones claras de comunión personal con Jesús. No se trata, solo de aceptarle como un Maestro que hay que seguir, sino que se tratar de entrar en comunión vital y existencial con Él. Por medio de la comida y de la bebida uno vive en el otro. Esto sólo puede entenderse desde la experiencia del Resucitado y desde el Espíritu que conducirá a los discípulos a la verdad plena. Jesús es el único capaz de saciar al ser humano, frágil y vulnerable; sólo él, su carne y su sangre, dan vida en plenitud porque apangan el hambre y la sed de toda persona.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 6, 52-59 vemos a Jesús aclarar a los judíos cuando, cerrados en sí mismo,  discutían a cerca de esa afirmación que hizo Jesús en la sinagoga de Cafarnaún cuando se declara así mismo como Él Pan de Vida.

Ante tal alboroto de los judíos, Jesús les reafirma lo dicho y les explica, diciéndoles: "Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida". Jn 6, 52-55.

Los judíos empezaron a cuestionar sus palabras y se decían unos a otros: "¿Cómo este hombre puede darnos su carne para comer?"

Como lo vemos, Jesús les habla sobre la necesidad de tener con Él una comunión profunda, no solo físicamente, sino espiritual; y los Invita a que entiendan el verdadero significado de sus palabras con un corazón abierto y una mente dispuesta a crecer en el conocimiento de Dios.

Hermanos, Jesús hoy nos promete una vida eterna alejada de los signos de muerte y tristeza donde el disfrute será de total felicidad. Ya sabemos que el camino para disfrutar de la vida eterna  es necesario que tengamos una vida en unión con Él, caminar con Él y dejar que Él tome posesión de nuestros corazones para dejarnos guiar por Él. 

Seamos fieles testigos de este regalo de Jesús y salgamos a todos los lugares del mundo a proclamarlo como Él Salvador. 

Señor, gracias por ser nuestro pan, porque te dejas comer por nosotros, porque nos ofreces tu vida entera para que vivamos por tu Amor, como Tú vives del Amor del Padre. Danos, cada día, sabiduría y humildad, para no vivir de nosotros y de nuestras  vanidades.

 
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jueves, abril 18, 2024

"Aclama al Señor, tierra entera"...Salmo 66.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 18 de Abril del 2024

INTRODUCCION:

Jesús se revela como el pan, es decir lo esencial, lo necesario para la vida de cada día. Tras la multiplicación de los panes y los peces Jesús se desplaza con sus discípulos a Cafarnaúm, y hasta allí va buscándolo la gente, y Él aprovecha para hablarles del auténtico pan del cielo, no el que habían comido hasta saciarse, sino de aquel que da la vida eterna. Comienza advirtiendo que todo el que quiera llegar a él, previamente lo ha tenido que atraer el Padre celestial. En este pasaje Jesús no pretende que nos convirtamos en caníbales antropófagos. La imagen de comer y beber se refiere a creer en Él y asimilar totalmente su ser, introduciéndolo en el nuestro como introducimos lo que comemos o bebemos, pero asumiendo que Él es la vía para alcanzar la vida eterna, como nos dice que “el que coma de este pan, vivirá para siempre”. Por lo tanto, para descubrir claramente a Jesús, hay que dejarse arrastrar por lo que hay de Dios en lo profundo del hombre, y de esta forma emprender una vida hacia adelante, para llegar a alcanzar la meta que es la configuración con Jesús como reflejo del amor del Padre encarnado por nosotros.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 6, 44-51, Jesús se presenta como el Pan de Vida, el alimento espiritual que satisface las necesidades más profundas; y se compara con el maná con el que Dios alimentó en el desierto a los israelitas. Y les dice a la gente que es Él, el verdadero sustento que da vida eterna a quienes le crean. Él le afirma a la gente: "Yo soy el pan de Vida. Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron. Pero éste es el pan que desciende del cielo, para que aquél que lo coma no muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que Yo daré es mi carne para la Vida del mundo". Jn 6,48-51.

Hermanos,  En este Evangelio Jesús destaca la importancia de la fe y la relación personal que debemos tener con Él, como el Enviado por Dios.  Él nos invita a que fortalezcamos la fe y encontremos formas de como responder al llamado que nos hace Dios. Y nos dice que nadie puede llegar a Él sin que el Padre-Dios que lo envío lo atraiga mediante su llamada.

Preguntémonos: ¿Tú y yo que hemos estado siguiendo a Jesús lo estamos buscando a como el pan de vida que sacia nuestra hambre espiritual? ¿Nos estamos dejando atraer por Dios para conocer a su Hijo y recibir de Él la vida eterna que ofrece?

Te damos gracias Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...Hoy te pedimos que nos ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio y así, convertirnos en tus testigos en todos los lugares del mundo.

 
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miércoles, abril 17, 2024

"Aclamad al Señor, tierra entera"...Salmo 66.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 17 de Abril del 2024

INTRODUCCION:

En el evangelio de hoy, distinguimos dos mensajes: En el primero, Jesús revela su identidad: Yo soy, acompañada de una de las siete definiciones que hace de sí mismo: pan de vida, la verdadera luz, la puerta, el buen pastor, la resurrección, el camino, la vid verdadera. Yo soy el pan de vida. El que viene a mi no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá nunca sed. ¿Por qué se define Jesús así? Porque se da cuenta de que lo buscan porque les ha dado de comer y Él no ha venido a llenarnos el estómago sino a darnos el alimento que permanece para la vida eterna. Dios - Padre nos da el pan verdadero que es Jesús-Sabiduría, Palabra de Dios. Y Jesús nos da su cuerpo, verdadero Pan de Vida. Por eso en la Eucaristía participamos de la doble mesa, la mesa de la Palabra y la mesa del Pan y el Vino transformados en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Sólo Él puede saciar nuestra hambre y sed de paz, de amor, de misericordia, de perdón, de justicia, de felicidad, los demás dioses y señores de la tierra no nos satisfacen.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 6,35-40, Jesús se proclama como Él Pan de Vida y les dice a la gente que como Pan bajado del cielo concede vida nueva y la nutre.

Dice el texto del Evangelio que Jesús reunido con la gente, les dice: "Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed. Pero ya les he dicho: ustedes me han visto y sin embargo no creen. Todo lo que me da el Padre viene a mí, y al que venga a mí Yo no lo rechazaré, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de Aquél que me envió. La voluntad del que me ha enviado es que Yo no pierda nada de lo que Él me dio, sino que lo resucite en el último día. Esta es la voluntad de mi Padre: que el que ve al Hijo y cree en Él, tenga Vida eterna y que Yo lo resucite en el último día" Jn 6,35-40.


Jesús se identifica como el "pan de vida" y declara que todo aquel que venga a Él nunca tendrá hambre y quien crea en Él nunca tendrá sed. 

Estas palabras destacan la importancia de la fe y la creencia en Jesús para encontrar la plenitud espiritual y la vida eterna.

Hermanos: Este Evangelio de hoy nos recuerda la importancia de alimentarnos espiritualmente de la enseñanza de Cristo escritas en los Evangelios buscando en ellos la satisfacción de nuestras necesidades más profundas y el camino hacia la verdadera vida en comunión con Dios.

Asimismo, en estas palabras de Jesús revelan su amor incondicional por la humanidad, como también su deseo de guiarnos hacia la plenitud y la salvación.

Gracias, Señor, por ser el alimento que sostiene nuestras vidas, que mantiene viva nuestra fe y nuestra esperanza, que aumenta nuestra capacidad de amar y perdonar. Gracias por tu Palabra, pan de sensatez, que guía y dirige nuestros pasos. No permitas que nos apartemos de ti. No dejes que nuestros corazones se endurezcan y nuestros oídos se cierren. Danos tu Palabra, Señor, que fortalezca nuestra voluntad y la acomode a la tuya.

 
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martes, abril 16, 2024

"A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu"...Salmo 31

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 16 de Abril del 2024

INTRODUCCION:

Jesús no elimina la preocupación y la búsqueda del alimento cotidiano, no, no elimina la preocupación por lo que te puede mejorar la vida. Pero Jesús nos recuerda que el verdadero significado de nuestra existencia terrena está al final, en la eternidad, está en el encuentro con Él, que es don y donador, y nos recuerda también que la historia humana con sus sufrimientos y sus alegrías tiene que ser vista en un horizonte de eternidad, es decir, en aquel horizonte del encuentro definitivo con Él. Y este encuentro ilumina todos los días de nuestra vida. Si pensamos en este encuentro, en este gran don, los pequeños dones de la vida, también los sufrimientos, las preocupaciones serán iluminadas por la esperanza de este encuentro. «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás» (v. 35). Esta es la referencia a la Eucaristía, el don más grande que sacia el alma y el cuerpo. SS. Francisco Ángelus, 2 de agosto de 2015 

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 6, 30-35, vemos como la gente querían que Jesús realizara signos espectaculares para creerle que era verdaderamente el Enviado por Dios, pues no  estaban convencidos. Entonces: La gente preguntó a Jesús: "¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas?  Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio de comer el pan bajado del cielo". Jesús respondió: "Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo”. Ellos le dijeron: "Señor, danos siempre de ese pan”. Jesús les respondió: “Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed”. Jn 6,30-35.

Hermanos, el hombre además del hambre física, vive obsesionado en satisfacer otros deseos y necesidades; un hambre que no puede ser saciada con el alimento perecedero. Hoy Jesús se presenta como Él Pan de Vida. 

El pan de Vida para engrandecer el Amor, su alimento ayuda a que asumamos con responsabilidad la nueva ley que Él promulga: El amor. 

Hermanos: Jesús nos da vida abundante, quien lo conoce y lo acepta aprende a entrar en contacto con Él y conoce que la forma de construir la vida de verdad es totalmente diferente ya que aspira a vivir para siempre. 

Señor Jesús, hoy nos preguntas, -como a Pedro-, si realmente te amamos. Junto con el apóstol te repito que ¡te queremos y te amamos más que nada en el mundo! Tú lo sabes porque nos conoces y siempre estás buscando para mostrarnos el camino que nos puede llevar a la santidad.

 
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"Dichoso el que camina en la voluntad del Señor"...Salmo 119

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 15 de Abril del 2024

INTRODUCCION:

La gente sigue a Jesús, pero Él sabe bien cual es la razón principal de este seguimiento: “me buscáis porque habéis comido pan hasta hartaros”. ¿Por qué seguimos nosotros a Jesús? ¿Por qué somos cristianos? ¿Buscamos a Dios o vamos tras el pan o la tranquilidad que nos regala? Nos lo plantemos. Y pedimos a Dios que nos ayude a purificar nuestra amistad con Él y con los demás. Jesús corrige la actitud de la gente, de la multitud, porque a mitad del camino se había desviado un poco del primer momento, del primer consuelo espiritual y había tomado un camino que no era el correcto, un camino más mundano que evangélico. Esto nos hace pensar que muchas veces en la vida empezamos a seguir a Jesús, vamos detrás de Jesús, con los valores del Evangelio, y a mitad de camino se nos presenta otra idea, vemos otros signos y nos alejamos y nos conformamos con algo más temporal, más material, más mundano, tal vez, y perdemos el recuerdo de ese primer entusiasmo que tuvimos cuando escuchábamos hablar a Jesús. El Señor siempre nos hace volver al primer encuentro, al primer momento en que nos miró, nos habló e hizo nacer en nosotros el deseo de seguirle. Esta es una gracia que hay que pedirle al Señor, porque en la vida siempre tendremos esta tentación de alejarnos porque vemos otra cosa: “Eso irá bien, esa idea es buena...”. Nos alejamos. La gracia de volver siempre a la primera llamada, al primer momento: no olvidar, no olvidar mi historia, cuando Jesús me miró con amor y me dijo: “Este es tu camino".

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 6, 22-29, Jesús percibe en la gente que le buscaba afanosamente, los motivos e intereses que tenían y les invita a que maduren su fe en vez de andar buscando milagros que satisfagan sus intereses personales. 

Dice el texto del Evangelio que: "... y fueron a Cafarnaúm en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron, “Maestro, ¿Cuándo llegaste?” Jesús les respondió: “Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es Él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello”. Ellos le preguntaron: “¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?” Jesús les respondió: “La obra de Dios es que ustedes crean en Aquél que Él ha enviado”. Jn 6, 22-25.

Jesús se dirige a la multitud que lo seguía después de haber realizado el milagro de la multiplicación de los panes y peces donde se alimentaron mas de 5.000 personas y  les dice: Ustedes me buscan no porque vieron milagros, sino porque comieron pan y quedaron saciados. Entonces les exhorta a no trabajar por la comida que perece, sino por la comida que permanece para la vida eterna, la cual el Hijo del Hombre les dará; pero les pide que crean en Él y confien en su Palabra. 

Hermanos, Jesús nos recuerda hoy sobre la importancia de ir más allá de las cosas superfluas y materiales para salir en la búsqueda de una relación con Dios firme y confiada. Hoy también nos desafía a buscar una fe adulta y genuina con una conexión espiritual más profunda con Dios en lugar de buscar simplemente beneficios tangibles y particulares.

Señor, necesitamos una decisión firme para buscar en todo tu gloria. Hoy queremos aprovechar el tiempo para amarte y servirte con fe, con generosidad, con decisión, hasta en los más pequeños detalles y reconocerte como nuestro alimento que da verdadera vida.

 
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"Haz brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro"...Salmo 4.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 14 de Abril del 2024

INTRODUCCION:

El Evangelio de hoy nos muestra la bella pedagogía de Jesús ante quienes están sobresaltados por la fuerza del mal. Se les aparece y les habla con impresionante ternura: ¿Por qué estáis tan asustados? ¿Por qué tenéis esas dudas en vuestro corazón? Y les pide que se acerquen a Él: ¡Ved mis manos y mies pies! ¡Soy yo mismo! ¡Tocadme! ¡Mirad! ¡Todo…  tenía que cumplirse! Después los invita a proclamar su resurrección en todas las naciones. La humanidad no está dejada de la mano de Dios. Y los discípulos de Jesús hemos de proclamarlo: No demos importancia al mal: la Muerte ha sido vencida y ya no tiene aguijón; El Señor no está ausente. Como decimos en la Eucaristía: “El Señor esté con vosotros” Adoptemos un rosto de victoria y alegría. ¡Nada de amargura y tristeza!

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 24, 35-48, Jesús Resucitado quería encontrarse con el grupo de sus discípulos para convencerlos de que tenía una nueva condición  y que no era como quizás, lo estaban pensando: Algo fantasmal.

Dice el texto del Evangelio que: "Los discípulos, que retornaron de Emaús a Jerusalén, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. Todavía estaban  hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes”. Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu, pero Jesús les preguntó: “¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas? Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Lc 24, 35-39.

Cómo lo dice el texto: Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer que era Jesús a quien habían crucificado, el que estaba allí presente delante de ellos, quien les hablaba. Creían que era un espíritu.

Jesús rechaza la incredulidad y recrimina el corazón de piedra que apaga el entusiasmo y destruye las alegrías que habían estado viviendo junto a Él. Entonces, les recuerda como Moisés y los Profetas lo habían anunciado; y lo hace, para abrirles la inteligencia. 

Hermanos, hoy a ti y mi nos lo dice también: "Ustedes son también testigos de todo esto" y nos da la orden de predicar el Evangelio a todas las gentes. Una gran comisión que debemos cumplir con Fidelidad en todo momento, tiempo y lugar a pesar de cualquier circunstancia.

Preguntemos: ¿Será que necesitamos hoy que Jesús se nos aparezca para despejar nuestras dudas?, ¿Seremos capaces de ver a Jesús en el mundo que hoy nos rodea?

Señor, ábrenos la mente para comprender tu Palabra, para ver la vida a la luz de tu Palabra, para que afrontemos la cruz con esperanza y compartamos la alegría de la Pascua.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:49 a.m. | Permalink | 0 comments

"Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti"...Salmo 33.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 13 de Abril del 2024

INTRODUCCION:

En  medio de la situación tenebrosa, Jesús se acerca a los discipulos quienes andaban por las agua del lago de Galilea. Los discípulos no le reconocen y piensa que es un fantasma, lo que aumenta su temor. Jesús  tuvo que serenarles: “Soy yo, no temáis”. Y la paz volvió a sus corazones. El, no les había abandonado. Seguía con ellos. Una entrañable reacción a de Jesús para sus seguidores de todos los tiempos. Jesús nos ha prometido que va a estar con nosotros siempre y que nada ni nadie nos podrá separar de su amor y de su presencia. En momentos de zozobra y de oscuridad, él saldrá a nuestro encuentro para decirnos: “Soy yo, no temáis”, sigo con vosotros. A veces parece que todos los males vienen de vez a nosotros: no vemos claro, el presente y el futuro parece nublado y hasta encrespado, las buenas amistades se pierden, estamos cansados de luchar, parece que hasta la fe se tambalea. En medio de esas situaciones, se acerca Jesús a nuestras barcas, la vida y nos tranquiliza. Dejemos que resuenen sus palabras en nuestro corazón: SOY YO, NO TEMÁIS. Acojámoslas en lo más profundo de nuestro ser.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 6,16-21, se nos muestra a Jesús con un gran poder sobre la naturaleza. 

Dice el texto que: "Al atardecer de ese mismo día, en que Jesús había multiplicado los panes, los discípulos bajaron a la orilla del mar y se embarcaron, para dirigirse a Cafarnaúm, que está en la otra orilla. Ya era de noche y Jesús aún no se había reunido con ellos. El mar estaba agitado, porque soplaba un fuerte viento. Cuando habían remado unos cinco kilómetros, vieron a Jesús acercarse a la barca caminando sobre el agua, y tuvieron miedo. Él les dijo: “Soy Yo, no teman”. Ellos quisieron subirlo a la barca, pero ésta tocó tierra enseguida en el lugar adonde iban". Jn 6,16-21.

Las palabras de Jesús en su acercamiento a la barca: "No teman, Yo soy" nos recuerda que no estamos solos y que su poder y amor son más grandes que cualquier desafío que podamos enfrentar.

Como a ellos esa noche, como también a nosotros hoy,  Jesús está siempre presente dándonos su mano salvadora pidiéndonos esfuerzos y absoluta confianza en Él, porque es fuente de la energía que no se apaga.

Hermanos, estemos seguros que su poder y amor son más grandes que cualquier desafío que podamos enfrentar. 

¿Ante muchas de nuestras realidades y situaciones has sentido alguna vez que Jesús te dice que no temas? Confianza y Fe en Él. 

Señor, “No entendemos muchas veces cuales son tus Caminos y Pensamientos, creemos que son mas altos que los nuestros; pero, reaccionamos y Confiamos en ti Jesús maravilloso, sabiendo que una Palabra tuya es suficiente para calmar nuestras tormentas y todo va a estar bien.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:25 a.m. | Permalink | 0 comments
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