miércoles, septiembre 07, 2022

"Escucha, hija, mira: inclina el oído"...Salmo 45.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 7 de Septiembre del 2022

Nos encontramos hoy en lo que llaman “el Sermón de la Llanura” y en este, se nos presentan enseñanzas diversas de Jesús. Nos impacta el estilo directo y la apuesta fuerte de la enseñanza. ¿Cómo entender el Evangelio? ¿Dónde está el contraste? ¿Cómo explicar estas antinomias? El Evangelio es una fuerza revolucionaria que trastorna la mentalidad de este mundo presente; las personas que se dejan alcanzar por su influjo se abren a nuevas dimensiones y son capaces de descubrir la riqueza del compartir, de gozar la alegría de la entrega, de experimentar la paz en medio del desconcierto...Todos necesitamos hacernos pobres de ambicionar cosas superfluas; salir de nuestros egoísmos para acercarnos a los otros; reír con los que ríen y llorar con los que lloran.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 6, 20- 26 nos muestra a Jesús conocedor del deseo más fuerte de los hombres que radica en lograr la felicidad y el disfrute lejos de las tristezas y amarguras, toca un tema importante y señala los caminos que han de llevar a los hombres al logro de esa meta que es total y para siempre. Y les dice: "Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. Bienaventurados vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero ¡ay de vosotros, los ricos, porque ya habéis recibido vuestro consuelo! ¡Ay de vosotros, los que estáis saciados, porque tendréis hambre! ¡Ay de los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis! ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que vuestros padres hacían con los falsos profetas" Lc 6, 20-26.

Jesús sabe que somos demasiado débiles frente a las curiosidades que ofrece el mundo y que muy fácil caemos en ellas. Y que es ahí, donde hemos llegado a confundir la felicidad con el bienestar pues nos atrae el deseo del tener, poseer y obtener posiciones donde se nos faciliten las cosas para obtener ganancias y trabajar para conseguir cada vez mas dinero, así, son casi siempre, nuestros proyectos, y por lo tanto, desatendemos todo aquello que de verdad nos conduce a la felicidad plena y verdadera.

Y es que nos hemos venido acostumbrando a rendirle culto a ese dinero y vamos globalizado la indiferencia hacia los demás. Y miren, hoy Jesús nos plantea un plan de vida que nos ayuda a lograr la unidad, la paz y la justicia. Es una guía de acción y que requiere de nosotros su lectura permanente y su aplicación como nuestro plan permanente de vida.

Hermanos, el Evangelio es la fuerza revolucionaria que transforma nuestra mente y quienes logran ese influjo se atreven a abrirse y salir a multiplicar esas riquezas compartiendo y gozando esa alegría.

Jesús, danos la sabiduría para saber reconocer en dónde y cómo se encuentra la verdadera felicidad. Tu, eres nuestra lampara encendida que nos muestras ese camino.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:32 a.m. | Permalink |


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