jueves, febrero 28, 2008
DIOS NO ABANDONA AL HOMBRE NUNCA

Muchas veces nos hemos sentido abandonados, con momentos de dolor, confusión, tristeza y miedo, renegando de todo lo que existe y hasta de Dios.
En estos tiempos difíciles para el ser humano, son muchos hoy los que conviven en permanente zozobra por el tener y el hacer, teniendo grandes cosas que vencer para poder obtener y defender las necesidades básicas como son la salud, la vivienda y un mejor bienestar, donde sus grupos familiares, se construyan y se formen como personas sociables.

Y es ahí precisamente, donde tenemos que clamar a Dios para que nos ayude a encontrar salidas a nuestras crisis y en la solución a nuestras grandes dificultades. Pero ojo, lo que Dios quiere es muy importante, Él desea que seamos humildes y sencillos de corazón y perseverantes en la lucha para salir victoriosos, teniéndolo siempre presente en todas nuestras acciones.

Somos hoy muchos los que clamamos al Señor “Sálvame, Dios mío, porque estoy a punto de ahogarme” y nos cansamos muchas veces de suplicar y esperar respuestas, angustiándonos y llenándonos de fatiga emocional; pero, es importante saber que el tiempo de Dios no es igual al de nosotros y que Él cumple sus promesas a su tiempo.
Debemos en todo momento recordar su existencia y confiar firmemente en que Él, no nos dejará defraudados.

Una gran lección de perseverancia y fortaleza en medio del sufrimiento nos la dio Jesús, cuando viéndose clavado en la cruz, se vio frustrado de sus amigos más cercanos cuando lo abandonaron por el miedo, cuando se sintió adolorido por la burla de todos aquellos que le seguían solo con el deseo de que Él, le hiciera un milagro o le curara una enfermedad, cuando sentía el dolor de los clavos enterrados en sus manos y pies.
Pero, a pesar de la dureza que vivía y sentía, nunca se dio por vencido, sino que confío firmemente en la voluntad del Padre, quien lo alentaba con gracias y fuerzas para seguir su misión de salvación por la humanidad. La respuesta que le dio Dios, por ser fiel a su causa, fue la resurrección y la victoria sobre la muerte, el dolor, la confusión, la tristeza y el miedo.

Esta experiencia de Jesús nos ha de ayudar y animar para seguir siendo fiel a los principios que el nos enseña, a no desfallecer y continuar siempre hacia delante sin importarnos las dificultades y errores, teniendo a Dios presente.

HOY SEÑOR QUEREMOS DARTE GRACIAS POR TENER CONFIANZA EN TI Y SUPERAR CONTIGO TODA DIFICULTAD.
 
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martes, febrero 26, 2008
CAMINANTE NO HAY CAMINO, SE HACE CAMINO AL ANDAR

Hoy recordaba al realizar mi caminata esa bella canción balada de los años 60 que dice: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, queriendo caer en cuenta sobre eso que pasa y lo que podría pasar, cuando hemos aceptado a Jesús en nuestro corazón.
Y me decía, lo importante es pasar de admirador y de espectador a un activo caminante.

Jesús es el líder transformador por excelencia que ayuda a caminar e innovar a los que, por su propia libertad y voluntad, se crean capaces de cruzar las trincheras de la vida, siendo dueño de si mismo.

¿Cuantos nos hemos quedado estáticos, sentados a la vera del camino viendo pasar la vida y haciéndonos dependientes de manifestaciones creadas por nosotros mismos y que guardamos en nuestro interior, basados en depresiones y negativismos que nos ayudan a ser victimas de quejas e incomprensiones?, ¿Cuántos nos creemos mendigos y fingimos con nuestras actitudes unas mañas llenas de angustias y fracasos que nos disfrazan la personalidad, solo para que, quien pase a nuestro lado, nos vea como unas victimas incapaces de construir la vida y la historia?

Pensaba también, sobre la importancia que tenemos los hombres y mujeres de hoy para asumir con decisión las riendas de nuestra propia existencia creyendo firmemente en Dios dueño supremo de la vida e iniciar con firmeza un cambio de dirección y de nuestros criterios frente a las cosas que pervierten y que nos hacen degenerar el ser.
Dios, nos conducirá y ayudará a renacer y nosotros cumpliéndole su sueño, nos haremos cada vez más perfectos y seguiremos convincentes frente a la misión que con insistencia proclama Jesús en sus Evangelios.

Lo importante de todo, es constituirnos hombres diferentes con actitudes y acciones que nos lleven a pensar de manera distinta, entendiendo que no es posible hacernos obstáculos para ver y seguir el camino al lado de Jesús. Porqué quien desea encontrase con Dios, va más allá de sus defectos y de sus características físicas y humanas para experimentar una vida nueva e incomparable.

¿Cuantos caminos hemos desperdiciado cuando vemos pasar a nuestro lado a Jesús? Hoy Él nos pide que nos levantemos de esas comodidades y lo busquemos sin temor, dejándonos transformar esos defectos que solo nos llevan a nuestra propia muerte y con absoluta confianza, una fe fortalecida y llena de esperanza, trabajemos día a día para encontrar la perfección que nos regala el Señor.


SEÑOR, DANOS FUERZA PERMANENTE PARA CAMBIAR Y SER HOMBRES NUEVOS.
 
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domingo, febrero 24, 2008
EL SEGUIMIENTO A JESÚS NACE DE UNA ACTITUD DE ENTREGA

Optar por seguir a Jesús requiere de una decisión firme y radical de atreverse a dejar a un lado las seguridades que nos atraen y que nos llevan a un despeñadero incierto en el mundo.

El que quiere seguir a Jesús y desea convertirse en su discípulo, tiene que arriesgarse e ir más allá de los limites que ha construido para protegerse, debe convertirse en un emprendedor y ha de estar dispuesto a quitarse de encima ese telón de cosas superfluas que lo disfrazan y lo encierran dentro de una sociedad egocéntrica, optar por ser un servidor de los demás.

Cuantos somos temerosos y dudamos por dar un paso hacia adelante; nos asustamos por lo que pueda pasar, nos quedamos rezagados y estáticos buscando miles de excusas para no arriesgar; vamos llenando el corazón de inseguridades y fluctuaciones que nos van arrastrando fácilmente al volver y a seguir la vida igual con esas mismas ilusiones llenas de deseos mundanos.

Recuerdo ahora ese pasaje del Evangelio de San Mateo Cáp. 1.20 cuando el Ángel del Señor se le apareció a José en sueños y le dijo: “José descendiente de David, no tengas miedo de llevarte a María, tu esposa, a tu casa; si bien está esperando por obra del Espíritu Santo”. No fue una advertencia que le hizo, sino que le informa sobre su papel dentro del plan de Dios. Hoy ese mismo Ángel del Señor se nos manifiesta diciéndonos que detengamos un instante ese impulso por el mundo; y sin que le temamos a nada, obtengamos un encuentro sincero y personal con Jesucristo, ajustemos nuestras vidas y con decisiones radicales, salgamos a recorrer con Él, el camino que nos ha de llevar a conocer la verdadera felicidad.

Dios va junto a nosotros hasta el final de los tiempos; solo desea que cada uno lo proclame Único y Verdadero, que creamos en Él y que seamos capaces de vivir tomando actitudes decididas y de constantes renuncia a nuestros propios intereses y proyectos mundanos, a que vayamos dejando a un lado esos bienes que consideramos importantes y que hagamos vida su palabra en nuestro interior, tomando el timonel de la barca con el Plan que nos ha propuesto, asumiendo todo riesgo y llenándonos de fortalezas y gracias, siendo capaces de remar mar adentro, entregándolo todo sin reservas y siguiendo a Jesús.

En el Evangelio de San Lucas Cáp. 5, 1-11 se ve manifiesto un elemento común para aquellos que se deciden seguir al Maestro; y es esa llamada a realizar la pesca “mar adentro” luego de una faena nocturna infructuosa. A ti y a mi, hoy también nos invitan a ir más allá, no solo de palabras, sino con hechos y con un corazón abierto a la absoluta confianza en Dios y dando muestras de una fe fortalecida.

Jesús ha tocado las puertas de tu corazón y te dice:¡VEN y SIGUEME!


SEÑOR MUESTRANOS TUS CAMINOS Y AYUDANOS A ROMPER NUESTRAS LIMITACIONES PARA SEGUIRTE E IR MÁS ALLÁ.
 
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jueves, febrero 21, 2008
DISFRUTA CADA DÍA COMO UNA OPORTUNIDAD QUE DIOS TE DÁ

Cada día es una experiencia nueva de vida, ella nos la regala Dios y con Él debemos ser correspondidos afanándonos por hacer las cosas lo mejor que se pueda, acrecentando su amor con quienes compartimos la vida, nuestras responsabilidades y aquellas iniciativas que nacen de la fuerza y esperanza, para así, realizar en nuestro caminar por la vida, proyectos y propuestas para un mejor bienestar de la humanidad.

Cada día, es un vivir lo mucho que tengo por hacer. Es darle confianza a mis pasos y todo aquello que estamos por realizar y transitar. Es ejecutar bien todas las tareas satisfaciendo la voluntad suprema de Dios, concluir mis tareas, mirando el beneficio de los demás y trazar nuevos retos que nos estimulen el pensar, el sentir y me enseñe ser testigo ante los demás que vale la pena vivir cada nuevo día.

Cada día es diferente; hacerlo distinto depende de cada uno. Cada persona posee dones, carismas y capacidades que le regala Dios para hacer la diferencia. Por ello, toda nueva oportunidad ha de nacer de nuestra propia decisión.

¿Cuantos no nos marginan y se amargan por ver triunfar a los demás?, ¿cuantos no se frustran pensando que no hay nada nuevo y que todo sigue siendo igual?

Cada minuto es un reto en nuestras vidas y es una experiencia para darla a conocer entre todos los que están a nuestro alrededor. Allí, ha de estar nuestra inteligencia y nuestra sabiduría para atraer a los demás y conducirlos por el mejor camino: El camino del Señor.

Hoy quisiera invitarlos a tener en cuenta a los demás, a que siempre actuemos pensando que sus actos pueden ser considerados como puentes para que podamos llegar a ellos con la fuerza de Dios. Con una simple frase crear un aliento para que arranque su espíritu apagado y poderle ayudar a transformar su vida.

Recordemos que cada día Dios vive atento de ti, que tu le interesas, que busca que lo escuches y le entiendas, que quiere lo mejor para ti, que desea que seas feliz y que esa felicidad la reflejes a los que comparten la vida a tu alrededor.
Hoy te habla en tus oídos y quiere que lo lleves permanentemente en el corazón.


SEÑOR SE QUE CADA DÍA ES UNA OPORTUNIDAD QUE BRINDAS, NO PERMITAS QUE EL MIEDO ME HAGA DUDAR DE TU AMOR
 
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martes, febrero 19, 2008
EL SENTIDO DE LA TRANSFIGURACIÓN

Este domingo nos hablaba el Evangelio de la transfiguración de Jesús y sobre el testimonio que de ello, dieron sus Apóstoles predilectos, Pedro, Santiago y Juan, quienes vivieron la experiencia maravillosa al notar en Él, su verdadero rostro: La Divinidad.

Fue una anticipada degustación de su resurrección y la vivencia cercana de la gloria que nos espera a los que con libertad y absoluta radicalidad, dejamos de lado la fuerza del pecado y nos decidimos a transformar la vida siguiendo las huellas que deja Jesús Maestro.

Cuantos hoy buscamos la espectacularidad en la experiencia de Dios creyendo que Él va hacer magias en nuestras vidas, que quitará los problemas y que dará mucho sin esforzarnos demasiado; dizque por que así es Dios en su bondad y su misericordia quien concede y liberta todo.

Cuantos buscamos el desenfreno viviendo una vida desordenada, acogiendo falsos dioses que embelezan y transforman la existencia humana; y que por poseer signos llamativos que atraen, enloquecemos con extrañas actitudes basadas en el poder, el dinero fácil, la drogadicción y la sexualidad desenfrenada.

Cuantos y cuantas hoy desfiguramos la vida sin atrevernos siquiera a vencer las tentaciones y los apegos.

La transfiguración de Jesús nos llama a la esperanza ante el dolor y la angustia, ante la apatía y el encerramiento, ante la injusticia, la inmadurez y la falta de verdad.
Jesús nos muestra la otra cara de la moneda cuando después de anunciar en varias ocasiones su muerte en cruz, su divinidad y su resurrección nos pide reconocerlo como Hijo de Dios y que a través de Él nos fortalezcamos para vencer el desaliento ante las crisis y ante el calvario de la vida, dándonos seguridad, confianza y el aumento de nuestra fe para ser más que triunfadores.

Cristo hoy nos regala su belleza y nos invita a reflejar en nuestros rostros su transfiguración como discípulos preferidos, mediante el anuncio del Evangelio hecho vida en nosotros, manifestándolo con el ejemplo que vivimos y poniendo en práctica sus enseñanzas que dan al mundo el fiel testimonio de su presencia en nuestras vidas.

Es hora de ayudar a muchos a cambiar, a que dejen la desfiguración de sus vidas, se dispongan a ser vencedores de la muerte y profetas que transmiten la felicidad, que escuchan y siguen al Maestro.


SEÑOR PERMITE QUE SEAMOS REFLEJOS DE TU AMOR A TODA LA HUMANIDAD Y PODAMOS SEGUIR LOS PASOS DE CRISTO HACIA LA CRUZ Y LA GLORIA.
 
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domingo, febrero 17, 2008
EL QUE AMA Y SE SIENTE AMADO, DA LO MEJOR DE SI

En estos días pude observar durante mis caminatas por la bahía que son muchas las personas, entre jóvenes y adultos de ambos sexo que se sientan a la orilla para orar y contemplar el amanecer.
También me he dado cuenta que son muchas las que pasan a sus lados como desapercibidos sin importarles y apreciar lo que hacen, siguen sus caminos sin esmerarse siquiera un instante en buscar espacios dentro de sus tiempos para encontrarse con Dios y recomponer lo que vienen construyendo mal.

La cuaresma es un tiempo donde todos debemos reflexionar sobre la vida que hemos venido construyendo y de buscar los caminos que señala el Señor.
Parece que hoy somos muchos los que se nos está olvidando que Dios nos llama cada día a ser más y más perfectos, que es necesario amar y sentirnos amados, como también, que nos demos cuenta que somos débiles y que existe necesidad de luchar por ser cada vez mejores.
Estamos llamados a la perfección, a la plenitud y a la realización.

Desde la niñez nuestros padres nos enseñan a forjarnos en valores y virtudes al igual que en esa búsqueda afanosa de la realización personal. Ellos tratan de derrumbar y echar bien abajo esas acciones imperfectas que vivieron o quizás viven y donde constituyen sus ideales, la educación familiar y una formación en las escuelas y centros formativos con el sudor de sus esfuerzo; para que como buenos hijos, trascendamos hacia la pasión ineludible de la vida: Ser perfecto como Dios quiere que seamos perfectos.

Cuando se ama y nos sentimos correspondidos se hace del amor una virtud dinámica, se da lo mejor de si para que los demás crezcan y orienten sus vidas de una manera amorosa, llena de grandes sueños, ilusiones y posibilidades.

Una verdadera relación basada en el amor se construye con sentimientos y deseos, donde exista la propuesta común de ser felices. Para ser felices se requiere un equilibrio entre el respeto, la comprensión y el esfuerzo por una buena comunicación y un dialogo permanente.

Sepamos que Dios está interesado en cada uno de nosotros, por ello, insistentemente nos busca, nos habla y nos comunica cual es el mejor camino a seguir para ser sus predilectos y ser felices. Abramos pues nuestro corazón y dejemos que Él nos comunique su amor.
Instituyamos cada momento de nuestra vida en momentos de intimidad con Él y pidámosle que nos bendiga con su amor, su paz y su felicidad.

SEÑOR TUS MANOS SON EL MEJOR LUGAR DONDE PODEMOS ESTAR, DANOS UN CORAZÓN NUEVO LLENO DE TU AMOR.
 
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jueves, febrero 14, 2008
DIOS NOS SALVA CUANDO LO DEJEMOS ACTUAR

Se está celebrando en todo el mundo cristiano el tiempo de la cuaresma, tiempo de conversión, de cambio, de dejar a un lado las situaciones de la vida que creemos imbatibles, indestructibles y hasta normales, pero que en su trasfondo nos van destruyendo la vida.
Es este, un tiempo para resurgir, para volver ha abrirnos hacia los caminos de esperanza y buscar al Señor.

Nuestra disposición única y radical ha de estar centrada en la apertura de nuestro corazón para dejar actuar a Dios libremente en nuestras vidas y así, irlo descubriendo y alojando en nuestro ser por medio de las diversas manifestaciones que nos ofrece, para que, con nuestra voluntad y absoluta libertad, lo dejemos enrumbar nuestra existencia.

Nos urge pues buscar los caminos de conversión como respuesta a esos signos que Dios nos da manera gratuita y que tanto nos interpelan para que busquemos la identidad de hijos de Dios.

Quien se dispone a buscar la conversión, debe demostrar con hechos concretos su deseo y no quedarse ahí en solo promesas como estacionado en sus decisiones vagas, lleno de sentimientos y tristezas por tener que abandonar cosas que le eran placenteras y hasta hermosas.
Una persona que quiera cambiar de vida e iniciar una vida nueva siguiendo la guía que Jesús propone, debe demostrar deseo de no ser igual, convenciendo a quienes les rodea y están en su entorno diario que es posible acercarse a Dios.

Que bueno sería que hoy nosotros nos propusiéramos a manifestar el testimonio de la nueva vida al mundo para que sean muchos los que busquen y crean en el único y verdadero Dios. Que bueno es hacer sentir que Dios está actuando en nosotros y que con nuestras actitudes estamos transformando la sociedad. Que igual a nosotros, muchos pueden arrepentirse de sus culpas y de esa vida distorsionada para convertirse en verdaderos símbolos que revelan el camino hacia Dios.

La oración y la penitencia son esos signos que nos ayudan encontrar el camino de la salvación; con ellos, alabamos a Dios y damos señal de una permanente conversión.
Solo Él es el único que puede crear para nosotros un nuevo corazón y puede devolvernos con certeza la paz. La justicia y la salvación.


SEÑOR HOY ABRIMOS NUESTRO CORAZÓN PARA QUE TU MORES EN ÉL POR SIEMPRE
 
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martes, febrero 12, 2008
LA ORACIÓN UNA PRÁCTICA DE AMOR ENTRE DIOS Y LOS HOMBRES

Al pensar sobre esa fuerza que tiene la oración cuando la hacemos sinceramente, con una gran confianza, de corazón y con humildad, descubro que a través de ella, llegamos a realizar actos concretos en nuestra vida, logramos alejarnos de los males que nos seducen a cada instante y podemos resistir con la ayuda de Dios todas las tentaciones.

Cuando oramos a Dios es necesario demostrarle que creemos que Él es nuestro Padre y como tal, se nos está revelando en todo lo que vemos, sentimos y tocamos, en la naturaleza y en nuestro corazón; que por su infinita bondad y misericordia, tenemos la certeza de esperar de Él el consuelo y esa ayuda que requerimos para vencer las dificultades y problemas que tenemos y que con ella, podemos decirle como hijos, que lo queremos y lo necesitamos de guía para que nos conduzca por el camino perfecto donde se colman todas las penurias.

La oración es el dialogo de el hijo con el Padre, donde establecemos la comunión fraterna y la comunicación de nuestras cosas que vivimos, pensamos y soñamos.
Del Padre esperamos su orientación, su experiencia y su guía, por ello, la constancia y la perseverancia de nuestras peticiones sin desperdiciar ningún instante libre o vació de nuestra vida.
Cuando oramos nuestras han de salir de un corazón agradecido y generoso, respondiéndole con confianza y respeto la gratuidad de todos y cada uno de los momentos vividos en nuestra jornada diaria.

Jesús nos enseñó a orar cuando a sus discípulos les instruía sobre la forma como debemos presentarle al Padre las necesidades diarias y a confiarle todas y cada una de las cosas. Él, les reconfortaba diciéndoles que no perdieran la fe y la confianza ya que todas las peticiones serían escuchadas en su momento y en su tiempo.

Él como Hijo, oraba también frecuentemente para pedirle al Padre fortalezas en sus debilidades y ayuda para enfrentar las pruebas.

Es importante que hoy con mucha sinceridad recurramos al Padre y de todo corazón pidámosle que los hombres en el mundo sigamos viviendo como sus hijos amándonos unos a otros, perdonándonos nuestras faltas de sinceridad, solidaridad, fraternidad y que busquemos los caminos de justicia y paz.
 
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domingo, febrero 10, 2008
HAZTE BARRO Y ABANDÓNATE EN LAS MANOS DE DIOS

Dios en su infinita misericordia ayuda a todo aquel hombre que se abandona en sus manos y se convierte en barro para que en su bondad y caridad, lo tome como elemento material y espiritual moldeándolo a su manera y de acuerdo a su voluntad.

En medio del dolor, del sufrimiento, los miedos y las angustias, Él está ahí presente actuando e insistiendo para que el hombre en sus tinieblas le reconozca y le vea con sus acciones poderosas, como también, en la búsqueda afanosa y ansiosa que prospera en su instinto por encontrar un sentido verdadero a la vida.

Cuando creemos que estamos solos, desahuciados y que todas las esperanzas soñadas se nos han derrumbado; y sintiéndonos así, cansados y hastiados de caminar no nos creemos capaces por seguir los senderos de vida llevando cargada en nuestros hombros las heridas de nuestras frustraciones y debilidades; y como rendidos ya, cerrados en oscuridades sin permitir que nada ni de nadie nos ayude a rehacer los sueños e ilusiones, nos sentimos que “ya todo está vencido” ¿Por qué temerle a la vida y a nuestras inseguridades?

En el Evangelio de San Mateo 28.5, el Señor nos dice:”No tengan miedo”. Recordemos cuando caminaban desesperados y hasta desahuciados los discípulos de Emaús (Lc.24.13-35) después del sacrificio de Jesús en la cruz, lamentándose de que ya sus esperanzas se habían derrumbado. ¿Qué paso?

Jesús nos alienta cada día con signos de victoria diciéndonos a cada instante que somos triunfadores, que sigamos el camino de la cruz a ejemplo de Él, que callemos y soportemos las adversidades que nos depara la vida y con nuestros sacrificios, lograremos llegar a la meta y ser testigos de la obra de Dios.

Recordemos que quien nos define no son las circunstancias dramáticas de la vida, ni los desafíos que la misma sociedad nos impone día a día, ni las tareas a emprender, sino el amor que nos regala el Señor gracias a la acción permanente y constante que nos da el Espíritu Santo. Por tanto, cada momento y actividad que realicemos debemos entregarlas a Dios y colocarlas en sus manos en forma de barro, para que sea Él en su infinita bondad y misericordia quien la moldee.

Mientras más supliquemos la gracia del Señor para sanar las heridas y mientras mantengamos vivas nuestras esperanzas, Él irá a nuestro lado enseñándonos, guiándonos y conduciendo nuestra vida para que arribe a buen puerto, al igual que los discípulos en la barca (Mt. 8.23-27). Él no defrauda.

PASE LO QUE PASE SEÑOR, CONTIGO Y A TU LADO NOS SENTIMOS TRIUNFADORES
 
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jueves, febrero 07, 2008
¡CONVIERTE Y CREE EN EL EVANGELIO!

Con insistencia continúa Dios clamando día a día por nuestra conversión y para que nos convenzamos de que no somos una isla olvidada en medio del océano, sino que tenemos valores que hoy más que nunca, se hacen necesarios compartir los unos con los otros.

¿Cuantos nos hemos equivocado cuando pensamos y creemos que el otro con quien compartimos la vida cobra valor a la medida que es necesario para nosotros; o cobra valor, cuando tiene una gran utilidad para nuestros intereses personales? Y así, nos la pasamos gran tiempo de la vida concentrados en pensar como hacer para obtener poder y dinero a costa de los demás y por acabar o destruir la mal llamada por nosotros vida fraterna a través de los vicios, la guerra de poderes, la violencia, los odios, rencores y envidias.

Nos encerramos tanto en nuestras vidas que se nos olvida que Dios nos da la vida y nos brinda la luz para lograr alcanzar nuestros triunfos y las cosas materiales que poseemos, según los dones que nos ha brindado.

Es necesario pues, que meditemos hoy que todas las cosas materiales que logramos obtener con la ayuda de Dios, son necesarias compartirlas con los demás y más, con aquellos que nos rodean.

Hemos venido olvidando a Dios y de ese amor que nos da gratuitamente. ¿Cuantos hoy nos hemos olvidado de la responsabilidad de entregar amor a los demás y nos limitamos únicamente en trabajar toda una vida con la intensión de dar a nuestra familia o a nuestros hijos un mejor bienestar económico y social?, ¿Cuántos se nos olvida que debemos cumplir el mismo papel de Dios en nuestras familias para construirla y llenarla de su amor y solo queremos entregar en sus manos semillas de odio, rencor, envidias hacia los demás; cuando nuestro deber es y será siempre sembrar cariño, comprensión y afecto para que todos en un mañana construyan una sociedad diferente y llena de amor?

En este tiempo de la cuaresma, que iniciamos ayer miércoles 6 de Febrero se nos pide conversión y renovación de nuestras vidas creyendo en Dios a través del Evangelio que nos entregó Jesús, que sintamos en lo más profundo de nuestros corazones que somos una bendición, que tenemos valor y que nuestras vidas son importantes siempre y cuando las compartamos con los demás.

DEDÍCATE A SENTIR QUE TU AMIGO, TU HERMANO, TU HIJO Y TU ESPOSA, SON UNA BENDICIÓN PARA TI.
 
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martes, febrero 05, 2008
LA AUTÉNTICA FELICIDAD NOS ASEGURA LA SALVACIÓN

El Evangelio del domingo 3 de Febrero nos hablaba del mensaje central que Jesús, como Enviado por Dios, entrega a los hombres como programa de vida para que lo proyecte y trabaje de manera individual y comunitaria y así, pueda moldear la auténtica felicidad y asegurar la salvación.

Para quienes nos iniciamos en el programa de la salvación, se hace primordial saber como, para donde y para que, Jesús con insistencia nos enseña y señala el camino de la verdadera renovación de nuestra vida interior y hacerla cada vez más perfecta.

Él, quien después de ser tentado por el demonio en el desierto y establecerse en Cafarnaún al saber que habían encarcelado a Juan Bautista; empezó su vida pública anunciando y predicando a la gente, diciéndoles: “Cambien su vida y su corazón, porque el Reino de Dios se ha acercado”.

Igual hoy, Él es seguido por grandes muchedumbres que desean obtener su misericordia y hasta la curación de sus males. Como en aquella época, nuevamente sube a la montaña y allí sentado, nos enseña actitudes contrarias a nuestros criterios humanos que van sembrando en el corazón caminos áridos basados en el deseo del poder y el dinero; que solo nos dan felicidades aparentes y vacías de amor a nosotros mismos y al prójimo asentadas en la opulencia y la seguridad material.
Y nos recuerda como una matraca, obtener la felicidad para asegurar la salvación, animándonos a ser pobres y humildes de corazón siendo misericordiosos en el sentido amplio de la palabra y a trabajar con insistencia por la igualdad del mundo y la paz.

Hoy, se nos presenta Jesús con las manos vacías, no nos trae dinero, ni comidas, ni grandes terrenos, edificios o mansiones llenas de oro y plata, ni promete salidas a nuestros problemas con soluciones alegres y momentáneas, ni a cambiar milagrosamente las situaciones dolorosas que atravesamos, sino por el contrario nos pide descubrir su presencia en nuestras vidas y a que entremos a la Patria espiritual, que es el Reino de Dios.

Seamos pobres y limpios de corazón despojándonos de nosotros mismos, del egoísmo, el odio, los rencores, las envidias y de esas ansias desordenadas de soñar por tener riquezas materiales y poder. Ellas, nos conducen por lo general a desdichas. Amémonos de corazón y suframos con los pobres, ellos, nos demuestran la humildad y generosidad.

EL REINO DE DIOS COMIENZA CUANDO VIVAMOS LAS BIENAVENTURANZAS.
 
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domingo, febrero 03, 2008
ASÍ HAN DE SER NUESTRAS ACTITUDES

Hoy el mundo siente gran desconfianza frente a los liderazgos que asume mucha gente por la incoherencia entre lo que dicen y plantean ya que incontables veces sus comportamientos y compromisos de vida se quedan vanos y sin testimonio.

Muchos de los que hoy se consideran lideres se adjudican responsabilidades sociales o solidarias frente a la violencia, los desplazamientos y catástrofes; disfrazan sus acciones benéficas con actuaciones que contradicen sus mensajes de esperanza, porque las ayudas que adquieren para tales fines, son utilizadas para beneficio personal, llevando a quienes las necesitan, ínfimas cosas que no solucionan sus necesidades; y con engaños, hacen creer que están trabajando por ellos y que sienten su dolor.

Un cristiano que sigue las huellas del Salvador, ha de instituirse para ser un discípulo misionero que construye día a día el Reino de Dios entre los hombres. Ha de ser coherente al Evangelio, predicar las virtudes que nos enseño Jesús y comprometerse en ser signo del amor, la bondad, la caridad y la misericordia de Dios.

Quien se dispone seguir a Jesús, acepta el compromiso de ser un servidor para con todos los hombres e ir combinando su Palabra con acciones eficaces de amor al prójimo, tomándolo como modelo inspirador en su desafiante aventura. Así, aquellos a quienes asiste, los pobres y necesitados, miren en el desarrollo de sus obras el compromiso con su dolor.

Se nos hace importante pues, revisarnos hoy interiormente y mirarnos frente al espejo de la vida, si de verdad estamos siendo imitadores de Jesús, quien entregó su vida a los pobres y necesitados; y si estamos utilizando con eficacia los dones que Dios nos dio para ponerlo al servicio del prójimo; o si ellos, los estamos maniobrando egoístamente y en beneficio propio.

Recordemos que Jesús no utilizó su relación cercana con el Padre para su propio beneficio, al contrario fue mas allá, la puso al servicio de todos hasta el punto que por ello, creo envidia y persecución, fue tomado preso y clavado en una cruz.
Los milagros que realizaba estaban siempre en función del bien de los demás.

No vasta decir yo creo en Dios e ir a misa y orar. Un verdadero Cristiano seguidor de Jesús, ha de crear una intimidad con Dios, pidiéndole con insistencia amarle a través de su entrega incondicional al prójimo e implorando su ayuda para fortalecer actitudes siendo coherente con su palabra.


SEÑOR ENSEÑAME A CRECER EN MEDIO DEL DOLOR Y SER SIMBOLO DE TU PRESENCIA EN EL MUNDO.
 
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