miércoles, agosto 14, 2024

"La gloria del Señor se eleva sobre el cielo"...Salmo 113

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 14 de Agosto del 2024

INTRODUCCION:

En el Evangelio de hoy encontramos varias enseñanzas de Jesús.  La primera nos habla del cómo debemos proceder a la hora de corregir a alguien si consideramos que ha obrado mal. Jesús quiere que lo hagamos en privado, con delicadeza. No desea que aireemos los defectos y fallos de los demás, tratémoslo como deseamos ser tratados por nosotros; y si con esta advertencia no se corrige, entonces es cuando puede que sea necesario que el testimonio de otros hermanos propicie el reconocimiento de los errores y lleve al arrepentimiento de esta persona. Y como última instancia es la comunidad la que debe hacer caer en la verdad al hermano que se ha equivocado en su modo de proceder, buscando la plena comunión. ¡Qué valor da Jesús a la Comunidad, a su Iglesia, cuando dice ¡”todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo”!; por eso es responsabilidad, tarea y misión de todos los creyentes- actuar con infinita paciencia y misericordia, confiando en que la fuerza del amor y de la oración de intercesión, obrarán conforme pedimos a Dios, que siempre será lo mejor para todos y cada uno,  alcanzando que la gracia triunfe aún en los corazones más obstinados.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 18, 15-20, Jesús quiere llenar de valor a sus discípulos para perdonar y hacer fructífera la reconciliación. Y para ello les pide establecer el diálogo como elemento fundamental para reafirmar la fraterna unión entre hermanos. 

Él les dice: "Si tu hermano peca, ve y corrígelo en privado. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, busca una o dos personas más, para que el asunto se decida por la declaración de dos o tres testigos. Si se niega a hacerles caso, dilo a la comunidad. Y si tampoco quiere escuchar a la comunidad, considéralo como pagano o publicano. Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra, quedarás desatado en el cielo".  Mt 18, 15-17.

Hermanos, este Evangelio es una enseñanza tan actual en el tiempo de hoy, que sin duda es necesaria reflexionar porque para que se haga realidad el perdón y la reconciliación se requiere de Cristianos valientes.

Vemos en este texto como la recuperación comunitaria del pecador, se concreta mediante la corrección fraterna. Y la corrección fraterna no hay que hacerla porque a mi molesta o porque no me gusta, si no porque yo hago corrección al hermano o a aquel que sé que está equivocado de manera humilde, es decir, viendo como está nuestra propia vida para que con criterio y voluntad nos podamos acercamos a corregir.

No es fácil la corrección fraterna, sin embargo, impresiona descubrir que es una parte del mandato de Jesús quien nos pide que corrijamos y levantemos nuestras miradas para ver mejor nuestro camino a la santificación; y para lograr ello, como decía antes, hay que ser humildes y valientes y estar movidos por el amor.

Padre de amor y de bondad, creemos que siempre que nos unimos en oración, allí estás en medio de nosotros, gracias por regalarnos tu Santo Espíritu que intercede por nosotros con gemidos indecibles, nos lleva a toda verdad y nos ayuda en nuestra debilidad; gracias mi Jesús por enseñarnos a orar, por regalarnos tu Nombre Santo y glorioso, por darnos la gracia del acuerdo y tener la certeza que siempre que te pedimos nos respondes; gracias porque hoy te pedimos que cada miembro de nuestra familia, descendencia y todo el que se une a esta oración crean que siempre que se unen en oración, estás en medio de ellos. ¡ Auméntales la fe!
 
posted by Laureano García Muentes at 5:40 a.m. | Permalink |


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