lunes, septiembre 05, 2022

"Señor, tu has sido nuestro refugio de generación en generación"...Salmo 90.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 4 de Septiembre del 2022

Jesús ha dado el ejemplo y aún siendo igual a Dios, se humilló a sí mismo, y se ha hecho siervo por nosotros. Este estilo nos salvará, nos dará alegría y nos hará fecundos, porque este camino de renegarse a sí mismo es para dar vida, es contra el camino del egoísmo, de estar apegado a todos los bienes solo para mí... Este camino está abierto a los otros, porque ese camino que ha hecho Jesús, de anulamiento, ese camino ha sido para dar vida. (Cf. S.S. Francisco, 6 de marzo de 2014, homilía en Santa Marta).

Dice el texto del Evangelio de hoy tomado de Lc 14, 25-33, que junto con Él iba un gran gentío y al notarlo, se dio la vuelta y les dijo: "Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío" Lc 14, 25-33.

Al contemplar esta Palabra y adentramos en ella pensando en Jesús y sus cualidades, podemos concluir que la intención al  llamarnos es para hacernos partícipes a todos nosotros de su gran amor. Es por ello, que cuando Él nos dice algo, tenemos que buscar el verdadero sentido de sus palabras y comprender por qué Él hoy nos manda a que debemos preferir el amor a Dios por encima al amor a nuestros seres queridos, padres, esposa (o) e hijos (as).

Él nos pide que: "El que quiera seguirme, que se niegue a si mismo, cargue con la cruz de cada día y venga conmigo". Es decir, pasar de la sequedad y la aridez a la fecundidad.

La clave perfecta en el seguimiento a Jesús es: Tener un amor concreto donde la entrega se hace ofrenda como Jesús lo hizo y se entregó a una muerte en una cruz por amor a la humanidad.

Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a ser verdaderos discípulos misioneros amándole sin condiciones. 

Jesús, gracias por este momento de oración. Aumenta mi fe para poder seguir el camino que me propones. Quiero ser tu discípulo, abrazar, por amor a Ti, los problemas y el sufrimiento que pueda encontrar el día de hoy, sabiendo que Tú estás conmigo y que todo tiene valor y recompensa, si es hecho por amor a Dios y a los demás.

 
posted by Laureano García Muentes at 8:02 a.m. | Permalink |


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