miércoles, noviembre 15, 2023

"Levántate, oh Dios, y juzga a la tierra"...Salmo 82

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 15 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

Como lo leemos en el Evangelio de los diez leprosos curados, nueve parece que consideran lo sucedido como lo más natural. Sólo uno (un samaritano) vuelve agradecido a Jesús y a dar gracias a Dios. Únicamente el samaritano alcanza el fin del milagro: entrar en una nueva relación con Dios. Naturalmente todos estaban felices por haber recuperado la salud, pudiendo así salir de esa interminable cuarentena forzada que les excluía de la comunidad. ¿Qué le impulsó a ese Samaritano dar la vuelta para encontrarse de nuevo con el que le dio la salud? Se dio cuenta que ya no era la misma persona, algo o alguien, le había cambiado su vida. El, como lo leemos no era judío ni necesitaba ser justificado por la ley judía para recibir el visto bueno del poder religioso. ¿Por qué necesitaba darle gracias al Dios de Jesús? ¿Sería que necesitaba acercarse y conocer a aquella persona que solo había visto de lejos y quizás, siguiéndole cambiaria de verdad su vida? Quien ha hecho experiencia de la compasión, no podrá no ser agradecida, porque ha quedado admirada del cambio que se ha operado en ella. Miren: El que ha experimentado la plenitud del Padre, sabe que la fuerza de su proyecto de vida, es liberador, curar de miedos, vacíos y heridas que nos hacen daño. El sana integralmente.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 17, 11-19, nos presenta la curación de diez leprosos y el tema de la gratitud por lo que por su bondad, recibimos de Él.

Esta curación la realiza Jesús, según el texto del Evangelio cuando iba camino a Jerusalén y atravesaba Galilea y Samaria. El y sus discípulos al entrar en un pueblo, le salieron al encuentro diez leprosos, que se pararon a cierta distancia y alzando la voz, dijeron: "¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!" Al verlos, les dijo: "Vayan a presentarse a los sacerdotes". Y sucedió que, mientras iban, quedaron sanos. Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano. Tomó la palabra Jesús y dijo: "¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿Dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?" Y le dijo: "Levántate y vete; tu fe te ha salvado". Lc 17, 11-19.

Hay algo muy interesante en este episodio: Eran diez los leprosos y nueve de ellos desaparecieron de la escena y nada se supo de ellos. Solo uno, se ve curado y comprende que algo grande le había sucedido y que Dios estaba en el origen  de su curación. Y es así, como vuelve entusiasmado y se postra a los pies de Jesús para agradecerle.

Esta experiencia vivida del leproso nos enseña que nada nos puede impedir acercarnos a Jesús, ni en las más terribles impurezas y enfermedades de la vida. 

Hermanos, podemos pasar por las indiferencias a la fe, por el rechazo a la acogida y las dudas a la confianza, pero, Dios con su infinito Amor Misericordioso nos cura entre nuestros miedos, vacíos y heridas que nos hacen daño. Vivir la gratitud es una señal de que en nosotros se vive la presencia de Dios. 

Señor, danos la gracia de saber agradecerte por todos los dones que nos das. Aumenta nuestra fe para que pueda alcanzar así, la salvación.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:20 a.m. | Permalink |


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