"Glorifica al Señor, Jerusalén"... Salmo 147.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Viernes 3 de Noviembre del 2023
Hoy celebra la Iglesia a San Martín de Porres Patrono de la justicia social. Fue el primer Santo mulato de América. Nació en Lima (Perú) el 9 de diciembre de 1579. Hijo de Juan de Porres un caballero español de la Orden de Calatrava y de Ana Velázquez una negra panameña que residía en Lima. Su padre no pudo casarse con ella por su condición y por ser muy pobre. Recibió la educación cristiana de parte de su madre. Se formó como auxiliar práctico, médico empírico, barbero y herborista. Entró a la orden de Santo Domingo de Guzmán donde ocupó oficios humildes y posteriormente en fraile donde profesó los votos de pobreza, castidad y obediencia. Destacándose por su gran humildad. Murió a la edad de setenta años en la ciudad de Lima. Fue beatificado por el Papá Clemente XIII y fue canonizado por el Papa San Juan XXIII el 6 de mayo de 1962.
INTRODUCCION:
Jesús sabe lo que piensan sus enemigos y pone en claro el sentido profundo de toda ley: obrar el bien. Preguntémonos: ¿Cuántas veces una interpretación literal de la ley nos ha llevado a omitir el bien que estaba en nuestras manos realizar? El Evangelista en diferentes pasajes del Evangelio ha hecho desfilar ante nuestros ojos diversos tipos de respuestas al misterio que encierra la persona de Jesús de Nazaret. Para los discípulos Jesús es su razón de ser; lo abandonan todo y le siguen. Quedan transformados por su Palabra. Para los enfermos, los excluidos de la sociedad y desamparados, Jesús es su esperanza. Corren hacia Él, se maravillan de su Palabra y le escuchan con fervor. En cambio para los jefes y los sabios, Jesús resultaba un enemigo. Más aún, un blasfemo, ya que atacaba la ley, subvierte el orden divino y la distinción de buenos y malos con la predicación de que el Reino de Dios llega como gracia y perdón y no como juicio. La reacción es el odio y la oposición abierta. Queda entonces por clasificar nuestra conducta, ¿en qué grupo nos colocamos?. ¿Jesús es nuestra razón de ser y la esperanza?
El Evangelio de hoy tomado de Lc 14, 1-6 nos relata un nuevo episodio donde Jesús es cuestionado por los Fariseos. Dice el texto que: "Un día sábado, Jesús entro a comer en la casa de uno de los principales Fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Delante de Él había un hombre enfermo de hidropesía. Jesús preguntó a los doctores de la Ley y a los fariseos: “¿Está permitido sanar en sábado o no?” Pero ellos guardaron silencio." Lc 14, 1-3.
Hermanos, con este signo de sanación, Jesús denuncia esa manera equivocada que tenían los Fariseos de entender el precepto sabático y se constituye como El Señor de la vida y del día sábado.
Él sobre la actitud hostil de los Fariseos cura al hombre enfermo quien sabiendo que Jesús tenía un corazón noble y abierto se acerca a Él y lo cura.
Jesús libera al hombre de todo tipo de opresión y lo salva sin importar fecha ni hora.
Aprendamos de Jesús quien nunca se detenía. Él hace frente a todas las actividades y circunstancias porque su amor es grande en Misericordia. Sigámoslo descubriendo y seamos cada día capaces de seguir sus pasos con firmeza y seguridad.
Jesús, Señor, nuestro hermano y amigo. Queremos arriesgar nuestras vidas por amarte siempre, por servir a nuestros hermanos y por liberarlos de todo mal. Arriesgar, si, siguiendo tu Evangelio. No queremos ser conformistas ni dejarnos conducir por criterios egoístas. Queremos jugarnos por la limpieza de nuestras almas, por el amor verdadero, por esa santa belleza del universo creado, que nos confiaste a todos para su cuidado. Y queremos ser caminantes y peregrinos, creadores humildes, criaturas inteligentes.