sábado, noviembre 18, 2023

"Recuerden las maravillas que hizo el Señor"...Salmo 105.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 18 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

Hoy Jesús nos transmite su enseñanza sobre cómo debemos orar. Y lo hace con la parábola de la viuda insistente. El juez no tiene más remedio que concederle la justicia que la buena mujer reivindica. No se trata de comparar a Dios con aquel juez que Jesús describe como corrupto e impío, sino nuestra conducta con la de la viuda, seguros de que, si perseveramos, conseguiremos lo que pedimos. La perseverancia no equivale a impaciencia. Solamente el paciente es perseverante. El impaciente se cansa pronto y cede. El paciente persevera hasta el fin. Por eso la perseverancia es signo de amor y el amor nos abre  el acceso al Padre. Jesús nos recomienda la confianza, la fidelidad y la perseverancia en la oración como clave para alcanzar lo que necesitamos; porque Él está intercediendo ante el Padre por nosotros.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 18, 1-8, Jesús presenta a sus discípulos una parábola que habla de un rey injusto opuesto a la ley y los mandamientos de Dios diciéndoles: "En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: "Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario". Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: "Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme”. Y el Señor dijo: “Oigan lo que dijo este juez injusto. Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a Él día y noche, aunque los haga esperar? Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?” Lc 18, 1-8

Como lo leemos en el texto, al Rey que solo le interesaba estar bien con los poderosos y no le importaban los pobres, ni las viudas, ni Dios. Y ante su maldad perversa hizo justicia por la insistente petición de la pobre mujer viuda para que atendiera su solicitud.

Jesús aprovecha este mensaje y les pide a sus discípulos Ser perseverantes y no cansarse de presentar a Dios las necesidades. Para ello se requiere de una fe grande y viva para demostrarle que lo que pedimos es verdaderamente necesario para nuestra vida.

Él insiste que la Fe no se puede perder por ello nos pide estar siempre alerta y vigilantes a fin de que ella se convierta en vida.

Si la Fe falla, la oraciones serán inútiles, por lo tanto, cuando oremos creamos. No olvidemos que la Fe es Luz y sin ella, viviremos en las tinieblas. 

Señor, queremos crecer en tu amor y a los demás y alimentar así, nuestra amistad contigo por medio de la oración humilde y perseverante. Ayúdanos a cumplir tu voluntad dejando que tus palabras modelen todo nuestros  comportamiento y no permitas que el miedo nos acobarde. Aumenta nuestra  confianza y amor a ti.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:11 a.m. | Permalink |


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