martes, septiembre 27, 2022

"Llegue hasta ti mi súplica, Señor"...Salmo 88

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 27 de Septiembre del 2022

Es el contexto en el que se narra el texto de hoy. Nos impacta la resolución que tanto Santiago como Juan le presentan a Jesús: bajar fuego del cielo para acabar con quienes no les acogen, destruir a quienes piensan diferente, a quienes optan por no recibirles. Y una vez más, vemos cómo Jesús les regaña y sigue el camino hacia Jerusalén y buscan posada en otra aldea. Son múltiples preguntas que nos pueden abordar. Desde la acogida que tenemos frente a las enseñanzas y vida del maestro, hasta cuál es mi actitud frente a la ausencia de acogida y del rechazo que puedo experimentar al vivir el discipulado.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 9, 51-56, nos relata el episodio que sucedió en el camino hacia Jerusalén cuando Jesús con sus discípulos habían iniciado  la misión que le fue dada por Dios.

Dice el texto del Evangelio que "cuando se estaba cumpliendo el tiempo de ser elevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino, entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: "Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?". Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea". Lc 9, 51-56.

Sabemos, que entre los judíos y los Samaritano existía una vieja revalidad y ante esa dificultad, renació en ellos el deseo de venganza. Pero Jesús ante la actitud de Juan y Santiago de darle un castigo bien merecido a ese pueblo, les brinda una gran enseñanza diciéndoles: No hacer ninguna venganza ni ira pues esta debe ser confortada a través del Espíritu Santo, pues su venida no estaba condicionada al juzgamiento del mundo sino a que muchos hombres y mujeres se salven por Él

Así Él quiere resaltar que el camino que seguimos como sus discípulos no está exento a las dificultades y para darnos ánimo desea que entremos en una lógica diferente a la que hemos venido acostumbrados: valorar lo que significa ser misericordiosos pues para ello, es necesario despojarse de los viejos conceptos y vicios a los que venimos acostumbrados y que nos hacen ver como egoístas y vengativos. 

Hermanos, Hemos decidido seguir los pasos de Jesús y nuestra vida debe estar direccionada por el Evangelio donde se nos enseña a amar y servir a nuestros hermanos como Dios nos ama a todos. 

Padre bueno, que fácilmente juzgamos a los demás en vez de estar más alerta sobre nuestro propio comportamiento, por eso nosotros hoy si queremos recibirte en nuestro corazón, sabemos que tu presencia en nuestras vidas logrará cambiar las actitudes negativas que nos alejan de la santidad.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:57 a.m. | Permalink |


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