domingo, abril 21, 2024

"La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular"...Salmo 118.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 2 de Abril del 2024

INTRODUCCION:

Jesús es nuestro pastor. Ha dado la vida por su rebaño, por cada una de las ovejas, nos ha defendido en los peligros. A él le importamos de verdad. Podemos recordar momentos de nuestra vida en los que hemos sentido la mano del buen Pastor, amorosa y fuerte a la vez. El propósito de Jesús es claro: que haya un solo rebaño y un solo pastor. Y murió en la cruz para que todos sean uno. Los cristianos, como Jesús, trabajamos por la unidad de nuestras familias, de nuestros pueblos y ciudades, de la comunidad cristiana, de la Iglesia entera. Pedimos perdón por las divisiones que provocamos; damos gracias por el don de la unidad. Pedimos fuerza para ser instrumentos de unidad.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 10, 11-18, nos presenta la Parábola  del Buen Pastor y en ella Jesús invita a que permanezcan junto a Él como el Buen Pastor que da la vida; y dice que: Él está dispuesto a dar su vida para conservar unido y fuera de peligro a su rebaño. 

Así le dijo a los Fariseos según el texto del Evangelio: "Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas. El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa. Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas. Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí -como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre- y doy mi vida por las ovejas.”. Jn 10, 11-15.

Jesús se presenta como el Buen Pastor, un pastor espiritual que cuida, guía y da hasta su propia vida por sus ovejas. Él reconoce que en su corral tiene otras ovejas que no hacen parte de este, pero que también tiene que conducir. Ellas oirán mi voz y harán un solo rebaño y un solo Pastor.

Y miren: Jesús en toda su obra de la salvación no hace más que obedecer al plan trazado por su Padre y pide que: "Sí cumplen sus mandamientos, permanecerán en su amor como el permanece  al lado de su Padre".

Hermanos: Nuestra Iglesia es un rebaño y nosotros somos ovejas del rebaño de Jesús el Buen Pastor, por lo tanto, en Él está nuestra confianza y esperanza. Él nos cuida y nos permite vivir en verdes praderas y nos defenderá de nuestros enemigos. 

El Señor es mi Pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tu vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa. Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:16 a.m. | Permalink |


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