jueves, septiembre 12, 2024

"Guíame, Señor, por el camino eterno"...Salmo 139

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 12 de Septiembre del 2024

El Evangelio de hoy tomado de Lc 6, 27-38 es la continuación del Evangelio de ayer en donde Jesús les propone tanto a sus discípulos y a toda la gente, lo que denominamos: El Sermón de la Montaña.

Como lo leemos en el texto, Jesús se dirige hoy a la multitud que lo escuchaba y les dice: "Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿Qué mérito tenéis? ". Lc 6, 27-33.

Jesús invita a todos los que escuchamos sus Palabras a sacar lo mejor de nosotros mismos y ponernos en disposición de salida para llevar a todos los lugares del mundo, el amor y la misericordia que brinda Dios.

Él, nos invita a que nos amemos a nosotros mismos y a los demás, no a medias sino de corazón y con entrega. 

Esta es la novedad del Evangelio de hoy. Jesús nos muestra que no hay mérito en amar a quien nos ama, porque eso también lo hacen los pecadores. Los cristianos, sin embargo, estamos llamados a amar a nuestros enemigos. Hacer el bien y prestar sin esperar nada a cambio, sin intereses y la recompensa será grande. 

Hermanos, en este discurso Jesús nos invita a cambiar de raíz todos los esquemas que hemos venido construyendo durante nuestro tiempo de vida y a que nos abramos completamente a su Divina Voluntad. 

También nos pide a que amemos a Dios y tengamos compasión y misericordia con aquellos que la sociedad ha marginando.

Jesús también espera de nosotros que perdonemos a quienes nos ofenden u ofendemos pero, sin ninguna clase de venganza y busquemos compensar los sufrimientos con comprensión, lucidez, amor y compasión.

Señor, ayúdanos a amar a los enemigos, a hacer el bien a los que nos odian, como tú nos amas a nosotros, cuando no lo merecemos. Señor, enséñanos a bendecir a los que nos maldicen y a orar por los que nos injurian, como tú nos bendices y acompañas cuando nos alejamos de ti. Que la generosidad con la que tú nos tratas transforme nuestro egoísmo para tratar a los demás, no como merecen, sino como necesitan; no como ellos nos tratan, sino como tú nos tratas.

 
posted by Laureano García Muentes at 8:00 a.m. | Permalink |


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