viernes, septiembre 06, 2024

"El Señor es quien salva a los justos"...Salmo 37

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 6 de Septiembre del 2024

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 5, 33-39 nos narra a cerca de un conflicto que se generó entre las autoridades religiosas y Jesús en torno al ayuno, pues éste era un elemento esencial de la vida piadosa de los judíos.

Dice el texto del Evangelio que: "Los escribas y los fariseos dijeron a Jesús: “Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y hacen oración, lo mismo que los discípulos de los fariseos; en cambio, los tuyos comen y beben”. Jesús les contestó: “¿Ustedes pretenden hacer ayunar a los amigos del esposo mientras él está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado; entonces tendrán que ayunar.” Lc 5, 33-35.

Los fariseos no comprenden a Jesús. Su Evangelio es el vino bueno, la pieza nueva. Los corazones de los fariseos son los odres viejos, el manto viejo. Para acoger a Jesús tenemos que cambiar el corazón, la forma de pensar, nuestro estilo de vida. Si no nos vamos convirtiendo a la Palabra de Jesús, nunca descubriremos su novedad. 

El ayuno y la oración eran elementos esenciales en la vida piadosa en los tiempos de Jesús. Estas fueron acogidas y puestas en práctica por los fariseos de acuerdo a las enseñanzas que recibieron de Juan Bautista. 

Los Escribas y los fariseos critican a Jesús al ver que sus discípulos y amigos pasan por alto estas costumbres y Él, se muestra permisivo. Y entonces, les hace esta comparación: "Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar uno viejo, porque se romperá el nuevo, y el pedazo sacado a éste no quedará bien en el vestido viejo" Lc 5, 36. Con estas palabras les da a entender que Él ha venido a traer una vida nueva cargada de alegría y para poderla obtener se requiere de hombres nuevos con nueva mentalidad, criterios nuevos para que vean y vivan de manera distinta y sean testimonios de vida a los que convivan junto a ellos. 

Para comprender a Jesús hay que nacer de nuevo; mejor dicho, tenemos que dejar que Dios nos dé a luz de nuevo. Preguntémonos: ¿Qué Mensaje podrías sacar  de este Evangelio que sirva para mejorar tu vida y de la comunidad con quien convives?

Señor, que aprendamos a olvidarnos de nosotros mismos, para así, escucharte y entender Tu Voluntad. El ayuno no es sólo algo externo como lo veían los fariseos. El ayuno va al interior del hombre. Consiste en cumplir lo que Tú nos pides y amarte con todo el corazón. Tú eres novedad y haces nuevas a las personas que, con confianza, se dejan tocar por Ti.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:20 a.m. | Permalink |


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