jueves, abril 11, 2024

"Sí el afligido invoca al Señor,  Él lo escucha"...Salmo 34.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 11 de Abril del 2024

INTRODUCCION:

En la noche, en la oscuridad, Jesús pone luz en el corazón de Nicodemo invitándolo a comenzar a recorrer un camino nuevo que supone un nuevo nacimiento, que no es volver al seno materno sino nacer del agua y del Espíritu Santo. En la persona de Jesús se patentiza de manera diáfana el rostro de Dios. Con Él comienza ya para los hombres la Vida Eterna. Solo en Dios podemos encontrar la Verdad, el auténtico sentido de la vida. Para esto vino Jesús, el Señor del Espíritu, ese Espíritu que derramó en su último aliento de vida desde la cruz, un aliento de amor profundo, trascendente, inmortal, vivificador que nos hace confesarle como Señor y nos anima a vivir en eternidad ya en esta vida. Los que participan en la vida divina, forman la familia de Dios. En ella, al modo de la familia humana, hay relaciones de paternidad y filiación, de fraternidad, y el clima apropiado para que estas relaciones se estrechen y se refuercen cada vez más. La razón de ser del cristianismo es ante todo el mostrarnos que hay un sentido para nuestra vida. Nuestra vida está orientada hacia un fin último. A pesar de todo lo absurdo y todos los sufrimientos que podamos soportar, este sentido tiene la última palabra. Quizás aún no seamos capaces de contar la historia de nuestra vida o la de la humanidad, pero nuestra esperanza es que un día se descubra que todo lo que hemos sido o lo que hemos vivido tiene sentido.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 3, 31-36, Jesús, quien sigue en conversación con Nicodemo, le hace ver que quienes se deciden en seguirle deben ser radicales con el Evangelio que Él proclama, pues en este seguimiento no se puede ser termino medio, medias tintas o tibios.

Y le dice: El que vino del cielo está por encima de todo. Él da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie recibe su testimonio. El que recibe su testimonio certifica que Dios es veraz. El que Dios envió dice las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin medida". Jn 3, 31-35.

Como lo leemos en el texto del Evangelio, Jesús da testimonio de que Él es el Hijo de Dios y le manifiesta a Nicodemo que lo que Él dice es verdadero, pues viene de lo alto y anuncia cosas que ha visto y oído.

Hermanos, este Evangelio  nos ha de cuestionar y preguntarnos si le tenemos aprecio a la Palabra de Dios, es decir, que no nos fastidia o cansa; pues es importante que pensemos si estamos listos y preparados para transmitir a otros su mensaje y ser testigos de que la Palabra de Dios nos gusta y que con nuestras palabras y acciones certificamos que es veraz lo que decimos. 

Quien acepta seguir a Jesús pone en Él toda su confianza y fidelidad apartando el miedo, las angustia y las adversidades que le agobian.

Gracias Señor porque estás siempre a nuestro lado". Ayúdanos a sentir tu cercanía. Queremos estar siempre contigo, Jesús.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:23 a.m. | Permalink |


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