jueves, noviembre 16, 2023

"Enséñame, Señor, tus leyes"...Salmo 119.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 16 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

El Señor recuerda lo que ya había dicho antes en varias de sus parábolas, el Reino no es algo visible a simple vista, no es un reino humano, no está allí ni está aquí; el Reino, está entre ustedes. Con estas Palabras nos recuerda que el reino tiene orígenes humildes como el granito de mostaza o como el poco de levadura para fermentar la masa. El Reino actúa en la persona, es decir, en el corazón de cada persona que acepta, sigue e imita al Señor. De la misma manera Jesús habla de su “segunda venida” cuando se refiere al Día del Hijo de hombre, no se podrá decir “está aquí o está allí”, porque cuando llegue ese día, simplemente llegará, será como un relámpago que no se puede predecir, por ello su insistencia a estar siempre preparados, ya que, está aquí y algún día se hará presente en plenitud.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 17, 20-25 notamos que los Fariseos andaban desconcertados por lo que hacía y hablaba Jesús sobre  el Reino de Dios. Ellos eran "conocedores y cumplidores  de la Ley de Moisés", pero, para probarlo querían saber por su boca, cuando ocurriría su llegada. 

Ante tal inquietud, Jesús les respondió:  “El Reino de Dios no se manifiesta ostensiblemente y no se podrá decir: «Está aquí» o «Está allí». Porque el Reino de Dios está entre ustedes”. Entonces le dice  a sus discípulos: “Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán. Les dirán: «Está aquí» o «Está allí», pero no corran a buscarlo. Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre cuando llegue su Día. Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación”. Lc 17, 20-25.

Miremos: Jesús es conocedor de las intenciones hipócritas de los Fariseos y con sus Palabras quiere invitar no solo a ellos sino también a sus discípulos a reflexionar sobre la verdad del Reino de Dios y su llegada.

Veamos: Jesús es interrogado por los fariseos sobre cuándo vendrá el Reino de Dios. Y Él responde que el Reino de Dios no vendrá con señales externas visibles para todos, sino que está dentro de cada persona. 

Él quiere enseñarles que el Reino de Dios no es un lugar o una estructura física, sino una realidad espiritual y transformadora que debe vivirse en cada corazón.

El les advierte a sus discípulos que días vendrán en los cuales desearán ver uno de los días del Hijo del Hombre, pero no serán capaces de presenciarlos. Y les señala que su segunda venida será inesperada e impredecible.

Hermanos, Jesús nos anima a que estaremos preparados en todo momento y a vivir de acuerdo con sus enseñanzas, para que cuando llegue ese día, estemos listos para encontrarnos con Él.

Este Evangelio nos exhorta a que reflexionemos sobre dos aspectos fundamentales: En primer lugar, que el reino de Dios está dentro de nosotros y se manifiesta a través de nuestro amor, compasión y obediencia a sus mandamientos. Y en segundo lugar, debemos estar siempre preparados para el encuentro con Jesús, viviendo una vida de acuerdo con su voluntad y anticipando su segunda venida. 

Preguntemos: ¿Cómo estamos cultivando la presencia del Reino de Dios en nuestras vidas y cómo estamos viviendo la expectativa de su regreso? 

Señor, ni el trabajo, ni el estudio, ni las ocupaciones cotidianas, deben ser un obstáculo para estar unidos a Ti. Sólo dejando que gobiernes y ordenes nuestras vidas, podrá venir a nosotros tu Reino. Sabemos que reconociéndote como nuestro Rey y Señor, todo lo que viviremos en nuestros días se convertirá en un medio para alabarte, para glorificarte y amarte.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:07 a.m. | Permalink |


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