"¡Que deseables son tus miradas, Señor!"...Salmo 84.

Viernes 9 de Septiembre del 2022

"¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?" Los escribas y fariseos se tenían en esa época por guías religiosos del pueblo. Pero ¿Cómo iban a ser buenos guías si estaban negándose a “ver” la Luz que se les revelaba en Jesús, y rechazaban su mensaje salvador? Si, eran ciegos guiando a otros ciegos. Por eso, en adelante no serán ellos los guías, lo serán los discípulos de Jesús, que viviendo para los demás serán luz para todos. Pero, cuidado: también el discípulo puede volverse “ciego” e incapacitarse para cumplir su misión de guía de los demás, si se cierra a la Luz de la Palabra de Dios.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 6, 39-42, Jesús les pone a sus discípulos esta parábola: "¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? No está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame que te saque la mota del ojo”, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano" Lc 6, 29-42.

Jesús nos plantea un programa muy importante que busca crear en quienes le siguen, una conciencia  responsable para hacer felices a los que están cerca de nosotros, y así, poder acercarnos con criterios distintos y diversos a ellos. 

Tenemos que dejarnos guiar por Jesús para aprender a guiar a otros ha de ser siempre nuestra premisa. 

Miremos: Cuando Él utiliza la imagen del ciego, nos pretende indicar un estado de aprendizaje. (Es el estado de un hombre que no ha sido iluminado a fondo por los criterios de la vida y necesita del apoyo de los demás) y eso tú y yo, tenemos que meditarlo, porque a pesar de estar recorriendo el camino con Jesús, debemos considerarnos aún ciegos y no unos superpoderosos que manejan los criterios religiosos frente a los más débiles y necesitados. 

Por tanto hermanos, hoy Jesús nos está invitando a discernir y sacar esa viga que está en nuestros ojos para poder trabajar en uno mismo y así, de verdad  ayudar en extender nuestras mano a otros y guiarlos por el camino de la conversión. 

Tenemos pues, hoy este gran desafío: Ser misericordiosos y compasivos con los demás para que así podamos aplicar la verdadera corrección fraterna. 

Señor que tu Santo Espíritu derramado en nuestros corazones nos capacite para mirar al otro con tus ojos; tu mirada que penetra en nuestro interior, que a pesar de nuestras debilidades ves siempre tu creación, tu hechura, tu proyecto de amor, transforme nuestro interior y nos prepare para que veamos tu rostro ensangrentado y doliente en el otro; que el amor se haga evidente en hechos, en obras, en palabras; que seamos libres de toda esclavitud.