domingo, noviembre 19, 2023

"Dichoso el que teme al Señor"...Salmo 128

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 19 de Noviembre del 2023

INTRODUCCION:

Conocemos muy bien la parábola de hoy. Pero no se trata solamente de conocer bien. Se trata de descubrir en cada momento qué nos está queriendo decir Dios en cada momento de la vida. Nos podemos preguntar: ¿Qué talentos he recibido a lo largo de mi vida? ¿Los valoro y agradezco? ¿Qué hago con los talentos que he recibido? ¿Qué ocurre cuando trabajo los talentos recibidos? ¿Qué ocurre cuando los escondo? ¿Qué me dice Dios en este momento de mi vida? ¿Qué le digo? El Señor nos ha confiado muchos talentos, muchas capacidades, muchas posibilidades de crecer y servir. (recuerdalos). Mirate y descubre que Hay talentos muy vistosos: la simpatía, la facilidad de palabra, la fuerza física... como también, otros talentos están más ocultos: la capacidad de amar, de escuchar, de rezar...Dale gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza..

El Evangelio de hoy tomado de Mt 25, 14-30 nos habla de la Parábola de los Talentos y con ella Jesús nos enseña a no cerrarnos en nosotros mismos sino a abrirnos a la solidaridad y la compasión con los más necesitados. 

Jesús dirigiéndose a sus discípulos, les dice: "El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos, pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor. Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. «Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado». «Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor». Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: «Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado». «Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor». Llegó luego el que había recibido un solo talento. «Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento:". Mt 25, 14-20.

Hermanos, todo lo que nosotros tenemos se lo debemos a Dios y estos dones y talentos nos ha dado, para que los administremos en favor de los demás, especialmente por los más necesitados, para así, ayudarles a mejorar sus vidas y llevarlas a que vivan con dignidad.

Si traemos esta parábola de a nuestros días, podremos observar que muchos de nosotros nos da temor de asumir responsabilidades por el hecho de no tener el conocimiento y la preparación suficiente para asumirlas y se esquivan de ella y buscan todos los pretextos posibles demostrando con ello infidelidad a los principios fundamentales que Jesús nos ha enseñado: "Ser Vinos nuevos en Odres nuevos".

Es necesario que aprendamos a ser fieles activos, creativos y dispuestos a arriesgar lo máximo posible. Por tanto, desprendámonos de la pereza, el desinterés y el miedo y vivamos con intensidad la vida que Dios nos ha regalado. 

Gracias Señor, por todos los talentos he recibido a lo largo de nuestra vida. Danos sabiduría para reconocer hasta los talentos más ocultos y aquellos que crecen en nosotros cuando nos acercamos a ti y a los hermanos. Gracias por ayudarnos a poner nuestras  capacidades al servicio del prójimo y del necesitado Te pedimos perdón porque no hemos trabajado todos los talentos, porque muchos han acabado escondidos bajo tierra. Ayúdanos a conocer, valorar, agradecer y trabajar los talentos recibidos. 

 
posted by Laureano García Muentes at 4:21 a.m. | Permalink |


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