martes, septiembre 20, 2022

"Guíame, Señor, por la senda de tus mandatos"...Salmo 119.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 20 de Septiembre del 2022

Jesucristo insistió a sus discípulos en el tema de la fraternidad universal. Por este motivo, cualquier persona que sufre debe constituir un reclamo para ti y para mí. No podemos quedar indiferentes, porque ¡se trata de nuestro hermano! ¿Cómo puedo abandonarle?

Este es el fundamento de la caridad cristiana. Todos los actos en favor de los demás, por ejemplo dar limosna a los pobres, no son un gesto filantrópico, sino que deben ser la respuesta a la necesidad de alguien que es como yo y es también, hijo de Dios.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 8, 19-21, Jesús usa una forma pedagogía para invitar a la gente para que le conozcan más a fondo y formen parte de la familia del Reino de Dios. 

El relato del Evangelio de hoy nos presenta una situación muy particular. En ella, aparece María su Madre junto a los discípulos, los parientes y amigos de Jesús,  quienes van al lugar donde Él se encontraba enseñando, pero por la cantidad de gente que había en el lugar, no pudieron acercarse a Él. Entonces uno de entre la gente, le avisó: "Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren verte". Él les replicó: "Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen" Lc 8, 19-21.

Jesús quiso ir más allá de los afectos; y utiliza el término de hermano y de madre para expresar a todos los que le escuchaban que forman parte de una fraternidad universal. El quiere que todos nos sintamos miembros activos de esta nueva familia y quiere aprovechar este Evangelio para afirmarnos que esta, se  engendra a través de la Palabra, sin necesidad de excluir de ella,  a la de los vínculos de sangre.

Hermanos, hoy Jesús nos hace ver en este mensaje, que no basta con escuchar la Palabra de Dios, sino que tenemos que tener un mayor compromiso con ella haciéndola visible en todo tiempo y lugar donde nos encontraremos. 

Señor, haznos verdaderos apóstoles que logremos encender en muchos corazones el fuego de tu amor. Para así, dedicar mas nuestro tiempo para Ti. Señor, esa es la forma en que podemos dar a nuestras vidas un sentido real y trascendente. 
 
posted by Laureano García Muentes at 5:32 a.m. | Permalink |


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