viernes, septiembre 30, 2022

"Guíame, Señor, por el camino eterno "...Salmo 139.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 30 de Septiembre del 2022

El evangelio de hoy acentúa y amplía tanto el envío como las amenazas a los que no aceptan recibir la Buena Noticia. El mismo Jesús nos invita a asociarnos a su misión. Pone en nosotros una inmensa confianza: El que los escucha a ustedes, me escucha a mí. Lo hizo con los Doce, luego con otros setenta y dos discípulos, y lo hace ahora con nosotros mismos y con todos sus seguidores de todos los tiempos.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 10, 13-16, Jesús reprocha la actitud de  los habitantes de algunas ciudades que estaban lejos de la conversión y no pensaban cambiar.

Como lo dice el texto del Evangelio, Jesús se lamenta  de esa ciudades donde realizó un sinnúmero de milagros y predicciones, y les dice: "¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidas de sayal y sentadas en la ceniza. Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno. Quien a vosotros os escucha a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado." Lc 10, 13-16.

Los discípulos habían llegado decepcionados del resultado de esa larga jornada de evangelización a las que Jesús les pidió ir de dos en dos a prepararle el camino.

Esas ciudades donde fueron no respondieron como se esperaba pues persistían en su infidelidad y maldad sin hacerles caso alguno para recibir el Reino de Dios. 

Hermanos, este Evangelio es un aviso muy importante para nosotros hoy como también, para aquellos que cierran sus oídos y su mente  para escuchar la Palabra de Dios. Además, porque se cierran en sus hipocresía.

El llamado de Jesús no es tanto para los discípulos que le seguían sino también para nosotros. Hoy Jesús nos invita a ti y a mi a asociarnos a su Misión y desea poner en nuestras manos toda confianza, por eso nos dice: "El que los escucha a ustedes, me escucha a mi" pero nos recalca que el cumplimiento de la misión acarrea dificultades, pero bajo su guía y amparo todo se hará más llevadero.

Señor, No somos dignos de ser tus discípulos misioneros, por eso te pedimos que nos ayudes a crecer en la sinceridad y en la honestidad, para que sepamos aprovechar los medios espirituales que nos ofreces.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:48 a.m. | Permalink |


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