miércoles, noviembre 08, 2023

"Dichosos los que temen al Señor"...Salmo 112.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 8 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

El evangelista ha situado esta escena en el camino. Nos es la primera vez que los evangelistas indican que a Jesús le seguía una multitud de personas. Y es precisamente a ellas a las que les va a dirigir estás palabras que hablan de opción, de responsabilidad, de tomar decisiones que no siempre son fáciles, pero dónde uno encuentra el camino de la felicidad: “Si alguno viene a mí y no pospone a…”. Jesús no está hablando de dejar a la familia sino de las exigencias del seguimiento cuando existen conflictos de valores. Quién se decide a caminar con Jesús debe aceptar, unas renuncias, unas separaciones de personas queridas en función de su tarea evangelizadora. Ser discípulo implica incluso la renuncia a sí mismo, para poder asumir el proyecto de Jesús de Nazaret que le llevará a cargar con la propia cruz, lo que significa estar dispuesto a dar la vida si es necesario. Para ello el discípulo ha de reconocer quién es Jesús y optar por seguirle en ese proyecto de salvación para toda la humanidad.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 14, 25-33, Jesús expone de manera tajante y explícita las condiciones para quienes desean seguirle. 

Junto a Él iba un gran gentío, y dándose la vuelta les dijo: "Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo". Lc 14, 25-27.

Una de las condiciones más importantes del discipulado es El amor preferencial por Jesús y para ello se requiere relativizar todo lazo familiar y afectivo. Así también, tomar la cruz y seguirlo. Y es que ser discípulo de Jesús supone una entrega total porque ante Él no caben medias tintas, por tanto,  quien toma esa decisión está obligado a sacrificar la comodidad y tomar su cruz con fidelidad. 

Hermanos, este Evangelio de hoy nos invita a reflexionar nuestro seguimiento a Jesús, como también, mirar como están nuestras fuerzas para administrar los dones y talentos que Dios nos ha dado; porque quien administra su vida y sus bienes de manera adecuada conlleva a un compartir con los que no tienen o les hace falta lo necesario. 

Señor, danos un amor ardiente y personal a tu Divino Corazón para que nada, ni nadie, sea más importante en nuestras vidas. Queremos seguirte y vivir centrados en Ti, para trabajar por Ti, sufrir por Ti, gozar por Ti, amar por Ti y buscarte en todo los espacios y momentos por siempre.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:09 a.m. | Permalink |


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