jueves, septiembre 22, 2022

"Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación" Salmo 90.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 22 de Septiembre del 2022

En nuestra andadura cristiana es preciso tener claro lo que Jesús enseña y las obras que realiza. Porque en una y otras se está revelando quién es. Si lo que dice no se acepta fácilmente, no se cree, él mismo dirá: al menos creed las obras. La simple curiosidad, en la que la vida no queda comprometida, sirve para muy poco. Comparemos estas dos figuras: el tetrarca Herodes y Zaqueo. Los dos están situados, tienen su mundo. Pareciera que a los dos les mueve la curiosidad. Zaqueo solo quería ver cómo era Jesús y él comparte sentado a la mesa, y con sólo ese gesto, la curiosidad se trueca en justicia y compromiso. Herodes, por el contrario, “tenía ganas de verlo”, por lo que oía decir. Oye hablar de él y lo que la gente dice: Juan ha resucitado de entre los muertos; otros que había aparecido Elías; otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Siempre se mueven sobre imágenes conocidas, incapaces de reconocer la novedad que se les está presentando.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 9, 7-9, nos presenta cual fue la reacción de Herodes Antipas ante la fama que había comenzado a tener Jesús en toda la región y no sabía dónde situarlo. 

Como nos lo dice el texto del Evangelio: "Herodes se enteró de todo los sucedido y estaba desconcertado; porque unos decían que era Juan resucitado de entre los muertos, otros que era Elías aparecido, otros que había surgido un profeta de los antiguos. Herodes comentaba: "A Juan yo lo hice decapitar. ¿Quién será éste de quien oigo tales cosas?". Y deseaba verlo. Lc 9, 7-9.

Herodes Antipas es el mismo que había mandado a matar a Juan Bautista por haber denunciado abiertamente su adulterio con Herodías mujer de Filipo hijo de Herodes el grande. Él tenía la obsesión de que Juan había resucitado de entre los muertos y que había venido con poderes milagrosos. Llevaba consigo el remordimiento de conciencia por haber cometido una falta grande y ello, no lo dejaba tranquilo. Por eso quería ver a Jesús para controlarlo, limitarlo, perseguirlo y mandarlo a matar por constituirse en un riesgo para su reinado. 

Hermanos: Hoy existen muchos que vienen actuando como Herodes y se sienten "poderosos" y desean que la vida sea un producto del mercado, donde se negocia, se compra y se vende. La quieren dominar a través de las publicidades, las drogas, el sexo, el alcohol; para tener así lugar a dominarla e incrementar la pobreza, la opresión y la marginación entre la gente.

Quienes seguimos las huellas del Salvador, estamos comprometidos en hacer revivir una Iglesia que va en contra de esos sistemas y hacerlo denunciando esos pecados y anunciando la salvación y la vida nueva. ¿Nos medimos  a ese gran compromiso?

Señor, Lo mismo que la historia se cuenta ahora a partir de tu nacimiento, queremos también que nuestras vidas se cuenten a partir de este encuentro contigo. Ayúdanos a llevar esta Buena Noticia a los hombres, a cambiar la historia como Tú lo hiciste. Te buscamos, ven a encontrarte con nosotros y colma nuestros anhelos.

 
posted by Laureano García Muentes at 7:12 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>