martes, agosto 20, 2024

"Yo doy la muerte y la vida"...Dt 32.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 20 de Agosto del 2024

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 19, 23-30, Jesús le advierte a sus discípulos sobre el peligro a que llevan las ambiciones para obtener riquezas materiales, pues estas hacen desviar al hombre del camino que Dios ha señalado seguir. 

Él les dice a sus discípulos: "Les aseguro que difícilmente un rico entrará en, el Reino de los Cielos. Sí, les repito, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos”. Los discípulos quedaron muy sorprendidos al oír esto y dijeron: "Entonces, ¿Quién podrá salvarse?” Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: “Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible”. Pedro, tomando la palabra, dijo: “Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué nos tocará a nosotros?”. Jesús les respondió: "Les aseguro que en la regeneración del mundo, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, ustedes, que me han seguido, también se sentarán en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y el que a causa de mi Nombre deje casa, hermanos o hermanas, padre, madre, hijos o campos, recibirá cien veces más y obtendrá como herencia la Vida eterna. Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros”. Mt 19, 25-30

Jesús hace una aclaración contundente: El que quiera ser su discípulo tiene que renunciar a esos bienes de consumo que no son útiles para satisfacer las necesidades primarias y no aportan ningún valor a la vida, a toda ambición personal y hasta personas que intentan llevarnos por los caminos equivocados. Él nos pide serle fiel a sus principios para lograr así, el cien por ciento: La vida eterna.

Y es que este pasaje nos recuerda el encuentro del joven rico que prefirió mantener sus bienes retirándose entristecido frente a la propuesta que le hizo Jesús. (Ver el Evangelio de ayer).

Él mirando a sus discípulos después que el joven se marcha, les dice: "Les aseguro que difícilmente un rico entre al Reino de los Cielos. Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre al Reino de los Cielos ".

Miren, Jesús no quiere provocar un caos social pidiendo que todos renunciar a las propiedades obtenidas  ni mucho menos ser un tajo para quienes son ricos, sino que previene sobre los apegos, riquezas y placeres originados por esos bienes. Pues no quiere que sean condición alguna para seguirle.

Hoy les invito a que nos preguntemos: ¿Qué significan para nosotros las palabras de Jesús? Y ¿Qué riquezas son un obstáculo para seguirle?

Padre de amor y de bondad, avanzamos de tu mano con el deseo de permanecer junto a Ti, de entregarte todo nuestro ser, de que tomes nuestras cargas y apegos, de ser dóciles a tu llamado; con el deseo de no mirar atrás, sino hacia adelante, hacia a tus planes y proyectos, hacia una vida llena de tu presencia, una vida que te agrade, donde hacer tu voluntad sea nuestra decisión, llevar tu mensaje nuestra convicción, interceder porque nuestra familia, descendencia y todo el que se une a esta oración reciban el don de la salvación, la vida eterna sea nuestra prioridad.¡ Gracias Señor!

 
posted by Laureano García Muentes at 6:15 a.m. | Permalink |


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