domingo, agosto 21, 2022

"¡Vayan por todo el mundo; proclamen la Buena Nueva!"...Salmo 117. 

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 21 de Agosto del 2022

Jesús nos dice hoy que el camino de la salvación, o de la felicidad, o de la vida que merezca la pena tiene que ver con el esfuerzo, el sacrificio y las dificultades. No nos aclara si serán pocos, aunque en otro lugar afirma que «son muchos los invitados, pero pocos los elegidos» (Mt 22, 14). Pero vemos que El nos invita a mirarnos a nosotros mismos y a preguntarnos: ¿Cómo está de fresca, de viva, de activa nuestra fe, nuestra experiencia de Dios? Es verdad que el camino de la oración, del estudio de las Escrituras, el camino de la justicia, del perdón, de la acogida al que no es de los nuestros... tiene muchas dificultades. Pero justamente esa es la puerta estrecha  por la que tenemos que atravesar. O dicho con otras palabras de Jesús: «Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos» (Jn 10, 10). 

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 13, 22-30, podemos apreciar que cuando Jesús iba de camino a Jerusalén un hombre que había quedado sorprendido de la elocuencia con que hablaba y la profundidad de sus Palabras, le preguntó: "Señor, ¿son pocos los que se salvan?" y les dijo: luchar por entrar por la puerta estrecha Porque os digo que muchos intentarán entrar y no podrán Luc. 13, 22-24.

Jesús no le respondió directamente a su pregunta, pues a Él no le interesaban cuantos hombres se salvarían; sino que estos, realizasen un compromiso serio con su vida para que lograran alcanzar el Reino de Dios, así también, tuvieran el deseo de impulsar por todas partes, con todas las fuerzas, esa nueva forma de vivir por su causa.

Como lo vemos hermanos, la salvación no es un lujo o un privilegio para quienes son llamados y elegidos, pues para alcanzarla se requiere de esfuerzo, sacrificios y lucha constante por ser hombres nuevos y misericordiosos como lo es el Padre Dios con nosotros.

Hoy Jesús nos pide a ti y mi, "Entrar por la puerta estrecha" aprendiendo cada día más de Él, tomar en las manos nuestras cruces y confiar plenamente en Él. 

Jesús, ponemos en tus manos nuestro pecado, nuestra debilidad. Aquí nos tienes. Queremos seguir luchando. Pondremos todo lo que esté de nuestra parte para entrar por la puerta angosta. No nos conformaremos con vivir en la mediocridad. Creemos que podemos cambiar, pero no lo podemos solos. Danos tu gracia y tu luz para que sepamos dónde caminar. Nuestra esperanza es llegar al cielo, y si para ello tenemos que luchar mucho venga todo sobre nosotros. Todo nos parece poco con tal de llegar a esa meta. 

 
posted by Laureano García Muentes at 5:31 a.m. | Permalink |


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