viernes, noviembre 17, 2023

"Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón"...Salmo 19.

REFLEXIN AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 17 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

Jesús nos está dando las señales sobre como será el juicio final de los tiempos, que llegará algún día, no sabemos cómo, no sabemos cuándo, pero como todo lo creado, el universo conocido acabará en algún momento, tal vez en otro gran big bang que de paso a una nueva creación. Debemos estar despiertos, alertas, vigilantes. Nos advierte Jesús : Porque existe el peligro de no darnos cuenta de su venida y no estar preparados para su visita. Preguntémonos: ¿soy consciente de lo que vivo, estoy alerta, estoy despierto? ¿Estoy tratando de reconocer la presencia de Dios en las situaciones cotidianas, o estoy distraído y un poco abrumado por las cosas? Si no somos conscientes de su venida hoy, tampoco estaremos preparados cuando venga al final de los tiempos. Por lo tanto,  ¡permanezcamos vigilantes! Esperando que el Señor venga, esperando que el Señor se acerque a nosotros, porque está ahí, pero esperando: Estemos atentos.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 17, 26-37, Jesús les habla a sus discípulos sobre su segunda venida y les previene a que deben cuidarse de las preocupaciones de la vida cotidiana que despistan, apegan y distraen. Y les dice: "“En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempos de Noé. La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, que los hizo morir a todos. Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía. Pero el día en que Lot salió de Sodoma, cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos. Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre”. Lc 17, 26-30.

Este Evangelio de hoy hermanos es una invitación a que nos desprendamos de  todas esas cosas que atenúan o debilitan nuestras fuerzas para buscar el fin último: La vida eterna; Y es que la nueva venida de Jesús será repentina e inesperada y muchos estaremos desprevenidos. 

No podemos olvidar que Jesús es como esa semilla de trigo que calló en tierra y murió para dar la fuente de la vida verdadera y abundante.

Nosotros somos privilegiados por saber de lo que pasará ese día del examen final, por tanto, el vivir con alegría y con entrega nos genera un futuro glorioso. No dejemos para mañana lo que podemos hacer hoy, nos dice el dicho popular.

Señor, danos la gracia de saber vivir de cara a la eternidad. Creemos en Ti, Tu eres nuestra compañía y nuestra fuerza. Creemos que diariamente nos buscas, pidiéndonos que dependa más de Ti y no de las creaturas que nos dan aparente seguridad. Esperamos en Ti como el Único capaz de llenar nuestro deseo de amar y ser amado. Nuestro deseo es de serte fiel y generoso en lo que hoy quieras pedirnos.
 
posted by Laureano García Muentes at 4:24 a.m. | Permalink |


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