martes, febrero 26, 2008
CAMINANTE NO HAY CAMINO, SE HACE CAMINO AL ANDAR

Hoy recordaba al realizar mi caminata esa bella canción balada de los años 60 que dice: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, queriendo caer en cuenta sobre eso que pasa y lo que podría pasar, cuando hemos aceptado a Jesús en nuestro corazón.
Y me decía, lo importante es pasar de admirador y de espectador a un activo caminante.

Jesús es el líder transformador por excelencia que ayuda a caminar e innovar a los que, por su propia libertad y voluntad, se crean capaces de cruzar las trincheras de la vida, siendo dueño de si mismo.

¿Cuantos nos hemos quedado estáticos, sentados a la vera del camino viendo pasar la vida y haciéndonos dependientes de manifestaciones creadas por nosotros mismos y que guardamos en nuestro interior, basados en depresiones y negativismos que nos ayudan a ser victimas de quejas e incomprensiones?, ¿Cuántos nos creemos mendigos y fingimos con nuestras actitudes unas mañas llenas de angustias y fracasos que nos disfrazan la personalidad, solo para que, quien pase a nuestro lado, nos vea como unas victimas incapaces de construir la vida y la historia?

Pensaba también, sobre la importancia que tenemos los hombres y mujeres de hoy para asumir con decisión las riendas de nuestra propia existencia creyendo firmemente en Dios dueño supremo de la vida e iniciar con firmeza un cambio de dirección y de nuestros criterios frente a las cosas que pervierten y que nos hacen degenerar el ser.
Dios, nos conducirá y ayudará a renacer y nosotros cumpliéndole su sueño, nos haremos cada vez más perfectos y seguiremos convincentes frente a la misión que con insistencia proclama Jesús en sus Evangelios.

Lo importante de todo, es constituirnos hombres diferentes con actitudes y acciones que nos lleven a pensar de manera distinta, entendiendo que no es posible hacernos obstáculos para ver y seguir el camino al lado de Jesús. Porqué quien desea encontrase con Dios, va más allá de sus defectos y de sus características físicas y humanas para experimentar una vida nueva e incomparable.

¿Cuantos caminos hemos desperdiciado cuando vemos pasar a nuestro lado a Jesús? Hoy Él nos pide que nos levantemos de esas comodidades y lo busquemos sin temor, dejándonos transformar esos defectos que solo nos llevan a nuestra propia muerte y con absoluta confianza, una fe fortalecida y llena de esperanza, trabajemos día a día para encontrar la perfección que nos regala el Señor.


SEÑOR, DANOS FUERZA PERMANENTE PARA CAMBIAR Y SER HOMBRES NUEVOS.
 
posted by Laureano García Muentes at 3:36 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>