martes, septiembre 06, 2022

"El Señor ama a su pueblo"...Salmo 149

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 6 de Septiembre del 2022

En el evangelio de hoy, Jesús llama a los discípulos y los llama por su nombre, como nos ha llamado a cada uno de nosotros, luego Jesús baja a la llanura y la muchedumbre que lo sigue y busca entre ellos, a los que quieren encontrar en El, la salvación, la curación del alma y el espíritu…Y miren, este Evangelio termina con unas palabras que para nosotros tiene que ser motivo de esperanza. Toda la gente quiere tocarlo porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos. ¡ESA ES UNA CERTEZA DE FÉ, SABEMOS QUE PARA EL SEÑOR NADA ES IMPOSIBLE, TODO LO QUE ES IMPOSIBLE PARA NOSOTROS NO LO ES PARA EL SEÑOR, ÉL TIENE UNA FUERZA SANADORA Y TRANSFORMADORA QUE NOS LIBERA Y NOS DEVUELVE LA ALEGRÍA, NOS LLENA DE PAZ Y AMOR!

El Evangelio de hoy tomado de Lc 6, 12-19 nos muestra como Jesús después de tener un íntimo encuentro con Dios en una montaña durante una noche. Al hacerse de día elige a doce hombres de ese gran grupo de seguidores que lo acompañaban y los llamó apóstoles. 

Después de la elección bajó de la montaña con los doce elegidos y encontró un gran número de personas del pueblo venidos de Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón para escucharle y sanarle de sus enfermedades. Los atormentados por los espíritus inmundos quedaban sanos, y toda la gente intentaba tocarlo,  porque de Él salía una fuerza que sanaba a todos. Lc 6, 12-19.

Jesús quería que esos doce lo acompañaran a todas partes y les brindaría una formación para luego enviarlos a predicar la doctrina del amor. Él también, les confió el poder de expulsar demonios.

Hermanos,  Dios nos llama por nuestros nombres y conoce lo que somos y hacemos. Su amor nos da fuerza y firmeza brindándonos dinamismo para que podamos cumplir con su misión. Lo más importante de todo es que nos hemos de sentir amados por Él.

Dediquémosle a Dios muchos espacios para vivir un contacto íntimo con Él con la certeza que, con su fuerza nos impulsará a tomar nuestras mejores decisiones. 

Señor, atiende nuestro grito suplicante, nuestras manos levantadas, nuestras rodillas dobladas; atiende a tus hijos amados que claman ante sus dolencias, sus dudas y temores; ante sus necesidades. Hoy nuestra familia, descendencia y todo el que se une a esta oración necesitan la guía de tu Santo Espíritu en sus decisiones, en su día a día, en sus contradicciones. ¡ Ayúdanos Señor!
 
posted by Laureano García Muentes at 9:05 a.m. | Permalink |


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