lunes, septiembre 05, 2022

"Señor, guiarme con tu justicia"...Salmo 5

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 5 de Septiembre del 2022

Una de las actitudes que Jesús rechaza con más fuerza es la hipocresía. Es la actitud de la gente que quiere aparentar que son buenos, inteligentes o rectos, para luego comportarse al contrario de lo que profesan ser. Esta es la actitud de los escribas en este Evangelio. Jesús llama al hombre enfermo para hacer una obra buena en él. Los escribas quieren acusarle por curar en sábado, que estaba prohibido por la Ley de Moisés.

Jesús les pregunta si es lícito o no hacer el bien en sábado. Era obvia la respuesta, pero por querer acusar a Jesús, callan. Como si no supieran qué responder. Pero sí lo sabían, y aún así, callaron para no tragarse sus propias palabras de prohibición de la Ley. Para seguir aparentando que lo sabían todo, que aplicaban la ley al pie de la letra, que eran justos y no pecaban en su comportamiento. Pero sí pecaban en su corazón, lleno de soberbia e hipocresía.
Eso era lo que más disgustaba a Jesús.

Hoy se celebra la Iglesia y de manera muy especial la Sociedad del Divino Salvador (Familia Salvatoriana), la fiesta de la Beata María de los Apóstoles, cuyos nombres y apellidos de bautismo es María Teresa Francisca Josefa Elizabeth Constanza von Wullenweber Le Fort. Fue la “Primera Salvatoriana” en la historia de la Sociedad del Divino Salvador. Se hizo miembro de ella el 5 de septiembre de 1882 en el I grado y fue Beatificada el domingo 13 de octubre de 1.968 en la Basílica Vaticana.

Dice el texto del Evangelio de hoy tomado de Lc 6, 6-11 que: Un día sábado, Jesús entró en la Sinagoga a enseñar y allí había un hombre que tenía la mano derecha paralizada; y Él leyendo el pensamiento de sus contradictores le dijo al hombre de la mano paralizada: "Levántate y ponte de pie en el medio" y  el se puso de pie. Después se dirigió a los Letrados y Fariseos y les preguntó: "¿Qué está permitido en sábado: ¿Hacer el bien o el

mal?, ¿Salvar una vida o destruirla?". Después dirigiendo la mirada a todos,  dijo al hombre: "Extiende la mano". Lo hizo y la mano quedó sana.

Jesús rechaza la falsa interpretación de la ley que hacen los Escribas y Fariseos y los reprende porque se habían olvidado de la justicia y la vida, alejándose así de lo que Dios deseaba de todos.

Jesús no encuentra otra palabra apropiada para señalarlos y les dice: Hipócritas por estar aparentando ser buenos y rectos cumplidores  de las normas y leyes.

Jesús parece darles una bofetada a su falta de amor y solidaridad para con el pueblo y hace el milagro en presencia de todos para darles una enseñanza; y pedirles Amar a Dios con todo el corazón y al prójimo como a nosotros mismos.

Hermanos, hoy este Evangelio nos deja una gran enseñanza y es no dejar que las cosas del mundo nos esclavicen, sino usarlas para nuestra realización personal con libertad y saber prescindir de ellas cuando sea oportuno y necesario. 

Hoy tu mirada se posa en nuestra humanidad e imperfecciones, no para juzgarnos, sino para restaurarnos, restablecernos, perdonarnos; esa mirada que lo conoce todo, lo escudriña todo; esa mirada que nos envuelve y llena nuestra vida de motivos para continuar avanzando, pero no de cualquier manera, sino con nuestras manos extendidas hacia a Ti, para que tomadas de las tuyas caminemos por la senda correcta.

 
posted by Laureano García Muentes at 8:58 a.m. | Permalink |


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