"Cuenten las maravillas del Señor a todas las naciones"...Salmo 96
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Lunes 26 de Agosto del 2024
En el Evangelio de hoy tomado de Mt 23, 13-22, Jesús critica abiertamente la superficialidad de los líderes religiosos. Su hipocresía y falta de veracidad los hace responsables de obstaculizar a la gente el camino a la salvación. Y les dice: "¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran. ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para conseguir un prosélito, y cuando lo han conseguido lo hacen dos veces más digno del infierno que ustedes! ¡Ay de ustedes, guías ciegos, que dicen: “Si se jura por el santuario, el juramento no vale; pero si se jura por el oro del santuario, entonces sí que vale”! ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante: el oro o el santuario que hace sagrado el oro? Ustedes dicen también: “Si se jura por el altar, el juramento no vale, pero vale si se jura por la ofrenda que está sobre el altar”. ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar que hace sagrada esa ofrenda? ". Mt 23, 13-18.
En sus prédicas Jesús insistía a la gente que buscaran un camino religioso coherente donde se destacara la Fe y el Amor.
El llamado que le hace a los líderes religiosos es una enseñanza para que de ella aprendan a discernir sobre lo que es verdaderamente esencial y necesario.
La crítica de Jesús se dirige a la superficialidad de los escribas y fariseos. Se preocupan más por las apariencias externas y las reglas que por la verdadera esencia de la fe. Jesús señala su obsesión con los detalles menores, mientras ignoran lo que realmente importa. Este es un llamado a centrarnos en lo que realmente es central en nuestra vida de fe y no perder el tiempo en cosas superfluas y banales, muchas veces puestas como importantes para maquillar una pobre vivencia de Dios y el miedo a tener un auténtico encuentro con los demás.
Él, los considera hipócritas por fingir cualidades, ideas y sentimientos contrarios a los que aparentaban tener por ser oficialmente intérpretes y transmisores de la ley. Pues con esas actitudes cerraban todos los caminos al Reino de Dios.