martes, abril 09, 2024

"El Señor reina, vestido de majestad"...Salmo 93.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 9 de Abril del 2024

INTRODUCCION:

Jesús sigue hablándole a Nicodemo desde la luz de su propia Resurrección. Y, desde la Resurrección, Jesús ve su muerte inevitable como una elevación, como una exaltación. No es que Jesús exalte el dolor por el dolor ni mucho menos aún, practique una especie de culto a la muerte. Jesús nunca separa la Pasión de la Gloria ni la muerte de la resurrección. Para Él son las dos caras de su elevación, una elevación que no tiene su sentido en sí misma, sino en nuestra curación o en nuestra salvación de la muerte. Lo mismo que la serpiente de bronce fue elevada por Moisés en el desierto para curar a los mordidos por las serpientes. La cruz se presenta como un verdadero trono de gloria. La pasión sólo tiene sentido como camino de superación del sufrimiento y de la misma muerte. Así la aceptó Jesús por nosotros. Cada hombre tiene que optar necesariamente por la vida o por la muerte. Ser cristiano es dejarse llevar por el Espíritu, con docilidad, con alegría, con fe. Ser cristiano es mucho más que cumplir unas normas. Es abrirse a la novedad de Dios y eso es Nacer de nuevo. 

El Evangelio de hoy tomado de Jn 3, 7-15 nos relata apartes de una  conversación nocturna que tuvo Jesús con Nicodemo, donde en un ambiente coloquial, intercambiaron ideas e información. Jesús le invitó a descubrir la vida eterna y a que creyera en Él como el Hijo de Dios. 

Dice el texto del Evangelio que Jesús le dijo a Nicodemo: "No te extrañes que te haya dicho: ´Tienen que renacer de lo alto´. el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, per no sabes de dónde viene, ni a dónde va. Así pasa con quien ha nacido del Espíritu". Nicodemo le preguntó entonces: "¿Cómo puede ser esto?" Jesús le respondió: "Tú eres maestro de Israel, ¿y no sabes esto? Te lo aseguro: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero vosotros no aceptáis nuestro testimonio. Si al deciros cosas de la tierra, no creéis, ¿Cómo vais a creer si os digo cosas del cielo? ". Jn 3,7-12

Jesús habla con Nicodemo sobre lo que significaría eso de nacer de nuevo y la importancia de creer en Él como el Hijo de Dios, como nuestro Salvador para obtener la vida eterna.

Hermanos este Evangelio de hoy nos invita a reflexionar sobre nuestra fe y también nos recuerda que la salvación viene a través de la fe en Cristo y que Él es el único camino hacia la verdadera redención. Pero, para lograr esa redención es importante renacer en el espíritu dejando atrás el pasado y las seguridades que nos viene ofreciendo el mundo, para así, abrazar a la nueva vida que Jesús nos ofrece.

Entonces se nos hace importante meditar en cómo podemos aplicar estos principios a nuestra vida diaria: Fortaleciendo nuestra fe en Cristo, compartiendo su amor con los demás y viviendo de acuerdo con sus enseñanzas. 

Recordemos que Jesús nos ofrece la salvación y la vida eterna a través de su sacrificio en la cruz, y es ese, un regalo que debemos recibir con humildad y gratitud.

Señor, enséñanos a renacer en la nueva familia de Dios: tu Iglesia. Por el bautismo hemos sido ungidos en tu Espíritu. Sin embargo, la preocupación por lo material nos domina con demasiada facilidad y no vivimos de acuerdo a las grandes bendiciones que de ti, he recibido. Ayúdanos a ponerte en primer lugar  antes de todos nuestros planes.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:19 a.m. | Permalink |


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