miércoles, abril 24, 2024

"Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los  pueblos te alaben"...Salmo 67.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 24 de Abril del 2024

INTRODUCCION:

«Yo, la luz, he venido al mundo para que todo el que crea en mí no siga entre tinieblas» Esa es la misión de Jesús: llevar la luz por todos los lugares del mundo; y lo hace a través de la misión que le ha dado a los apóstoles. Iluminar es la Palabra, porque el mundo esta en tinieblas La continua lucha de Jesús es que todos: iluminemos, llevemos la luz que hace ver las cosas como son. Es hacer ver la libertad, hace ver la verdad, mostrar el camino por el que se debe ir, con la luz de Jesús. Jesús nos dice: “Ten valor: déjate iluminar, déjate ver por lo que tienes dentro, porque soy yo quien te lleva adelante, para salvarte. No te condeno. Yo te salvo”. El Señor nos salva de nuestras tinieblas interiores, de las tinieblas de la vida cotidiana, de la vida social, de la vida política, de la vida nacional, internacional... Hay muchas tinieblas interiores. Y el Señor nos salva. Pero nos pide que las veamos primero; tener el valor de ver nuestras tinieblas para que la luz del Señor entre y nos salve. (Papa Francisco-Santa Marta, 6 de mayo de 2020)

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 12, 44-50 vemos a Jesús que nuevamente le declara a los judíos esa estrecha relación que tiene Él con su Padre-Dios, así nos lo relata el texto. "Jesús exclamó: "El que cree en mí, en realidad no cree en mí, sino en aquél que me envió. Y el que me ve, ve al que me envió. Yo soy la luz, y he venido al mundo para que todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas. Al que escucha mis palabras y no las cumple, Yo no lo juzgo, porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien lo juzgue: la palabra que Yo he anunciado es la que lo juzgará en el último día". Jn 12, 44-47. 

Lo que quiere Jesús es tanto para que los judíos de su época como para que nosotros hoy tengamos conciencia de que tiene una estrecha e íntima relación con Dios, su Padre y que Él, fue enviado por Dios para darnos vida nueva y abundante. Ello nos reafirma que El es la Luz que vino al mundo para que todos viéramos la Verdad y no parezcamos. No rechacemos su propuesta, recordemos que su misión es dar vida y no condenar  a nadie.

Hermanos, esta es la Buena Noticia la que todos los hombres han de saber. La Palabra de Dios es la puerta y es también el camino; si lo seguimos ya sabemos a donde nos conduce. Esa promesa está ahí, está al alcance de todos, no dudemos en seguirle la recompensa es grande.

Señor, hoy nos abrimos a la luminosa revelación de Jesús, y recibimos la luz que disipa toda tiniebla, la paz que sobrepasa todo entendimiento, la Palabra que se encarna y habita en nosotros, la Sangre de Cristo que nos salva, sana y libera; recibimos la fuerza y el poder de tu Santo Espíritu que transforma nuestra interior y de él salen ríos de agua viva.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:42 a.m. | Permalink |


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