"Habitaré en la casa del Señor por años sin términos"...Salmo 23.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Miércoles 4 de Diciembre del 2024
El Evangelio de hoy tomado de Mt 15, 29-37 nos narra La segunda multiplicación de los panes. En este hecho, Jesús se muestra compasivo ante la desgracia y el sufrimiento de todas la multitud que le seguía porque tenía tres días de estar con Él y no tenían que comer y no quería despacharlos sin que antes comieran.
Dice el texto del Evangelio que: "Jesús llegó a orillas del mar de Galilea y, subiendo a la montaña, se sentó. Una gran multitud acudió a Él, llevando paralíticos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a sus pies y Él los sanó. La multitud se admiraba al ver que los mudos hablaban, los inválidos quedaban sanos, los paralíticos caminaban y los ciegos recobraban la vista. Y todos glorificaban al Dios de Israel. Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque podrían desfallecer en el camino”. Los discípulos le dijeron: “¿Y dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado bastante cantidad de pan para saciar a tanta gente?” Jesús les dijo: “¿Cuántos panes tienen?” Ellos respondieron: "Siete y unos pocos pescados”. Él ordenó a la multitud que se sentara en el suelo; después, tomó los panes y los pescados, dio gracias, los partió y los daba a los discípulos, y ellos los distribuían entre la multitud. Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que sobraron llenaron siete canastas". Mt 15, 29-37.
Miremos algo muy importante: Los discípulos le ofrecieron a Jesús todo lo que ellos tenían fruto de su trabajo y de sus esfuerzos: Siete panes y unos cuantos peces y Él, hizo lo demás.
Como lo leemos en el texto del Evangelio, todos comieron hasta saciarse y hasta sobraron panes y peces que llenaron siete canastos con los restos.
Hermanos, este Evangelio nos muestra una gran enseñanza: Los seguidores de Jesús, no pueden ser indiferentes a las necesidades de los demás. Siempre debemos estar dispuestos a atender y acudir en la ayuda de los más necesitados con generosidad. Todo lo que podamos hacer sea por amor a Dios quien es bueno ante las necesidades de sus hijos.
Pregúntate: ¿Soy yo, como seguidor de Jesús compasivo ante los problemas de los demás o espero que las soluciones vengan de otros?