sábado, noviembre 04, 2023

"El Señor no rechaza a su pueblo"... Salmo 94

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 4 de Noviembre del 2023

Uno de los principales fariseos invitó a Jesús a comer, invitación que este acepto sin pestañear. La casa está llena de convidados, seguramente también muchos poderosos, que buscan estar cerca del mensaje de Jesús, dada la fama que ya le acompañaba. Pero Jesús nota que no es oro todo lo que reluce, que hay quien no entiende y pervierte ese sentido de la fiesta. Como en toda celebración se crea un espacio y un tiempo especial. Un espacio en el que todos nos sentimos invitados, fraternos. Imaginémonos una fiesta con invitados de primera y de segunda. Imaginémonos que alguien comprueba que el orgullo y el interés humano han entrado en esa celebración. Bueno, pues esto es lo que Jesús advierte. Ante los que buscan los primeros puestos, Jesús propone la humildad de sentarse incluso por debajo del puesto que te corresponde. 

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 14, 1. 7-11, Jesús con el deseo de ayudar a los Fariseos a redescubrir la virtud de la humildad y para que dejen de pensar en sí mismo y en sus propios intereses, y más bien puedan pensar en los demás, en especial por los más necesitados.

Jesús había sido invitado a comer un día sábado donde un jefe de los Fariseos y los que estaban allí presentes, lo vigilaban. Él observaba como ellos escogían los puestos de honor y les dijo la siguiente parábola: " Cuando alguien te invite a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú, y cuando llegue el que los invitó a los dos, tenga que decirte: «Déjale el sitio», y así, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el último lugar. Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: «Amigo, acércate más», y así quedarás bien delante de todos los invitados. Porque todo el que se eleva será humillado, y el que se humilla será elevado”. Lc 14, 1. 7-11.

Los banquetes son muy importantes y en ellos muchas personas socializan su vida y quehaceres para obtener un lugar dentro de la sociedad. Hoy Jesús toma de ejemplo este hecho  para indicar cuál debe ser la verdadera actitud del que ha sido invitado al gran banquete del Reino de Dios. Y pone la Humildad por delante de todas las búsquedas donde reine el egoísmo y las vanidades.

El hombre o mujer que ha sido llamado o llamada a participar de ese banquete debe hacerse pequeño e insignificante ante los ojos de los demás, porque lo que más importa es hacerse grande ante los ojos de Dios quien será el verdadero anfitrión del banquete y que designa los puestos de cada uno. 

Hermanos, es este un momento para que tú y yo nos evaluemos y conozcamos como estamos viviendo nuestra Fe. Si estamos entrando al banquete por la puerta estrecha de la humildad.  Sintámonos compasivos ante las necesidades de los demás y llenémonos de Fe y amor para así, cultivar los mejores frutos que nos ayude a entrar al Reino de Dios.  

Señor, te suplicamos humildemente que nos acompañes con tu presencia amorosa para que nuestro corazón se llene de lo único que necesita: fe, amor a mis hermanos y esperanza. Que tengamos la humildad de dejarle a mis hermanos los mejores puestos por amor a ellos y a Dios.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:03 a.m. | Permalink |


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