jueves, septiembre 05, 2024

"Del Señor es la tierra y cuanto la llena"...Salmo 24.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 5 de Septiembre del 2024

Hoy la Iglesia celebra la Fiesta de la Beata María de los Apóstoles y la Familia Salvatoriana (Religiosos, Religiosas y Laicos) le ofrece gratitud al Señor por su vida y obra. Ella, fue la primera Salvatoriana que inició la rama femenina de la Sociedad fundada por el Beato Francisco María de la Cruz Jordán. Fue una mujer de la nobleza del norte de Alemania que vivió la búsqueda de su vocación hasta encontrarla plenamente en el carisma y la espiritualidad que el Beato Francisco Jordán legó a hombres y mujeres que se vieron cautivados por su espiritualidad y misión.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 5, 1-11 nos presenta el episodio sorprendente e inesperado sucedido en el mar de Genesaret  o también llamado el mar de Galilea: La Pesca Milagrosa.

Este hecho así lo narra el texto del Evangelio: "Una multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: "Navega mar adentro, y echen las redes”. Simón le respondió: “Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes”. Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse".  Lc 5, 1-6.

La gente seguía a Jesús porque estaban ansiosas de escucharle sus Palabras y también porque tenían hambre y sed de justicia. 

Era tanta la gente que llegaban a donde Él estaba que lo rodeaban y no lo dejaban moverse libremente. Y es que las Palabras que decía Jesús seducían, encantaban y cautivaba.

Hermanos, a mi parecer nosotros estamos perdiendo cada vez más la capacidad de transmitir la fe porque nos está faltando esfuerzo e iniciativa para leer con insistencia la Palabra, formarnos y acrecentar con fuerza la fe. Lo importante en estos momentos no son las doctrinas sino la vida y la persona de Jesús, para así, entrar en un contacto permanente con Él y despertar de ese adormecimiento con ardor y voluntad a fin de transmitir por todos los lugares, su luz.

Miren: Aunque el Evangelio de hoy nos narra una historia que parece  novelada, el trasfondo de todo esto es comprender que cuando ponemos nuestra confianza en el Señor, Él no nos defrauda nunca. Por lo tanto, no debemos esperar únicamente que nos consiga bienes materiales, como fue la abundancia de peces, hay que confiar que Dios, encarnado en Jesús de Nazaret, nos acompañará siempre y nos facilitará el camino que nos impone su seguimiento. No debemos esperar hechos extraordinarios siempre, debemos encontrar la presencia de Dios en las cosas pequeñas e insignificantes, esforcémonos en buscar esa presencia de Dios abriendo nuestros corazones y nuestra mente a su Palabra para comprender que cuando ponemos nuestra confianza en el Señor, Él no nos defrauda nunca.

Dios y Señor nuestro, te alabamos y bendecimos en este maravilloso día que nos regalas para ser tus discípulos, para caminar junto a ti, sin miedos y temores, con la seguridad que vas con nosotros en la opción de seguirte, en la responsabilidad de llevar tu mensaje de amor, en la alegría de despojarnos de nuestros propios sueños para asumir tu misión: la Salvación.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:07 a.m. | Permalink |


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