martes, abril 16, 2024

"A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu"...Salmo 31

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 16 de Abril del 2024

INTRODUCCION:

Jesús no elimina la preocupación y la búsqueda del alimento cotidiano, no, no elimina la preocupación por lo que te puede mejorar la vida. Pero Jesús nos recuerda que el verdadero significado de nuestra existencia terrena está al final, en la eternidad, está en el encuentro con Él, que es don y donador, y nos recuerda también que la historia humana con sus sufrimientos y sus alegrías tiene que ser vista en un horizonte de eternidad, es decir, en aquel horizonte del encuentro definitivo con Él. Y este encuentro ilumina todos los días de nuestra vida. Si pensamos en este encuentro, en este gran don, los pequeños dones de la vida, también los sufrimientos, las preocupaciones serán iluminadas por la esperanza de este encuentro. «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás» (v. 35). Esta es la referencia a la Eucaristía, el don más grande que sacia el alma y el cuerpo. SS. Francisco Ángelus, 2 de agosto de 2015 

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 6, 30-35, vemos como la gente querían que Jesús realizara signos espectaculares para creerle que era verdaderamente el Enviado por Dios, pues no  estaban convencidos. Entonces: La gente preguntó a Jesús: "¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas?  Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio de comer el pan bajado del cielo". Jesús respondió: "Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo”. Ellos le dijeron: "Señor, danos siempre de ese pan”. Jesús les respondió: “Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed”. Jn 6,30-35.

Hermanos, el hombre además del hambre física, vive obsesionado en satisfacer otros deseos y necesidades; un hambre que no puede ser saciada con el alimento perecedero. Hoy Jesús se presenta como Él Pan de Vida. 

El pan de Vida para engrandecer el Amor, su alimento ayuda a que asumamos con responsabilidad la nueva ley que Él promulga: El amor. 

Hermanos: Jesús nos da vida abundante, quien lo conoce y lo acepta aprende a entrar en contacto con Él y conoce que la forma de construir la vida de verdad es totalmente diferente ya que aspira a vivir para siempre. 

Señor Jesús, hoy nos preguntas, -como a Pedro-, si realmente te amamos. Junto con el apóstol te repito que ¡te queremos y te amamos más que nada en el mundo! Tú lo sabes porque nos conoces y siempre estás buscando para mostrarnos el camino que nos puede llevar a la santidad.

 
posted by Laureano García Muentes at 6:39 a.m. | Permalink |


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