"La Misericordia del Señor llena la tierra "...Salmo 33.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Viernes 26 de Agosto del 2022
La
Buena Nueva o el regalo del Evangelio, no es con objeto para vivir atolondrados,
sino para celebrar con gozo el banquete del Reino, al que Dios mismo nos invita. Aquí
está, pues, la invitación perenne a vivir plenamente esta situación de gracia
que se nos ofrece. Hoy, en medio de “tanta oferta” distinta y, por
cierto, bastante “relajantes”, se nos esta invitando a estar despierto y a
participar con gozo y alegría de la novedad de Jesús, del Reino y de su
banquete. ¡No nos despistemos.
El Evangelio de hoy tomado de Mt 25, 1-13, nos presenta la Parábola de las vírgenes necias y las prudentes y Jesús, en ella, se vale del marco de una fiesta de bodas para hablarnos de algo muy importante: La espera y la esperanza.
Como lo leemos en el texto del Evangelio: Jesús les dice a sus discípulos: "El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes. Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”. Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”. Pero las prudentes contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”. Mt 25, 1-9.
En la parábola, los protagonistas no son el novio ni la novia, son las doncellas que acompañan la boda. Unas (5) eran descuidadas y otras (5) prudentes. Y según era costumbre en esa época, las ceremonia de bodas se realizaba con lámparas y alegres cantos hasta llegar al sitio donde se realizaba el banquete.
En el relato se dice que el novio tardó en llegar y las doncellas quedaron dormidas y al llegar éste, todas se levantaron, pero, las necias o descuidadas no tomaron precauciones con sus aceites y estaban próximos a terminar.
Hoy hermanos, Jesús nos pide con este Evangelio a estar siempre Despiertos y en Vigilancia porque no sabemos el día ni la hora de la llegada del final, porque su llegada va a ser inesperada.
Estamos invitados a revivir nuestra relación con Dios, pidiéndole que nos ayude a centrarnos en su persona y no gastando el tiempo en las cosas superfluas que nos desvían y distraen. Es importante que hagamos arder nuestra Fe rumiando la Palabra diaria y haciendo constante oración. Sigamos adelante despiertos y con las lámparas siempre encendidas.