Acojamos cada día la Palabra de Cristo.
Escuchemosle
como el verdadero Amigo que comparte con nosotros el camino de la vida.
Con Él
a nuestro lado seremos capaces de afrontar con valentía y esperanza todas las
dificultades, los problemas, también las desilusiones y los fracasos.
No tengamos miedo. El es el amigo fiel.