"Hoy nos ha nacido un Salvador: El Mesías, el Señor" Salmo 96.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Miércoles 25 de Diciembre del 2024
El Evangelio de hoy tomado de nos recuerda como fue el pasaje de la creación que el Génesis nos describe y que fue hecha por la Palabra creadora de Dios.
Así nos lo narra el texto del Evangelio: "En el principio ya existía Aquél que es la Palabra, y Aquél que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. Todas las cosas vinieron a la existencia por él y sin él nada empezó de cuanto existe. El era la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la recibieron. Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. El no era la luz, sino testigo de la luz. Aquél que es la Palabra era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En él mundo estaba; el mundo había sido hecho por el y, sin embargo, el mundo no lo conoció. Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron; pero a todos los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre, los cuales no nacieron de la sangre, ni del deseo de la carne, sino que nacieron de Dios. Y Aquél que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Hemos visto su gloria, gloria que le corresponde como a Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan el Bautista dio testimonio de él, clamando: «A éste me refería cuando dije: “El que viene después de mí, tiene precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo". Jn 1,1-15.
Con la llegada de Jesús a la tierra se confirma su intervención Divina en el mundo que trae esperanza y redención e incluso en medio del caos y la confusión que hoy vivimos.
La afirmación de que "el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros" nos reafirma nuestra Fe. Dios se vuelve humano y la encarnación no solo significa que Dios se acerca a la humanidad, sino que también experimenta la vida humana en su totalidad, lo que le permite identificarse con nuestras luchas y sufrimientos.
Hermanos: Este Evangelio de hoy nos desafía a vivir en la luz y ya transformados por la gracia de Dios que hemos recibido podremos revelar al mundo que Jesús es el Verdadero Hijo de Dios y el Camino que nos conduce a Él.
Señor, Tu eres la Luz que se ha encarnado, Luz que se ha rebajado. Luz que se ha transformado en Niño. Luz que, en la oscuridad, es resplandor de Dios. ¡Sí! ¡El cielo ha abierto sus puertas!. Dios, no ha querido quedarse encerrado en el cielo ha querido hacerse Niño para estar entre nosotros para llorar, cuando lloremos o sonreír, cuando estemos alegres para animarnos, cuando estemos por los suelos.