"Hoy nos ha nacido un Salvador: El Mesías, el Señor "...Salmo 95
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Martes 24 de Diciembre del 2024
"El Espíritu del Señor está sobre mí, porque Él me ha ungido. Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; para dar la libertad a los oprimidos; para anunciar un año de gracia del Señor".
El Evangelio de hoy tomado de Lc 1,1-14 nos narra El Nacimiento de Jesús, el Mesías, el Hijo de Dios quien ha llegado al mundo para liberar a los hombres de todas las opresiones y hacerlos capaces de dejarse transformar a la condición de hijos de Dios.
Este acontecimiento así nos lo narra el texto del Evangelio: "En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue. En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. Dé pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les dijo: “No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre”. Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:“¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres de buena voluntad!”. Lc 2, 1-14.
Este Evangelio nos invita a reflexionar sobre la humildad como también a reconocer que lo extraordinario puede surgir algo ordinario, mostrándonos que en la fragilidad humana se puede encontrar la verdadera grandeza.
Miremos algo muy importante: La Humildad de Dios. Él Omnipotente y Eterno se hace humano, vulnerable y dependiente. El Rey del universo nace en un establo, rodeado de animales y sin lujos. Él no se presenta con poder y gloria, sino con debilidad y vulnerabilidad. Dios se hace pequeño para que nosotros podamos acercarnos a Él. Su humildad es un ejemplo para nosotros.
Dios encarnado nos muestra que la debilidad puede ser una forma de fortaleza. ¿Cómo puedo encontrar fortaleza en mis debilidades? ¿Qué significa para mí la humildad de Dios? ¿Cómo puedo aplicar su humildad en mi vida diaria?
Que Jesús naciente nos bendiga y nos guíe en nuestro camino espiritual. Les deseo una Feliz Navidad llena de paz y amor. !Muchas bendiciones!